El encierro tiene una capacidad máxima para 160 animales en un periodo de 120 días de engorde. En total se podrían terminar unos 500 novillos por año, distribuidos en distintos lotes. En diciembre comienzan las inscripciones y, de acuerdo con las consultas y preinscripciones, hay una buena demanda de estudiantes para el próximo año. Por tratarse de un régimen de internado de lunes a viernes, los cupos son limitados.
¿Cómo surgió esta iniciativa?
Esto comienza a iniciativa del director general, Juan Pereyra. A partir de la idea que él plantea, se realizan todas las tareas de infraestructura para poder hacer la instalación del feedlot. Es el primero a nivel de escuelas agrarias y el objetivo general es ser el centro de terminación de novillos de todo el país. Los animales que tengan un peso de 350 kilos vienen a Sarandí Grande y se los termina en ese feedlot. Este año se empezó como una prueba, pero para el año que viene se hará un poco más establecido.
¿Qué capacidad de animales puede alcanzar el feedlot?
La cantidad de animales que se pueden terminar depende básicamente de los ciclos que se cumplan. El feedlot en sí tiene capacidad para 160 animales de forma instantánea durante un periodo de unos 120 días para que esos novillos ingresen con 350 kilos y salgan con 500 kilos. Ese ciclo de 120 días se puede repetir varias veces a lo largo del año, lo que quiere decir que si lo hacemos dos o tres veces en el año estaría dando más o menos unos 500 novillos.
¿Cuánto hace que comenzaron la etapa de prueba?
La infraestructura del feedlot, que implicó caminería de ingreso e instalación de los corrales, se terminó en abril. En mayo se empezó a encerrar animales y ya han salido dos lotes. Además, se ha hecho una recría, ya que no había disponibilidad de novillos de ese peso. Este fue un año de prueba y ajuste. Eso implica una cantidad de tareas y actividades que llevan su tiempo de adaptación.
¿Los animales que ingresan provienen de otras escuelas agrarias?
Las escuelas tienen en general rodeos de cría y tratan de terminar los novillos. Obviamente, muchas veces por un tema de espacio, de comida u otro factor no se pueden terminar. Eso implicaba que muchas veces, cuando entraba el invierno, había que venderlos sin estar terminados. El objetivo que se está planteando es que las distintas escuelas críen los novillos hasta los 350 kilos y vengan hacia la Escuela de Sarandí Grande para ser terminados. Eso implica una serie de cambios a nivel de todas las escuelas y una serie de coordinaciones que se van a ir afinando para que reciban los terneros que nosotros producimos, los recríen y nos los envíen a medio terminar.
¿Cuáles son las razas que trabajan?
Casi todas las escuelas tienen Aberdeen Angus. Eso no quiere decir que no haya Hereford y cruzas. La idea es recibir los terneros de las distintas razas. Generalmente no estamos terminando Holando, pero son experiencias que en definitiva a nosotros desde el punto de vista educativo nos sirve. Es decir, también vamos a terminar novillos Holando para que los estudiantes vean las diferencias que puede haber en la terminación de un Holando, un Aberdeen Angus, o un novillo cruza.
¿Como se obtienen los alimentos para el ganado?
Este año en particular los alimentos son básicamente comprados. Nosotros producimos maíz, que se complementa con la ración que se compra. Para el año que viene ya se está planificando y se están haciendo los cultivos correspondientes de sorgo forrajero y maíz propios para poder terminar, aunque obviamente se van a tener que comprar las proteínas y los núcleos. La idea es que nosotros mismos produzcamos la mayoría del alimento para el encierro.
Debe ser muy interesante que los estudiantes se eduquen con esta práctica. ¿Cómo se desarrolla?
Los alumnos tienen una formación básica sobre todas las etapas del encierro y las dificultades que puedan surgir durante el trabajo. Desarrollan toda la parte de registración de datos, cuánta comida se da, cuánto pesa el animal en el inicio, qué eficiencia de conversión tienen. Se hacen lecturas de comederos, de bostas y todo el tema sanitario. Por ejemplo, ahora se está desarrollando un ensayo en cobre. Es decir, cuál es la respuesta de los animales durante el encierro a distintas dosis de cobre y en distintas etapas. También se trabaja con distinto tipos de dietas y qué es lo que pasa con ellas. Por ejemplo, este año se hizo recría, entonces la dieta es distinta de la que se hace en una invernada y con distinta intensidad. A lo largo del proceso los estudiantes van aprendiendo una serie de datos, como cuánto salen los novillos a la hora de comprar, cuándo conviene comprar, a qué precios conviene comprar sabiendo la fecha en que van a salir y con qué peso, cuánto es el costo de la ración y cuánto tendría que valer para se justifique el encierro. No es solo venir, encerrar y dar de comer.
¿Dónde está el encierro?
La escuela agraria ocupa un área de 420 hectáreas. Se divide en dos fracciones, una en Sarandí Grande de 120 hectáreas y una fracción que está a 26 kilómetros, de 300 hectáreas. En ese campo auxiliar se desarrolla la cría vacuna, ovina, el encierro y la producción de cultivos y pasturas. En ese lugar tenemos 200 vacas de cría, de las que sacamos las terneras para reposición y los machos para encierro y 60 ovejas. En Sarandí Grande tenemos un tambo que se desarrolló con un proyecto Agua, Vida y UTU y la recría de hembras para el tambo.
¿Cuál es la orientación de la escuela agraria de Sarandí Grande?
Nosotros somos curso técnico terciario agrícola ganadero. Se desarrolla durante dos años, con un proceso de pasantía y una tesina final. Básicamente, acá tienen que venir con bachillerato aprobado. La currícula está conformada por cuatro ejes básicos: producción agrícola forrajera, producción lechera, producción de bovinos de carne y producción ovina. Además, tiene gestión, alimentación, nutrición, sanidad y talleres que se desarrollan a lo largo de los dos años del curso.
¿De dónde provienen los estudiantes?
Los alumnos provienen de los lugares más diversos. Nosotros tenemos alumnos de Guichón, Paysandú, Lavalleja, Montevideo, Florida, San Ramón, Montes. La Carolina, Minas de Corrales, Paysandú y Cerro Largo son escuelas que también desarrollan el mismo curso. La idea es que los alumnos tengan las distintas opciones de acuerdo con dónde residan en el país. Nosotros tenemos el único encierro del país y los estudiantes muchas veces eligen esta opción por la diversidad de producción que pueden tener.
¿Cuál es el perfil de los egresados y cuáles son sus primeras experiencias en el mundo laboral?
Acá salen como técnicos agrícolas ganaderos y pueden desarrollar tareas que tengan una referencia a estas áreas. Desde el punto de vista laboral, lo que nosotros hemos visto en esto años es que muchas veces la gente llama a la escuela para pedir jóvenes que quieran trabajar, y eso significa que tenemos muy buena demanda laboral. También depende del deseo de cada uno, a qué se quiere dedicar. Muchos trabajan en otras áreas como técnicos en distintas empresas que desarrollan tareas de ventas, comercialización o asesoramiento y que no necesariamente trabajan en establecimiento rurales. La idea es formar gente capacitada para desarrollar tareas en distintas áreas y que se puedan desenvolver sin ningún problema.
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