La última Rendición de Cuentas del gobierno se aprobó en la Cámara de Diputados y ahora pasó a la de Senadores. Como era de esperarse, tuvo lugar una áspera discusión entre el oficialismo y la oposición. El tratamiento se realizó, además, en medio de la campaña hacia las elecciones de octubre. La sesión duró casi 12 horas. Con 94 legisladores en sala, la aprobación contó con 51 votos.
La característica central es que, al ser una Rendición de Cuentas en año electoral, no se puede ampliar el gasto, por lo cual el único objetivo de la discusión es dar conocer las diferentes posiciones de los sectores políticos.
El diputado del Partido Nacional Álvaro Rodríguez señaló que se trataba de una rendición “que consolida una política económica y cambia aquello de que en año electoral venía el carnaval de gastos, donde a todos nos ponía nervioso porque sabíamos que se despilfarro lo pagaba la gente”. Para el legislador, la actual política económica “ha sido con la misma seriedad y responsabilidad que ha a lo largo de los cuatro años, y mejoró el empleo, y más viviendas”.
Por su parte, el diputado colorado Conrado Rodríguez hizo referencia al anterior gobierno del Frente Amplio, que efectuó dos ajustes fiscales, en 2016 y 2017, a los cuales consideró “mazazos impositivos” sobre los ingresos de las personas, aumentando las tasas del IRPF y el IASS.
Rodríguez indicó que “muy por el contrario fue lo que hizo esta administración, que en el momento en que la economía se estaba expandiendo y en crecimiento se vino con un paquete de alivio tributario”. Señaló que “la coalición republicana ha creado 76.000 empleos por encima de 2019. Hubo una resignación en materia salarial durante la pandemia porque se tuvo que poner el foco en que no se perdieran empleos y poder recuperarlos rápidamente. Pero llegamos a hoy y ha habido recuperación salarial, estamos en los mayores niveles de salario real de la historia de nuestro país”.
“El país que soñamos”
El diputado del Partido Nacional Gonzalo Mujica dijo que “el país que soñamos los uruguayos es muy parecido entre aquellos que son de izquierda y derecha”, existiendo objetivos que todos compartimos. Advirtió que la sociedad “que todos soñamos es la más cara de sostener” y “no podemos tener esa sociedad si trabamos nuestro modo de producción capitalista, con una presión fiscal exagerada o si lo hackeamos por principios ideológicos”. Hizo referencia a Argentina y sostuvo que lo ocurrido no era por la mala fe del peronismo, sino que se creó una sociedad con una base económica que cada vez costaba más intentándose paliar esa situación con los subsidios a la producción y al consumo, “lo que la llevó a la bancarrota y terminaron sufriendo los que estaban peor”.
Mujica dijo que los modelos que se enfrentan para tener “la sociedad que soñamos”, ya sea de derecha o de izquierda, son “equivocados”. “Por izquierda tenemos modelos fiscalistas, que quieren mantener el incremento del gasto con el incremento fiscal. No hablan de cambiar la estructura para tener más ingresos, sino hacerlo con la misma estructura capitalista, aumentando la presión fiscal sobre esa estructura”.
El legislador hizo referencia al programa del Frente Amplio, que plantea un 6% del PIB para la educación, 1% para investigación y desarrollo y un Plan Nacional de Cuidados que cuesta lo mismo que el Sistema Nacional de Salud. “Todo esto en el mismo quinquenio y para pagar todo eso se le plantea a la sociedad el incremento de los impuestos a las empresas y personas que más ganan, que son el 5% de la población. Los números no cierran y llevan a la bancarrota”, sentenció. Esto, “con un equipo económico que se va a pasar cinco años discutiendo con el ala política, de todo lo que prometió se va a poder cumplir el 20%, porque es lo único que se puede pagar y perdiendo cada discusión, llevando al país cada vez a un mayor déficit fiscal, más endeudamiento y más cercano a la bancarrota”.
Dijo que “por derecha también tenemos problemas. Hay modelos muy conservadores en los cuales alguna gente imagina una sociedad escuálida en su cobertura”. Esto se basa en dejar el aparato productivo nacional como está, y de acuerdo con su producción hacer la distribución, “lo que me da es una sociedad chiquita, sin desarrollo”. También indicó que no cree en la “teoría del derrame”, la cual señala que la sociedad funciona con “la mano invisible del mercado”. “Lo curioso es que los críticos de izquierda de la teoría del derrame coinciden con los de derecha en creer que la macroeconomía derramaba microeconomía”, sostuvo Mujica, quien dijo no ver en los programas de los partidos políticos que se hable de la microeconomía.
Los números positivos
Desde la bancada de gobierno se señaló que se destinaron 50 millones de dólares anuales para la primera infancia y más de 200 millones de dólares adicionales para la mejora de asentamientos. También un aumento de las transferencias sociales para sectores más vulnerables, que en 2023 se incrementaron en un 32% real con respecto a 2019, sumando cerca de 100 millones de dólares. En materia de gasto público entre 2015 y 2019 los ingresos subieron 0,7% del PIB, mientras que los egresos subieron tres veces más, es decir, 2,1% del PIB.
Por otra parte, en estos últimos cuatro años, los ingresos han aumentado 0,9% del PIB y los gastos la tercera parte o sea 0,3% del PIB. Sobre las tarifas se señaló que disminuyeron 10,2% en UTE, 14% en ANTEL y 1,7% en OSE entre 2020 y 2024.
Críticas desde el Frente Amplio
Por el Frente Amplio, el diputado Gonzalo Civila manifestó que existió “una caída pronunciada permanente del salario real, de las jubilaciones y pensiones que después, en el último tramo del periodo de gobierno, empieza a revertirse. Hoy se dice que promedialmente estamos igual que al principio, pero en el medio, esa masa de recursos no fue a parar a los bolsillos de los trabajadores o los jubilados”. El diputado Gustavo Guerrero sostuvo que al cierre de esta administración “la deuda son diez puntos y algo más, que lo que dejamos nosotros en 2019. Este gobierno aumentó la deuda pública”.
La frenteamplista Lilián Galán señaló que el gobierno no cumplió con reducir el déficit fiscal y la deuda bruta pasó de 29.838 millones de dólares en 2019 a 43.508 millones dólares en 2023. También indicó que queda “una deuda social muy grande focalizada en la pobreza infantil”. Al hacer referencia a la pandemia, dijo que “mientras el resto del mundo aumentaba el gasto público para atender, obviamente, una situación que era crítica y desconocida, el gobierno uruguayo fue, por otro lado, fue por la libertad responsable, que es lo mismo que decir arréglate como puedas” y sintetizó indicando: “No se ahorra apretando el cinturón a la gente; eso fue pérdida de la calidad de vida, fue saqueo”.
La diputada Micaela Melgar manifestó que “lo único que tienen para agarrarse es la tasa de empleo, la creación de puestos de trabajo, que igual está por abajo de lo logrado en 2014 por el Frente Amplio. Nada tienen para mostrar, nada. Y la gente lo sabe”.
El Frente Amplio emitió un comunicado tras la votación señalando que “esta Rendición de Cuentas demuestra que el oficialismo deja un país con mayor desigualdad, pobreza (en especial en hogares con niños, niñas y adolescentes) y con un desarrollo económico mediocre”, acotando que “el dinero no se gastó en la gente. Hace más de 20 meses la economía está estancada y vivimos un profundo atraso cambiario. Uruguay hoy es menos competitivo, la capacidad de exportar disminuye y la inserción económica internacional es fallida”.
Aumento del déficit
Uno de los temas centrales de la discusión en la Rendición de Cuentas fue el nivel de endeudamiento. En el informe del gobierno se sostiene que la administración atravesó situaciones adversas, como la pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania, la diferencia cambiaria con Argentina, la sequía y las inundaciones. Todas de un impacto social y económico con un costo estimado de 3800 millones de dólares.
El economista Javier de Haedo, a cargo del Monitor de Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay, señaló en su último reporte que “las dos mitades del presente período de gobierno vienen siendo muy diferentes en la materia fiscal. En la primera mitad, hasta setiembre de 2022, hubo una performance muy satisfactoria, con una clara reducción del gasto a pesar del impacto en él de la crisis sanitaria. Por el contrario, a partir de entonces, ha habido un firme deterioro fiscal que ha llevado al déficit, a mayo, a una magnitud similar a la ‘heredada’ de 2019”. El déficit fiscal a setiembre de 2019 era de 4,4% del PIB y a mayo de este año está en el mismo valor.
De Haedo explica que los ingresos del sector público no financiero (SPNF, como UTE, Antel y Ancap) mejoraron 1,2% del PIB y sus egresos primarios subieron 1,0% del PIB. A esa mejoría del SPNF, de dos décimas del producto, se suman otras dos del resto del resultado primario, pero se restan cuatro décimas por mayores pagos de intereses del sector público, llegándose, por ahora, al mismo resultado fiscal del año 2019”.
TE PUEDE INTERESAR: