El Dr. Álvaro Delgado comenzó su militancia dentro del Partido Nacional en el departamento de Paysandú, de donde es oriundo. Fue electo Diputado en los periodos 2005-2010 y 2010-2015, ocupó una banca en el Senado en el periodo 2015-2020, y a pesar de ser reelecto, fue designado como secretario de la Presidencia, cargo al que renunció el 21 de diciembre del 2023 para iniciar la campaña política en la elección interna que definió su candidatura en representación del Partido Nacional.
¿Qué llevó a Álvaro Delgado a decidirse por Valeria Ripoll como compañera de fórmula?
A Valeria Ripoll la conocí en plena pandemia y no por su actividad sindical. Yo era secretario de la Presidencia y ella era la presidenta de la Fundación Abrazo Azul, que es una fundación para niños con trastorno del espectro autista. Es madre de un hijo autista y trabajaba por el tema de la integración del autismo. Y la verdad que yo tenía conmigo una persona que quise mucho, Félix, que era el chofer mío y que tenía un hijo con autismo severo. A partir de ahí generamos el vínculo y empezamos a coordinar acciones en el Estado, para empezar a tratar de dar soluciones a puertas que durante muchos años se habían golpeado y no se habían abierto. Se lograron algunas cosas, entre otras lo que se votó ayer del baremo único, que es muy importante. Ahí conocí a Valeria Ripoll.
Al tiempo, me dice Martín Lema que Valeria era una descreída de los políticos y hace siete años no hacía política, pero la verdad es que quedó muy sorprendida de cómo se abrieron las puertas y cómo hubo receptividad contra todos los prejuicios. Imaginate, un militante que viene de otro lado, sindical, contra los prejuicios de este gobierno en medio de la pandemia, como le puso el interés y puso su esfuerzo a tratar de coordinar cosas vinculadas a un tema de mucha sensibilidad social. Y ahí nos juntamos en una reunión y me dijo que quería militar en el Partido Nacional, por las mismas causas de siempre, pero que había vuelto a creer. Le dije: “Me encanta”, y me dijo algo que para mí marcó, y obviamente fue el germen de lo que vino después. Me dijo: “Dame un tiempito, porque para anunciar que voy al Partido Nacional, primero quiero renunciar a Adeom y a la Federación de Sindicatos Municipales, porque no soy de los sindicalistas que conciben que se puede tener dos camisetas”. Como está pasando hoy, que hay 27 dirigentes sindicales en las listas del Frente Amplio en actividad como dirigentes sindicales. Y la verdad que después de renunciar al sindicato, anunció su incorporación al Partido Nacional, me acompañó gran parte de las giras, y la verdad es que la vi con un potencial, con una sensibilidad social, con una energía, con unas ganas, con una empatía con la gente, que me quedó en el disco duro. Esa noche de la interna la gente nos dio la responsabilidad de ser candidato único con el 75%, y hubo que tomar la decisión. El Frente Amplio había tomado la decisión de poner como candidato a la vicepresidencia a quien había salido segunda, con el 30 y pico, exintendenta de Montevideo con un perfil muy metropolitano. El Partido Nacional, particularmente en interna, había bajado su votación en Montevideo y dije: ‘Bueno, acá necesitamos a alguien que le dé un aire nuevo a todo esto”, que cambie el paradigma del Partido Nacional, que abra el Partido Nacional los brazos a nuevas sensibilidades, y que además tenga una visión bastante metropolitana. Y sobre todo con causas que tienen que ver mucho con la militancia social. Y fue por eso por lo que le propuse ser candidato a vice esa noche. Con mucha sorpresa, pero con mucha determinación y valentía, me dijo: “Si tú entendés que yo contribuyo a que el Partido Nacional vuelva a ganar, contá conmigo”, y ahí lo anunciamos. Ese es el cuento corto con algunas cosas que no habían salido públicamente, pero pasó así.
Si el FA nombró a la segunda en votos, ¿por qué el Partido Nacional no lo hizo?
