La consultora Factum dio a conocer su última encuesta sobre el plebiscito de allanamientos nocturnos, que recoge el apoyo del 68% de la ciudadanía, contra un 27% en contra y 6% que no sabe o no opina. La Mañana dialogó con el director de la empresa Factum, Eduardo Bottinelli para ahondar en los resultados de este sondeo.
¿Cuál es su evaluación respecto a cómo han avanzado las opiniones a favor del plebiscito sobre allanamientos nocturnos?
Es bastante claro que este plebiscito se desarrolla en una coyuntura en la que la seguridad pública se ha tornado tema de debate, preocupación y con percepciones negativas. En este contexto, parecido a 2019, pero con cambio de actores y cambio de contexto entre oficialismo y oposición, la opinión pública está en una posición entre la desilusión, el cansancio y el no encontrar soluciones a los problemas de seguridad, es así como la propuesta de allanamientos nocturnos recoge una muy alta adhesión: 68% a favor.
Siempre debemos tener presente que un porcentaje de apoyo en la opinión pública no necesariamente se traslada al voto efectivo. El ensobrado, encontrar la papeleta correcta y también la convicción plena o con dudas son elementos que hacen que en los plebiscitos el porcentaje de votación obtenido por lo general es levemente inferior a lo registrado como adhesión de la población en las encuestas.
En cuanto al conocimiento sobre el otro plebiscito, el de la seguridad social, ¿considera que este despierta mayor interés o existe una mayor información o comprensión sobre la propuesta?
En primer lugar, el plebiscito sobre allanamientos nocturnos es un único artículo, mientras que el de seguridad social son tres, por tanto, es más simple por ser un único tema.
En segundo lugar, es más simple de explicar, no despierta inicialmente la necesidad de explicar derivaciones futuras de lo que se vota, se habilita que la Policía puede allanar un hogar con orden del juez, listo, no hay que explicar nada más. En el caso del plebiscito de la seguridad social aparecen toda una serie de temas técnicos que hacen más difícil la comprensión de las consecuencias, aunque las propuestas impulsadas son de fácil comprensión.
En la encuesta Factum se observa que hay un apoyo importante dentro de los votantes de la Coalición (86%), pero también dentro de los votantes del FA (48%), aun cuando la fórmula presidencial de ese partido y sus dirigentes se han manifestado en contra. ¿A qué atribuye este fenómeno?
Diría que tiene que ver con la percepción sobre la seguridad pública como principal factor. Pero también parecen relevantes dos cosas. En primer lugar, la posición oficial del Frente Amplio recién se ha conocido, no había decisión clara y recién ahora empezará a ser conocida por la opinión pública. En segundo lugar, hasta el momento no se ha desarrollado una contra campaña al plebiscito, como sí ocurrió en el plebiscito sobre la baja de edad de imputabilidad y también contra el plebiscito “Vivir sin miedo”, estas contra campañas se han detectado como factores clave en contra de estos plebiscitos y es algo que hasta el momento no tenemos.
¿En este tema incide la posición de los dirigentes de los partidos, o pasa a ser más que nada una decisión personal de acuerdo con la propia visión sobre la inseguridad?
Diría que no hay un único factor, sino que se retroalimentan unos con otros. La toma de decisiones se hace a través de una sumatoria de factores, y aquí intervienen las percepciones personales de los votantes, en este caso la percepción particular sobre la seguridad pública, también interviene la posición de los dirigentes de los partidos y de los sectores dentro de los partidos, y también aparece como un factor relevante la información recibida a través de medios de comunicación, redes sociales, grupos de pares, etcétera, para la construcción de una posición.
Ahora bien, para efectivizar la posición favorable es necesario que se incentive ese voto desde quienes apoyan el plebiscito mediante acciones directas de reparto de papeletas y ensobrado junto con las hojas de votación. Y para los casos en que ese incentivo no exista, hace falta la real convicción de querer votar el plebiscito para hacer el esfuerzo de conseguir la papeleta por otras vías en forma previa a las elecciones o en el mismo cuarto secreto y, además, acordarse de introducir la papeleta en el sobre junto con la hoja de votación.
La encuesta hace una apertura por interior y Montevideo. En el caso de Montevideo la cifra de apoyo (63%) es inferior a la del interior (72%), cuando los hechos de mayor violencia (como la guerra entre narcos) se observan en la capital. ¿A qué atribuye este fenómeno?
Aquí básicamente lo que tenemos es la influencia del voto que no se distribuye homogéneamente en el territorio. El FA es más fuerte en Montevideo y el área Metropolitana, y los partidos que conforman la Coalición Republicana son más fuertes en el interior del país. Entonces, más que entenderlo como una diferencia territorial creo que debe leerse como una diferencia política.
En la apertura por edades, los grupos de ambos extremos (de 18 a 33 años y los de más de 62) muestran valores similares (65% y 63% respectivamente) de apoyo, pero son los más bajos con respecto a otros grupos etarios. ¿Cómo interpreta esto?
Aquí podemos observar fenómenos distintos. Por un lado, lo político partidario, ya que en los más jóvenes hay una fuerte incidencia del Frente Amplio, y, por tanto, el posicionamiento sobre el tema allanamientos está atravesado por un tema ideológico y político. Por otro lado, las edades mayores son más críticas respecto a la seguridad pública, pero no están predispuestos a levantar algunas garantías, son menos proclives a ver el tema allanamientos como la solución a los problemas de inseguridad.
En materia social, los sectores de clase baja y media baja muestran un apoyo de 71% y 72% y las clases altas de 64%. ¿Esta diferencia se debe a las zonas donde se vive o a otras consideraciones más de tipo social, por ejemplo, en la visión sobre el fenómeno de la violencia en las clases altas?
En términos bastante extendidos (y en instancias anteriores también se ha visto), las clases media-baja y baja tienden a ser más proclives a soluciones punitivas o de mano dura. Por otro lado, también las clases media-baja y baja suelen vivir más cercanamente algunos hechos vinculados a la violencia y el narcotráfico, a diferencia que las clases media y media-alta, cuyo contacto con la seguridad pública suele estar más asociada a delitos contra la propiedad y menos vinculados a narcotráficos, violencia y homicidios. Diría que no sorprende por ambas razones, por las zonas de residencia y por ser un fenómeno que desde el punto de vista social es habitual registrar esa visión más conservadora y punitivista de las clases baja y media-baja.
También Factum realizó una comparación con la campaña “Vivir sin miedo” de 2019, que planteaba entre otros puntos también los allanamientos nocturnos y tenía una intención del 55% (pero llegó al 46%) contra un 68% de la actual propuesta. ¿Qué ha cambiado a su criterio para llegar a casi 70% de apoyo?
El primer factor diferente es que el plebiscito de allanamientos nocturnos es solo eso, no tiene otros elementos. El de seguridad social, por ejemplo, tiene el tope de edad mínima exigida de 60 años para la jubilación, la equiparación de las jubilaciones por debajo del salario mínimo nacional a ese monto y la eliminación de las AFAP. Cada una de las medidas tiene distintos niveles de apoyo, y especialmente el tema eliminación de las AFAP parece estar jugando en contra de las posibilidades de aprobación del plebiscito de seguridad social.
Lo mismo que en seguridad social le pasó a “Vivir sin miedo”. Allanamientos nocturnos ya estaba en ese plebiscito; sin embargo, introducía otras modificaciones constitucionales que no despertaban tanto apoyo. A esos factores sumaría dos más: uno es el “cansancio” de la población con el tema de la seguridad pública, la acumulación de frustraciones en la materia; lo segundo es que mientras en el caso de “Vivir sin miedo” hubo una contra campaña por parte de parte del FA y de la sociedad civil organizada, en este caso aún no se ha visto despertar ese tipo de campaña y además queda muy poco tiempo para que se active en caso de que se quiera hacer.
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