Recordado por su papel clave en la salida a la crisis del 2002, Sténeri fue un hombre que supo abordar varias actividades de la vida a la vez, lo que evidencia capacidad e inteligencia, en un ser humano valiosísimo para el país.
En la tarde del jueves 14 de noviembre falleció el economista Carlos Sténeri (1945-2024), el velatorio se realizará el viernes 15 en Forestier Pose de 08.00 a 13.00 horas, a las 14.00 horas será el sepelio en Parque Martinellli.
Con su partida Uruguay pierde a un referente de la economía y la función pública nacional.
Hoy es muy recordado -con justicia- por el rol que desempeñó en la crisis de 2002, momento en que muchos perdieron el norte y a otros las dificultades les alteró los nervios. Pero Sténeri fue un importante referente, guía tranquilo y firme, porque sabía cuál era el puerto al que debíamos llegar, y contribuyó para lograrlo a pesar de las tormentas del momento. Por eso supo ser un importante negociador con el Gobierno estadounidense para salvar a Uruguay del default que otros se apresuraban en anunciar.
Sin embargo, reducir sus aportes al país a esa instancia es no valorarlo suficientemente, porque toda su vida fue una rica trayectoria humana y profesional.
La Mañana conoció muchas de sus facetas, y como medio de comunicación nos sentíamos cercanos a él y él a nosotros, siempre aportando con la riqueza de su estilo, la profundidad de sus argumentos, la sensibilidad de sus gestos enriquecía el diálogo y el natural intercambio democrático.
Era un docente en las conversaciones casuales, porque siempre hacía pensar; docente en el periodismo, por sus columnas de análisis y opinión, cuya lectura siempre era recomendable; docente en las entrevistas que concedía y en las que imprimía su aguda inteligencia para referirse a los temas de estructura o coyuntura sobre los que se le preguntara.
También se desempeñó como presidente del Consejo de Administración del Instituto Pasteur; la Academia de Economía lo despidió como “querido miembro del Consejo Directivo y Académico de Honor”; fue asesor de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) entre 1979 y el 1988 y productor lechero.
Su fallecimiento significa una pérdida enorme para el país, la academia y el periodismo.
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