El ministro dijo que se están haciendo “inversiones históricas en infraestructura”, incluyendo rutas y puentes aptos para el tránsito de camiones bitrenes y tritrenes.
El sábado 14 de setiembre Fernando Mattos realizó en la Expo Prado su último discurso de clausura como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca y en representación del Poder Ejecutivo. Además, fue su sexta participación en un acto de esa naturaleza, las dos primeras como presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), cargo que ocupó entre 2004 y 2006, y las cuatro restantes -desde 2021 como ministro.
El jerarca acaba de participar, el día 12 de setiembre en Brasil, de la reunión ministerial preparatoria del Grupo de Agricultura del G20. “Es una instancia para destacar, porque pone en agenda el tema de la producción agropecuaria, sus impactos económicos y sociales, los temas ambientales, la seguridad alimentaria, que es lo que preocupa al mundo porque hay 760 millones de personas que padecen hambre y un tercio de la población con temas de malnutrición”.
Uruguay no pertenece al G20, pero fue invitado y eso “es un reflejo de que a pesar de nuestra dimensión somos un país que genera respeto y reconocimiento”, expresó.
Allí y en otras instancias, “hemos alzado nuestra voz en la defensa del sector agropecuario, un sector que ha sido acusado indebidamente, sin fundamentos científicos, respecto de su responsabilidad en el cambio climático”. El agro es “la única actividad que emite pero también captura carbono atmosférico”, y mientras algunos tratar de imponer el “relato de que nosotros somos causantes del cambio climático, es lo contrario, somos las principales víctimas” por los daños que causa “la variabilidad climáticas que nos colocan en una posición de vulnerabilidad”.
“Nuca debemos olvidar que tenemos que mantener los equilibrios justos entre la sostenibilidad económica, la ambiental y la social, porque mucho más que un negocio, defendemos una característica de vida de millones de productores rurales que vivimos en esta región y que estamos llamados a ser el único continente de exportación neta de alimentos”, planteó.
Mattos se refirió a las disposiciones de la Unión Europea sobre la producción libre de deforestación, algo que “asumimos en forma responsable”, pero “detrás de esa normativa” se da “un paso más hacia el proteccionismo del comercio agrícola mundial”, y una vez generado ese antecedente “esta normativa va a ser utilizada por otros países que también tienen tendencias proteccionistas en un comercio agrícola ya demasiado protegido”.
Nuestro país es “referente en materia de ganadería sostenible” y por eso “está confirmado que la fundación Bill Gates, que ayuda a países en desarrollo, va a instalar un observatorio de la ganadería y ya hemos recibido delegaciones de Kenia y Etiopía que vinieron a apreciar el trabajo de Uruguay” en trazabilidad, genética e industrialización.
Mattos señaló que “preservar el monte nativo es responsabilidad de productores” y propuso que el productor reciba “señales claras y tal vez beneficios económicos: podemos incorporar más ingresos a la producción por la responsabilidad de cuidar este ambiente en función de la venta de servicios ecosistémicos que perfectamente pueden generar un ingreso al productor que lo comprometa aún más para sostener los recursos naturales en forma sostenible”.
Apertura de mercados
Destacó los esfuerzos para abrir mercados, y comentó que “es importante que esa sea la estrategia del país”, sin perjuicio de los resultados negativos como país miembro del Mercosur. Sin embargo, “ha habido avances” con el reciente cambio de posición de Argentina y el trabajo de la Confederación Agropecuaria de Brasil, que generó un trabajo en el que señala que “un tratado de libre comercio beneficiaría también a Brasil, aumentando 1,4% el producto interno bruto y generando más empleo”. Por tanto, el sector privado de Brasil tiene “la intención de avanzar en la decisión política de negociar tratados de libre comercio con el Mercosur y eso sería un cambio absolutamente importante para la realidad económica comercial del Uruguay”.
Pero Uruguay “no descansa e hizo micro acuerdos”, como la colocación de lengua en Japón, los estómagos en China, la carne con hueso a Israel, el sorgo a China, la genética, las exportaciones de ganado en pie y los caballos deportivos”, entre otros. “Tenemos 107 mercados abiertos y pretendemos finalizar con más de 120”.
