La Pontificia Academia de las Ciencias Sociales organizó el 5 de febrero en el Vaticano una conferencia titulada “Nuevas formas de fraternidad solidaria. De Inclusión, integración e innovación”.
El documento de presentación comienza afirmando que “a lo largo de toda su vida, Jesús no sólo predica la justicia, sino que la práctica y la vive a través de la solidaridad y misericordia con el prójimo, especialmente con los más postergados”. “La solidaridad es uno de los tres pilares de la Doctrina Social de la Iglesia, junto a la subsidiaridad y al bien común. Estos han sido y son un eje fundamental del Magisterio Pontificio del último siglo”, indica el texto.
De la conferencia en el Vaticano participaron los expertos uruguayos Enrique Iglesias (ex BID y SEGIB) y Jorge Notaro (presidente de FONPLATA).
“En tiempos de creciente desigualdad social y económica, donde la propia democracia está siendo puesta en tela de juicio por su dependencia de los grandes intereses económicos y los pueblos a lo largo de todo el mundo son manipulados por ventajas egoístas de creciente desarticulación social, se hace más necesario que nunca recuperar la solidaridad entre las personas, los pueblos, los gobiernos y los organismos internacionales”, remarca el documento.
La apertura estuvo a cargo del canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, junto a su presidente, el economista italiano Stefano Zamagni, y el secretario de Asuntos Estratégicos de Argentina, Gustavo Béliz.
Antes del comienzo de los paneles, el economista estadounidense Joseph Stiglitz realizó una intervención sobre las transformaciones en la economía global. El primer panel sobre las nuevas reglas para la estabilidad social tuvo la participación de académicos y expertos como Jeffrey Sachs, Rob Johnson, Adela Cortina, Enrique Iglesias, Janine Berg, Rohinton Medhora, Michael Shifter, José Antonio Belaunde y Juan Notaro. Mención especial merece el hecho que también el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Card. Luis Ladaria, fue uno de los oradores apuntando al discernimiento ético en aspectos vinculados a la economía y las finanzas.
También se destacó la participación de la presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, sobre las nuevas prioridades en la economía mundial.
En tanto, el segundo panel dedicado a la transformación de las reglas de la arquitectura financiera internacional contó con la intervención de la presidente de CEPAL, Alicia Bárcena, y de varias autoridades económicas de distintos gobiernos como México, Paraguay, El Salvador, España y Francia. También lo hizo Neil Herrington, vicepresidente para las Américas de la Cámara de Comercio de EEUU, sobre el rol de los negocios para alcanzar un comercio ético, justo e inclusivo. Participaron además representantes del Banco Centroamericano de Integración Económica y del Banco Mundial. Pero una de las participaciones más esperadas fue la del flamante ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán.
Se dudaba hasta último momento si el papa Francisco iba a acudir al encuentro, lo que finalmente sucedió y provocó un gran entusiasmo en los asistentes que escucharon atentamente su mensaje. Por la significación del encuentro se trató de un esfuerzo mucho mayor que acercar a Argentina y al FMI en busca de generar mejores condiciones. Como pastor universal, Francisco apuntó a la globalidad del problema, buscando soluciones integrales que armonicen las finanzas mundiales con el desarrollo de los pueblos en todo el planeta.
El portal #FactorFrancisco, dirigido por Néstor Borri y Santiago Barassi, publicó una crónica sobre la conferencia y el rol del Sumo Pontífice. En un fragmento señalan que “la resolución de la crisis de la deuda argentina es necesaria no para que le vaya bien a Guzmán o Fernández: es indispensable para que el pueblo argentino no vuelva a sufrir una crisis casi terminal”. “Esto no es una abstracción política, pastoral, económica o diplomática: se trata de una generación que puede quedar afuera no solo de la dignidad sino también de la vida misma”, agregan.
No obstante, el espaldarazo al gobierno argentino en esta coyuntura fue bien recibido. “Argentina es una oportunidad para sentar una nueva forma de proceder a nivel mundial para que las resoluciones de crisis de deuda soberana sean sostenibles”, escribió el ministro Guzmán en su Twitter. “Queremos darle a los acreedores la chance de tener un proceso ordenado y constructivo. Somos muy claros en que esta profunda crisis debe resolverse de manera rápida, transparente y con buena fe. Restaurar la sostenibilidad de la deuda es requisito necesario para volver a crecer”, añadió.
El papa Francisco llamó a los organismos multilaterales de crédito a que asesoren a las diferentes naciones teniendo en cuenta el concepto de la justicia fiscal y la promoción de los más pobres
Mientras tanto, la búlgara Kristalina Georgieva del FMI también se expresó en las redes sociales a raíz del evento. “Mi inmensa gratitud al papa Francisco por unirse a nuestro diálogo y por sus palabras inspiradoras. ¡Compartimos plenamente su visión de que la economía global necesita ser más inclusiva, más fraterna y debe preocuparse por nuestro hogar común, nuestro planeta!”, señaló. “América Latina ha progresado significativamente en la reducción excesiva de la desigualdad, pero el reciente aumento de los disturbios sociales en algunos países nos recuerda que se debe hacer más. Necesitamos reconstruir la confianza e invertir en las personas”, subrayó la jefa del organismo, quien es considerada de una línea distinta a la de su predecesora, la francesa Christine Lagarde.
Una misión del FMI llegará este miércoles 12 a Buenos Aires para tratar la renegociación de la deuda. Según la Secretaría de Finanzas de Argentina, la deuda bruta del país asciende a 323.177 millones de dólares, de los cuales 194.000 millones corresponden a deuda en títulos públicos de mediano y largo plazo. Previamente, este martes el gobierno decidió reperfilar el bono AF20 (bono dual) dejando afuera a los tenedores individuales, cuyo vencimiento estaba previsto esta semana. La medida llegó después que el ministerio de Economía acudió al mercado financiero el pasado viernes ofreciendo títulos con quita del 12% que terminaron en una licitación que se declaró desierta. Las consecuencias fueron la caída el en valor de los bonos en dólares y en pesos, subida del riesgo país y cotización del dólar por encima de los 61 pesos.
En Argentina hay un 40,8% de pobreza, de acuerdo a los datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina (Universidad Católica). Además, el 8,9% de la población vive en la indigencia. Según un artículo publicado por Fernando Rosso en Tiempo Argentino titulado “La pesada herencia”, de acuerdo al Indec la tasa de desempleo en el conjunto de los aglomerados urbanos alcanzó el 10,6% cuando Macri dejó el poder, siendo la juventud la más afectada por la desocupación.