Rafael y Martín Lodeiro son parte de la tercera generación de la cabaña La Virgen en la producción de cerdos. El establecimiento está ubicado en el kilómetro 86 de la ruta 12, en Tala, departamento de Canelones. Desde sus inicios ha cosechado más de 150 grandes campeones, siendo una de las cabañas más viejas en participar en la Expo Prado. Este año nuevamente se llevaron la gran mayoría de las cucardas. A la cría de cerdos este año la familia Lodeiro le agregó la de producción de ovinos Texel. En su primera participación lograron el reservado campeón borrego, algo que los llena de orgullo. En diálogo con La Mañana, Rafael mostró su preocupación por el ingreso desmedido de carne de cerdo importada, y el consecuente cierre de muchísimos emprendimientos. Sin embargo, señaló que “seguimos trabajando para mejorar”, en un sector cada vez más lleno de dificultades.
¿Cuáles son los grandes desafíos del sector?
Primero que nada, cambiar la cabeza de los productores en general. Acá seguimos produciendo cerdos con costaneros y atándolos con alambre hatillo. Es la realidad que tenemos. Hemos atravesado todas las crisis habidas y por haber. El año pasado fue la suba del precio de los granos por la sequía y la guerra, lo que dificultó producir. Los que estamos en esto seguimos, pero hay muchos que dejaron la actividad. El mercado del cerdo hoy, en general, se centra en la producción de lechones para fin de año. Si bien es un buen número, no da porque las cerdas paren dos veces al año en la mayoría de los casos. Indudablemente que hay que producir más. Pero para eso se precisa infraestructura con galpones, alimentación y genética.
¿Eso quiere decir que para obtener mejores resultados en la producción de cerdos se requiere de un buen flujo de inversión?
Si queremos hacer las cosas en serio y poner un criadero bien armado, la inversión es por encima de US$ 3000 por madre. Hay muchos productores que se han adaptado a distintos tipos de sistemas. Uno de esos sistemas es semi intensivo, a campo y alimentándolos con ración. La genética hoy requiere de un alimento básicamente con granos y sobre todo raciones balanceadas. Son animales que producen muchísimo. En nuestro caso se trata de animales híper prolíferos, madres que paren 17 o 18 lechones por parto sin ningún tipo de problema. Pero hay que darle un mínimo de requerimiento nutricional como para que esas cerdas produzcan esa cantidad de lechones. Y condiciones para que a la hora de parir puedan salvar todos los lechones con calor, agua y buena alimentación. El cerdo se adapta muy bien a muchos sistemas. En nuestro caso vendemos a productores de los 19 departamentos del país que producen de distintas formas. Pero hacemos hincapié en que no son cerdos para llevarlos y tirarlos en el medio del campo. En verano deben tener buena sombra y agua y en invierno tener abrigo.
¿Cuántos productores existen en el país?
Hay muchísimos productores. Pero también muchos que tienen cerdos en el patio de sus casas. Muchos de ellos no están registrados. Ahora con la faena predial de repente se puede registrar alguno.
En cuanto a población de cerdos, ¿tienen cifras?
No tengo números exactos. Sé que las madres registradas por una encuesta de laboratorio para sistemas intensivos andan en el eje de las 9000. Es un número que no existe para nuestro país. De hecho, la carne que se consume no es producida acá en Uruguay.
¿Como productores de cerdos reciben algún apoyo de la institucionalidad publica?
No, para nada. Palos nomás, es lo que recibimos los productores. Digo palos, por lo que están dejando entrar de carne de cerdos al país, que es algo desmedido. Hay fábricas en Uruguay que no elaboran con ningún cerdo producido en el país. Es un debe que tenemos los productores. Nos hemos puesto un poco duros a veces. Las autoridades saben que hay fábricas que no matan un cerdo cuando por lo menos tendrían que tener una cuota de elaboración de cerdos de producción nacional. Una mínima cuota de un 1% o 2% que para Uruguay sería muchísimo. Acá las que matan son las agroindustrias que tienen sus propios cerdos. Pero después tenemos las grandes que no faenan un cerdo acá en Uruguay.
¿La importación de productos de cerdo de qué manera está impactando en las economías de los productores?
Impacta a tal punto que han desaparecido la mayoría de los productores. En el caso nuestro, que hacemos el ciclo completo, a veces se nos dificulta para poder vender las hembras y padrillos de descarte. Nosotros estamos entre el 20% y 25% de tasa de reposición y se nos dificulta bastante poder vender esa madre. ¿Por qué? Porque no hay quien la compre. Porque la industria compra animales de 110 o 115 kilos máximo. Los que industrializan, lo hacen con carne importada. Porque no tienen desperdicio, porque abren la caja y está la pulpa. Se ha afectado muchísimo la industria del chacinado. Hoy quedan pequeños productores que tienen el aguinaldo con la venta de lechones a fin de año.
¿Cómo es el comportamiento del consumidor local respecto a la carne nacional?
El tema de la carne uruguaya es que es con hueso. Y lo que hay importado son pulpas sin hueso. La gente hoy compra por precio, es algo que es muy barato. Es lo que ha ayudado que hoy haya un buen consumo de carne de cerdo. Gracias a la carne brasilera con los bajos precios la gente se ha acostumbrado a comer carne de cerdo. Actualmente comer un asado de cerdo es muy común.
¿Cómo están viviendo esta Expo Prado?
Todos los Prado son distintos. Hace 59 años que venimos a la exposición. Yo nací en un Prado. Las expectativas son las de todos los años, presentar los animales de la mejor forma. Mostramos el trabajo de todo el año. Es un atractivo trabajar todo el año cuando termina un Prado para el próximo Prado.
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