En realidad, el Frente Amplio nombró a la segunda que sacó más votos, sacó 35% y era la intendenta de Montevideo. Obviamente en el Partido Nacional las cosas fueron muy diferentes, los porcentajes también. Yo entendí que con el 75% histórico que ha sido, porque no hubo elección interna con este porcentaje de aprobación o de apoyo, que tenía la posibilidad de la espalda de tomar una decisión, y que además se la comuniqué en su momento a Laura y a Gandini, y los dos lo entendieron, comprendieron y apoyaron. Había cambiado el partido, había que pensar en octubre y en noviembre, cambiar el paradigma, abrir los brazos. El Partido Nacional cuando va al poder, abre los brazos a gente que viene de otras corrientes, con miradas y sensibilidades diferentes, y que venía a aportar. Lo hizo Herrera y lo hizo Wilson también. Me parece que eso habla muy bien del partido, un partido vivo, pero además que piensa para adelante y no para atrás.
En referencia a los proyectos anunciados en favor de la discapacidad, ¿podemos aclarar a qué apuntan?
Sí. Fue una discusión que tuvimos, siento mucho el tema de la discapacidad, también mi esposa está muy vinculada al tema. Valeria es una militante de esa causa, por motivos obvios, porque es madre de un hijo con discapacidad. Para mí lo importante en la campaña electoral, es actuar con mucho cuidado porque no hay que electoralizar esos temas y hay que hablar de políticas de Estado porque exceden a un gobierno, pero obviamente hay que mirarlo con luces largas.
Sobre seguridad, ¿que se hizo en esta gestión y qué se pretende hacer en el caso de asumir la Presidencia?
Agradezco la pregunta, porque es el tema más importante para la gente, y también el más importante para mí. Está pegado al tema del empleo, este gobierno ha tenido récord de personas trabajando y creó 100.000 empleos, tenemos el salario más alto en 49 años, bajó el informalismo y bajó la inflación, porque el empleo y la inversión son cosas asociadas, y a la educación también. Hemos hecho propuestas para la educación, para incluir en tiempo completo a todos los niños de los quintiles más pobres, y sobre todo un estímulo para los niños de los quintiles más pobres no abandonen el liceo y terminen en el liceo, sobre todo en el quinto y sexto, para que tengan igualdad de oportunidades para trabajar. Pero el más importante, o a la par de esto, es el tema de la seguridad pública. Es más, este gobierno va a tener una condición que no tuvieron los anteriores, es el primer gobierno del 84 para acá que le va a dejar al siguiente menos delitos de los que recibió. Es un dato de la realidad objetivo, los números del Observatorio de Criminalidad son los mismos que medían antes en los gobiernos del Frente Amplio. Es más, el FA fracasó en esta materia y por eso el 2019 fue uno de los años más violentos en la historia de Uruguay, con mayor cantidad de delitos. Hoy presentan al mismo elenco que fracasó. Por eso yo no quiero volver atrás, quiero seguir avanzando en esta línea que falta mucho, que hay cosas para corregir y hay instrumentos nuevos para aplicar. Hablo concretamente. Este gobierno confió en la Policía, le dio respaldo político y le dio respaldo jurídico. ¿Dónde se lo dio? La LUC. Permitió, entre otras cosas, en materia de seguridad, darle legítima defensa a la Policía, crear el delito de insulto a la Policía, que los grafiteaban, los insultaban o los escupían y no podían hacer nada. Duplicaron algunas penas de delito gravísimo, no se borran los antecedentes de los menores para delitos aberrantes, permite a la Policía pedir cédulas en la calle. Bueno, todas esas cosas permitieron a la Policía actuar sobre el delito. Tenemos que apuntar a más represión. No hay seguridad pública sin represión. En esto vamos a mantener más de mil efectivos en la Guardia Republicana. Vamos a generar descentralización en la Guardia Republicana con seis bases más, por lo menos, en el interior del país.
¿Hay posibilidad, en caso de que asuma la Presidencia, de impulsar cambios en el Código Penal que no otorguen tanta ventaja al delincuente frente a la Fiscalía?