Sequía, inundaciones y dólar
El ministro señaló que “estamos en un momento complejo, con la mochila de la peor sequía de la historia”, que generó un “enorme esfuerzo del Ministerio para mantener el sector productivo de pie ante el menoscabo de los ingresos, el aumento de los costos y la afectación económica del entorno”.
Luego, “vinieron las inundaciones con un primer semestre que tuvo la cosecha más difícil y extensa por las condiciones de dificultad, pérdida de calidad en los granos, el sobrecosto por el secado, la cosecha en el barro”.
En ganadería “tuvimos dificultades en la siembra, en las pasturas de invierno y la caída de la remisión de leche”.
El dólar “también nos preocupa, no lo negamos, y las indicaciones vienen por el lado de mejorar el gasto público que se viene haciendo y la corrección del déficit fiscal. Pero tuvimos que enfrentar la pandemia, los efectos de la invasión rusa, el impacto en la energía, la inflación internacional, el tipo de cambio con Argentina generó fuga del consumo hacia el país vecino, la sequía causó pérdidas por US$ 1800 millones, que sumado al resto de las adversidades significan casi US$ 4300 millones” de pérdida totales. “Aun así estamos un punto porcentual por debajo del déficit fiscal del 2019”.
En esa situación, “el gobierno tomó la decisión de bajar la presión tributaria”, lo que “ayudó a que la clase media uruguaya pudiera tener mejores condiciones de ingreso, mejor consumo y eso es un factor de activación de la economía”.
Competitividad
Sobre la competitividad, Mattos dijo que es un tema para tratar de “forma integral”, porque “no es solamente el tema del tipo de cambio que sí tiene su importancia”; también es “el shock de inversiones históricas en infraestructura”, con modificaciones en rutas y puentes “para dar posibilidades de que puedan transitar camiones bi y tritrenes”.
No menos importante es “la profundización del de acceso al puerto de Montevideo” y el incremento de la “capacidad de carga, inversiones que se están haciendo en las terminales, tanto privadas como públicas”.
Las “conectividad con más de 100 radiobases inauguradas, la mejora de internet, de fibra óptica en el interior, las más de 5000 viviendas de Mevir, la electrificación rural por la cual casi no quedan lugares sin conexión” también implican competitividad.
Campaña de la bichera como política de Estado
En temas de sanidad destacó los “muy buenos resultados en brucelosis y tuberculosis” y el trabajo que se hace sobre la “garrapata, con jornadas de discusión, de planteos y de escucharnos entre todos para ver cuál es la mejor estrategia para enfrentar una parasitosis que aumenta su incidencia, el costo y las pérdidas del productor”.
El jerarca señaló que en el combate a la bichera el Ministerio recibió un “proyecto vacío que solo era un enunciado”, pero se actuó en la vía “legal, constituimos el fideicomiso, se obtuvieron los fondos, se votó la priorización y se constituyó la gobernanza con los productores porque el dinero proviene del aporte a los productores”.
No obstante, nos encontramos con una realidad generada fuera de Uruguay, en Centroamérica, porque esa región tuvo un retroceso en su sanidad y debe producir la tecnología para la región. Eso repercutió en la estrategia de Uruguay y se debió busca alternativas, surgiendo la posibilidad del Instituto de Sanidad y Calidad Alimentaria de Mendoza, que genera moscas esterilizadas para la mosca de la fruta y puede adaptarse para hacerlo con la mosca de la bichera. “Vamos a hacer todo el esfuerzo para este año dispersar la mosca e iniciar el proceso, que entendemos que tiene que asumirse como una política de Estado”.
Riego, subsidios y obra pública
Uno de los puntos sensibles de la producción a cielo abierto es el riego, y Uruguay debe “tomar medidas y acciones”. Tenemos el estímulo a través de la Comap, que “no es suficiente” porque “no atiende a los pequeños y medianos productores”, y los que pueden acceder “no han adoptado esta técnica en forma masiva” como debería hacerse.
Es una inversión que “requiere recursos financieros” y el BROU “ha sido punta en el financiamiento”, pero quizá haya que transitar el camino del “subsidio si es necesario”, como “ya lo hicimos con la cadena forestal”.
Mattos opinó que tampoco se debe “rehuir a la posibilidad de la obra pública para llevar adelante las represas multiprediales, que al final nunca se llevaban a cabo porque hay una serie de dificultades y es difícil que se pongan de acuerdo los productores en la distribución de una cuenca”.
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