La ciudad de Wuhan con más de diez millones de habitantes es la capital de la provincia de Hubei, cuya superficie es más grande que Uruguay y es el hogar de 50 millones de habitantes. Hasta el momento Wuhan era una de las tantas ciudades chinas desconocidas para la mayoría de nosotros, pero el surgimiento del coronavirus hizo que todos en el mundo tomáramos conciencia de su existencia y muchos la han buscado en el mapa.
A más de 1.000 kilómetros se encuentra la ciudad de Shenzhen (provincia de Cantón) donde se encuentran las oficinas de la empresa importadora y exportadora de productos agropecuarios Global Business and Investments. Andrés De Nichilo, director de Operaciones de la empresa, dijo a La Mañana que el surgimiento del coronavirus está afectando la vida, la producción, el comercio y el mercado de las ciudades afectadas, pero el gobierno va a garantizar el abastecimiento de alimentos. De este modo, las importaciones continuarán pero a valores regulados por el gobierno para evitar especulaciones.
El empresario expresó que las autoridades “están tomando medidas muy fuertes para controlar la enfermedad”, incluyendo “el cierre de ciudades” en Hubei. “Se le ha pedido a la gente que permanezca en sus casas, que use barbijos como protección y prevención, medidas de higiene y evitar todos los movimientos que no sean estrictamente necesarios”, describió.
“Hay una indicación general de suspensión de actividades públicas, ferias comerciales, todo tipo de eventos masivos”, además “se extendieron las vacaciones de Año Nuevo y para los colegios se extendió más sin fecha cierta para el reinicio de actividades”, expresó.
En cuanto a la actividad laboral y comercial “está todo detenido” y hay “muchos trabajadores que no podrán ir a sus lugares de trabajo hasta que no se levanten estas medidas. En lo comercial todo está generando dificultades porque se espera que haya menor demanda y una baja en la producción”.
De Nichilo precisó que “las medidas que se están tomando, todos esos cuidados con tantas restricciones” afecta a la ciudad de Wuhan que es “donde comenzó el problema” y otras ciudades a las que la enfermedad se extendió. Actualmente son más de diez las ciudades en que se ha aplicado la restricción. “Ciudades de las que nadie puede entrar ni salir”, con “restricción de trenes y bajas de muchos vuelos”.
En cuanto a Shenzhen, señaló que “hubo pocos casos pero igual hay medidas de precaución” como en otras ciudades, incluso “hay mayores cuidados para el cruce a Hong Kong, pero no es una cuarentena tan estricta como en otros lugares”. Shenzhen dista menos de 30 kilómetros de Hong Kong.
Continuarán las compras de carne pero con ajuste de precios
Lo que parece una consecuencia segura es que China registrará “una menor producción en varios rubros, por ejemplo de carne de pollo y de ganado también”. “No tengo muy claro de dónde se va a reponer” esa caída de la producción, “supongo que con mayor importación, pero en este momento está todo muy frenado, en una fecha muy especial” para el país, por lo que “no hay demasiado movimiento”, dijo De Nichilo, que ve como “seguro que habrá alguna directiva gubernamental que asegure el abastecimiento” de alimentos.
Para asegurar el abastecimiento a su población China necesita importar, por lo que “las compras de carne continuarán”, aunque consideró que no a los precios de los últimos años, e insistió en que se trata de regular el precio “de algo tan sensible como los alimentos y la cadena de distribución, porque si sigue esta cuarentena y las restricciones al movimiento y a la circulación, van a tener que de alguna manera garantizar la cadena logística, la distribución interna”.
Ya hubo casos de “especulación que fueron castigados duramente”. Por ejemplo “comercios que especularon con insumos como las máscaras quirúrgicas o el desinfectante para las manos. Entonces es de suponer que se hará lo mismo ante algún intento de especulación con los alimentos”, para que no haya quienes “se quieran aprovechar de esta crisis” en ningunos de los ámbitos.
Hay que tener presente que de seguir la cuarentena “los camiones que trasladan la mercadería a los comercios no van a poder circular libremente, y no solamente eso, también están las operaciones en las terminales portuarias”, puntualizó el empresario.
No hay pánico, pero sí preocupación
Al ser consultado si la sociedad china estaba preparada para una instancia sanitaria como la que vive y cuál es el grado de pánico que se percibe, De Nichilo recordó que “en 2002 China vivió algo similar con el surgimiento del SARS” que surgió en la provincia de Cantón donde él está ahora. De allí pasó a Hong Kong, Vietnam y otros países. “No sé si alguna sociedad está preparada para algo así, pero China sí tiene la experiencia de situaciones similares y el gobierno tomó medidas muy rápidas y muy fuertes en cuanto al control de la enfermedad”.
“Hay preocupación, no pánico. Preocupación y expectativa de que esto se solucione rápidamente”, concluyó.