A lo largo de esta década, Ombijam ha acompañado a cientos de personas privadas de libertad, liberadas y a sus familias en su camino hacia una vida digna, contribuyendo con la justicia social y la convivencia pacífica.
Ombijam es una asociación civil que colabora en el fortalecimiento de la seguridad pública a través de procesos de rehabilitación y reinserción sociolaboral de personas privadas de libertad, liberadas y de sus familias. En ese sentido, los desafíos son cada vez mayores, por lo que la asociación invita a personas y empresas que quieran sumarse a esta causa para seguir adelante juntos.
Con el objetivo de seguir aportando a la sociedad uruguaya y en el marco de su décimo aniversario, Ombijam convocó a autoridades y a los precandidatos a la Presidencia a un evento en el World Trade Center el pasado lunes 5 de agosto.
Federico Lavagna, presidente de Ombijam, reflexionó sobre la motivación de los integrantes de la asociación y agregó que quien “es agradecido no tiene otra opción que involucrarse socialmente. Me siento una persona afortunada porque reconozco los privilegios que tuve por haber nacido en donde lo hice, con una familia amorosa y presente, buena educación, un grupo de amigos sanos y buenos, no pasé frío ni hambre y generé habilidades que me permitieron convertirme en una persona que logró cosas que se propuso”.
Añadió que hay una gran cantidad de personas que por haber nacido en otro lugar no tuvieron esas oportunidades, “entonces, cuando te reconocés afortunado no tenés otra opción que ser agradecido, y agradecer realmente es devolver, es hacer algo para ayudar a quienes no tuvieron las mismas oportunidades”.
En respuesta a por qué eligen ayudar a los privados de libertad, Lavagna dijo tener dos respuestas: “Una tiene que ver con que no todos tuvimos las mismas oportunidades y hay mucha gente que se merece una segunda oportunidad, o una primera oportunidad, ya que también trabajamos con niños y las familias. La segunda es el tema de hacerse cargo. Los principales problemas son la inseguridad y las personas en situación de calle, y la mayoría de los liberados están en la calle”, sostuvo Lavagna.
El presidente de Ombijam opinó que la sociedad siempre espera que el Estado se haga cargo y lo resuelva, pero se preguntó: “¿Qué estamos haciendo nosotros para resolverlo?”. Respondió que hace mucho acuñó la frase “Si no sos parte de la solución, sos parte del problema”, y dijo que no le gusta quejarse de algo y no hacer nada y que todos podemos hacer algo. “Los invito a que conozcan lo que hace Ombijam, a que quieran involucrarse para ser parte de la solución y no del problema”, puntualizó.
“Si no logramos una rehabilitación efectiva no habrá nunca seguridad en el país”
Uno de los presentes en el encuentro por el aniversario de la asociación fue el candidato a la presidencia por Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, quien posee en un plan de gobierno un apartado especial dedicado a la rehabilitación y reinserción de las personas privadas de libertad, un asunto en el que, además, ha enfatizado durante estos años de gobierno. En rueda de prensa, el candidato definió el tema como esencial para lograr mejorar la seguridad de país de forma efectiva.
“Si no logramos una rehabilitación efectiva no habrá nunca seguridad en el país. Hay 600 presos que se liberan mensualmente y la gran mayoría, al poco tiempo, están reincidiendo, así nunca habrá una solución. Lo que hace Ombijam es muy loable y defendible, hay que apoyarlo en la medida en que es un camino para reinsertar a los liberados en distintos ámbitos de la sociedad”, afirmó.
El senador indicó que su fuerza política insistirá con un programa de trabajo obligatorio de los presos, ya que entienden que eso generará hábitos de trabajo y una habilidad que facilitará la inserción en el plano laboral una vez que salgan de los centros de reclusión. “Es un tema de voluntad y de querer hacerlo, nos amparan distintas regulaciones nacionales e internacionales”, respondió al ser consultado sobre los dichos de algunas voces que indican que no se puede obligarlos a trabajar.
“Quienes, de alguna forma, agredieron a la sociedad y por eso están presos tiene que aceptar que la sociedad los obligue a trabajar porque es la forma de cumplir con el artículo de la Constitución que exige la rehabilitación de presos”, explicó Manini Ríos.
Asimismo, aseguró que es necesario hacer una inversión en estructura para poder darle la posibilidad de trabajar a todos, pero que, siempre, esa inversión será más barata que seguir construyendo cárceles. “Hoy tenemos más de 15 mil presos, en cinco años habrá unos 20 mil si no revertimos la reincidencia, para eso hay que hacer cosas distintas, y una es el camino que proponemos”.
En esa línea, agregó que se deben establecer trabajos de todo tipo, como panadería, lavandería, herrería, carpintería, huerta, trabajo rural y urbano, es decir, todos los oficios posibles. “Hacer trabajar a un preso durante cinco años, ocho horas diarias, genera que aprenda y salga preparado para el mercado de trabajo, sale con una habilidad y un hábito. El primer beneficiado es el propio preso, luego se expande a toda la sociedad”, culminó.
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