Creo que es un tema para estudiar. Lo que yo no puedo hacer en esto es improvisar. Creo que hay algunas penas que están subvaluadas, sobre todo nosotros necesitamos algunos aumentos de pena de algunos tipos de delitos, tenemos que ser muy claros en eso. Después hay unos procedimientos que varios penalistas nos han hecho llegar algunas propuestas sobre el tema de mejora del Código, en esto tenemos que, de una vez por todas, tener un fiscal de corte que tenga el apoyo necesario. Me parece que habla de la madurez. Yo soy partidario de crear un Ministerio de Justicia para que pueda encargarse del manejo de las cárceles, en el mundo los que reprimen no son los que rehabilitan.
¿Qué hacer el día después de que quien cumple la pena sale de la cárcel? Todos reclaman pero ¿todos proponen?
Bueno, hasta ahora la propuesta la hemos hecho nosotros, los demás, lo que han hablado en seguridad es la victimización de la delincuencia, que yo no la comparto, la desprisionalización que yo no la comparto, y omitieron la palabra represión en las líneas programáticas, cosa que tampoco lo comparto. No hay seguridad pública sin represión. Ahora, la represión es condición necesaria, pero no suficiente, si no trabajamos también sobre los que salen por libertad anticipada o por cumplimiento condena, lo que estamos incrementando es permanentemente. Hay más de 15.000 privadas de libertad, o sea, la represión actuó y vamos a seguir actuando, ahora llega un momento que se van, o por cumplir la condena o por libertad anticipada, y el Estado tiene que estar cerca para darle oportunidades, porque si no, el tercer año hay un 76% de la incidencia, y es un círculo vicioso donde la oferta delictual aumenta permanentemente. Hay algunos programas a través de la Dirección Nacional de Apoyo al Liberado que funcionaron. Algunos funcionaron mejor, otros peor, y hay estos programas que se están usando ahora en el Ministerio de Interior en convenio con el Ministerio de Trabajo y el Mides, por el programa Oportunidades, que tiene que ver con empresas que se registran.
Hay más de 100 hoy, esperamos hacerlo mucho más, que se registran para la capacitación. Ahí ponemos el convenio con ANEP y con el Ministerio de Trabajo por curso de UTU o por curso de Inefop de capacitar dentro de las cárceles. Hay un ejemplo en la cárcel de Tacuarembó, que está funcionando muy bien con capacitación intracarcelaria, para poder trabajar enormemente en la capacitación de un oficio. Después el Estado subsidia el 80% del sueldo de la mujer y el 60% del sueldo del hombre durante un año, y la verdad que esa experiencia piloto fue muy exitosa. Si no trabajamos ahí y ampliamos ahí las condiciones de reinserción y de rehabilitación, la verdad que estamos rengos en materia de seguridad, porque la represión, estamos claros que tenemos que hacerlo, no tengo prejuicio ideológico en la represión, es más, yo creo que es necesario absolutamente. Pero también hay un momento que se van, y se van unos veintiocho por día de las cárceles. Necesitamos darle también la reinserción para que no caigan con la vulnerabilidad que salen, que no caigan en manos de lo más fácil.
¿Qué se propone en políticas de frontera?
Sobre políticas de fronteras hay un capítulo especial hecho por gente que vive en la frontera en nuestro programa de gobierno. Lo vivimos obviamente, ustedes saben mi vínculo con Paysandú, pasar al otro lado era algo habitual. Lo que pasó en los últimos tiempos con la diferencia cambiaría, rompió todos los relojes, porque en Argentina con catorce tipos de cambios diferentes, era imposible no pasar. Había gente en Paysandú que festejaba los cumpleaños del otro lado, y sobre eso es muy difícil de trabajar. Sobre la política cero kilo nadie está de acuerdo. Sí sobre los controles y políticas compensatorias. Yo creo que en esto lo que hay que tener es políticas que funcionen como gatillo, porque a veces no es que no se tomen medidas, a veces no se toman a tiempo. Por eso la política de gatillo implica que cuando funcionan determinados parámetros, bueno, se pueden disparar algunas acciones. Nosotros propusimos ahora un Uruguay más barato, por ejemplo, el tema del combustible, hacer dos franjas en las fronteras, hay un beneficio del Imesi en los 20 kilómetros, pueden extender un beneficio a los 60 kilómetros un poco menor, pero también pueden extenderlo para ser más justos. También algunas políticas compensatorias vinculadas al tema del empleo, al tema de algunos subsidios, al tema de algunos impuestos, al tema de algunas tarifas, y después algunos mecanismos que tienen un poco de sentido común. Ustedes saben que hay un tema, por ejemplo, vinculado al tema de las garrafas, ¿no? El tema del supergás. Se está estudiando en el Ministerio de Industria, están tratando de impulsarlo, que nos parecen de sentido común. Sobre todo, cuando tenés particularmente en Rivera, que es una frontera diferente a la frontera de Paysandú porque no hay que pasar un puente ni Aduana. Es mucho más que una frontera, es una ciudad binacional. Y hay que ver lo de la lógica de una ciudad binacional, donde en realidad no pasás a otro país, pasás a otro pedazo de la ciudad, que está en otro país. Entonces con esa lógica tenemos que actuar.
Teniendo en cuenta lo permeable de la frontera Rivera – Livramento, ¿se piensa colocar una base de la Guardia Republicana?
Bueno, en realidad en los lugares estamos habiendo personas con despliegues. La Guardia Republicana en este gobierno obtuvo tres bases nuevas, una es en San Carlos, en Maldonado, una en el norte de Tacuarembó, y otra en Bella Unión. Ahí en Rivera necesitás, además de despliegue de Guardia Republicana, una coordinación con la Policía Federal del otro lado. La otra vez estuvimos hablando con el ministro Martinelli sobre eso, de aceitar algunos mecanismos. Si hay ciudades binacionales y hay problemas binacionales, la delincuencia también es binacional. Aunque las jurisdicciones y los códigos penales sean diferentes, la coordinación de la actuación en la zona binacional de la ciudad tiene que tener una coordinación permanente, y que no implique sobrepasar ningún límite territorial, implique simplemente un hecho práctico de colaboración en el marco de la competencia de cada una de las fuerzas policiales. Así que yo creo en el refuerzo a la política de frontera vinculada a la seguridad. Nuestra idea es darle más competencias en ciertas cosas a las Fuerzas Armadas en el cinturón fronterizo, y para eso necesitamos una ley. Hoy tienen competencias a veces policiales a 20 km de la frontera, nosotros queremos ampliar un poco eso y darle más competencias en colaboración con la policía, en el tema obviamente de delincuencia, pero también el tema contrabando y el tema droga. Para eso necesitamos una ley y por ahí va nuestra propuesta.
¿Se debe trabajar para lograr una política regional?
En la aduana, en los contenedores que pasan por el puerto, para atacar uno de los focos que es el puerto de Montevideo sobre el tema del narcotráfico, en la primera semana de octubre, se van a inaugurar los tres escáneres nuevos. Había un solo scanner en el puerto, y uno que incluso se cayó al agua. Hace 17 años, está perimido. Por eso es un colador. Muchas veces pasaron cosas que no deberían pasar en el puerto de Montevideo. Porque también, más allá de actitudes dolosas que puede haber, se verán, hay que aún probarlas, pero también es verdad que hay tecnologías que no están. Este gobierno compró tres escáneres nuevos, se instalan en la primera semana de octubre. Después hay otro tema que tiene que ver con el tema de tránsito carretero. Ahí tienes que darle más potestades a quienes tienen que controlar. Y acá, incluso la policía, incluso las Fuerzas Armadas, sobre todo en la franja de frontera. Y tengo que decir más. Nosotros necesitamos, naturalmente, generar una coordinación regional, que tiene que ver con la actuación y tiene que ver con la inteligencia. Lamentablemente, era tan poca la colaboración que había en los gobiernos anteriores que cuando asumimos el gobierno, la DEA, la Agencia Vinculada a Drogas Americana, que colabora en inteligencia y en capacitación en América y tenía una base en Uruguay, se fue de Uruguay. Y cuando intentamos frenarla, la decisión fue irse a Buenos Aires, Argentina, porque no hubo colaboración del gobierno anterior. Es más, el gobierno anterior eliminó las direcciones de drogas de Montevideo, de Canelones y de varios departamentos. A eso hay que volver. La verdad que hay que volver, porque todo lo que sea capacitación e inteligencia es fundamental para poder después tener actuación y represión.
TE PUEDE INTERESAR: