El jueves Peñarol estará jugando en Maracaná el primer tiempo de un duelo ida y vuelta que determinará uno de los semifinalistas de esta Libertadores.
Algunos sostienen con razón que nada habría que temer. Peñarol tiene en sus vitrinas 5 Libertadores contra 3 de Flamengo. Por si fuera poco, Peñarol es tricampeón mundial y los cariocas apenas lo fueron una vez.
Pero…y en el pero está el problema, mientras Flamengo en las últimas 5 copas, jugó 3 finales y ganó 2, Peñarol desde su última final en 2011 nunca más pudo pasar tan siquiera la fase de grupos, si es que le tocó clasificar al torneo. Además, no la gana desde 1987.
Entonces son los cariocas los que podrían no temer.
Fresco está el recuerdo de la Libertadores de 2019 cuando Peñarol en fase de grupos ganó en Maracaná con gol del argentino Viatri y empató en Montevideo. Pero quedó eliminado en esa misma fase mientras Flamengo salió campeón.
Para entender lo sucedido desde aquel ya lejano 1987 y sobretodo en el último lustro hay que destacar que el plantel de Flamengo cuesta (si un jeque quiere comprarlos a todos) 240 millones de dólares y el de Peñarol apenas 35 millones.
Dos detalles muestran la diferencia que hay. Flamengo tiene 4 titulares de su equipo que son de selección uruguaya. Guillermo Varela, Nicolás De La Cruz y Giorgian de Arrascaeta además de Matías Viña que está lesionado. Peñarol no tiene ningún jugador ni siquiera entre los primeros 40 o 50 futbolistas que habitualmente reserva Bielsa, mucho menos alguno que esté cerca de la selección titular, ni siquiera con 14 suspendidos o lesionados.
Imaginemos que Peñarol pudiese contar con Nández, Valverde, Pellistri y Darwin, más otros jugadores uruguayos de primera línea y algunos extranjeros de nivel selección de su país. De hecho, Flamengo tiene 6 extranjeros de selecciones de otros países.
Igual el hincha de Peñarol sueña con pasar de fase. Que así sea.
El campeonato uruguayo muestra una superioridad aplastante de los grandes. Peñarol lleva 62 puntos y Nacional 57. El tercero es Defensor y está con 40. Muchos creen que eso transforma al campeonato en aburrido. Otros entienden que se da la lógica y así debería ser siempre.
En realidad, es así casi siempre. Cuando Liverpool ganó el último campeonato uruguayo los grandes llevaban 9 en forma consecutiva. Y para que los negriazules llegaran al título hicieron un esfuerzo económico muy grande, no tanto porque hayan contratado estrellas sino porque pudieron sostener una base de un plantel que venía ganando torneos cortos.
En este año los grandes se armaron mejor que en anteriores temporadas. Peñarol está entre los 8 mejores de la Libertadores y Nacional al menos peleó el primer partido con San Pablo con total dignidad.
Peñarol y Nacional tienen planteles que valen en el entorno de los 30 millones de dólares. ¿Cómo los ubicamos en el concierto local e internacional?
Lo explico. Ligando con los cruces se puede llegar entre los 8 de la Libertadores. A Peñarol le tocó un boliviano. Si Nacional hubiese enfrentado a Colo Colo de Chile o Junior de Barranquilla seguramente también estaría entre los 8. Pero le tocó San Pablo.
A nivel de Sudamericana nuestros grandes con estos planteles podían haber peleado con chance lugares en semifinales. Pero no la jugaron porque les fue demasiado bien.
En lo local los mejores chicos tiene 3 o 4 veces menor plantel que los grandes. En lo internacional Flamengo o San Pablo, también River o Botafogo y otros superan a los nuestros en una proporción de 7, 8 o 9 a 1. Una misión imposible. Por ejemplo, Peñarol podría pasar a Flamengo en forma hazañosa, pero luego debería jugar contra San Pablo o Botafogo y en la final seguramente con River en su cancha. No parece sensato. Demasiada desventaja.
Entonces lo que vemos a nivel local es razonable, tanto como lo que nos sucede a nivel internacional desde 1989, pero sobre todo desde el 2000 y mucho más aún desde el 2011.
El tiempo pasa y la brecha se agranda. Dentro y fuera de fronteras. Puede no gustarnos, pero es una realidad.
Lo que no me parece bien es que los uruguayos nos flagelemos pensando en que los demás tienen campeonato bárbaros y el nuestro es aburrido por las diferencias en las tablas de posiciones o porque siempre ganan los mismos.
Aburrido es Francia que tiene al PSG que ganó 10 de las últimas 12 ligas.
Aburrido es Italia que tiene a Juventus que ganó 9 de las últimas 12 ligas y fueron consecutivas. Además, en los últimos 23 años solamente ganó una liga el Nápoles, fuera de los 3 grandes que son Inter, Milan y Juventus.
Aburrido es España que de las últimas 20 ligas solamente ganó 2 veces el Atlético Madrid y el resto se repartió entre Barcelona y Real Madrid.
Aburrido es Alemania que de las últimas 12 ligas ganó Bayern Munich 11 en forma consecutiva y el campeón actual es Bayern Leverkusen.
Divertido era Inglaterra hasta que llegó el jeque del Manchester City. De las últimas 6 Premier el City ganó 5 y de las últimas 12 el equipo de Haaland ganó 9.
En Argentina solamente River y Boca pueden pelear en copas internacionales, y en Brasil son 4 o 5 los que llegan a posiciones importantes a nivel de Libertadores. Poco para países tan grandes.
Por lo tanto, propongo dejar de torturarnos y entender que no somos los únicos que tenemos campeonatos locales con pocos con chance de ser campeones. No hay que olvidar que Uruguay tiene el tamaño demográfico de cualquier capital europea, y es un barrio de Buenos Aires, San Pablo, Río de Janeiro o México. Pero pretendemos tener una liga del nivel del primer mundo del fútbol.
Entendamos que no hay gente, no se pueden llenar más tribunas que las del Gran Parque Central y el Campeón del Siglo. En base a eso surge todo lo demás y nos enojamos cuando un cuadro chico para subsistir vende su localía o desarma el equipo después del Apertura o es capaz de ganar un campeonato como Liverpool y quedar entre los últimos en el siguiente.
Así que nada me sorprende. Peñarol y Nacional van mano a mano a definir este campeonato uruguayo y a su vez los aurinegros deberán apelar a viejos milagros para avanzar en la Copa y soñar con la sexta.
Si suponemos que de cada 5 veces que jueguen ida y vuelta Peñarol y Flamengo, el equipo uruguayo podría ganar 1, si luego en caso de probablemente enfrentar a Botafogo o San Pablo otra vez tendría una chance en 5 y si llegara a una final posiblemente ante River en partido único en el Monumental se repetiría la hipotética chance de 1 triunfo en 5 partidos podríamos decir, según los que manejan las matemáticas, que Peñarol tiene una chance en 125 de ser campeón y conseguir la sexta.
Es una obsesión, no es razonable, pero en caso de darse será una hazaña mayor a las 5 copas anteriores. En 1960 ante Olimpia, 1961 ante Palmeiras, 1966 al dar vuelta un 0-2 ante River para ganar 4 a 2, las agónicas victorias ante Cobreloa en 1982 y América de Calí en 1987, ninguna de esas copas tuvo la dificultad que presenta la de este 2024.
Veremos.
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