En un logro que va más allá de los deportivos, el Ministerio del Interior, a través de la Dirección de Convivencia y Seguridad Ciudadana a cargo de Matías Terra, presentó un video donde se destacaron los avances del programa Pelota al Medio.
¿Qué podemos decir respecto de los logros del programa Pelota al Medio, que llega a participar de competencias internacionales con chiquilines que han llegado a ocupar lugares de destaque en cuartos de final entre 83 equipos del mundo? ¿Cómo lo va desarrollando el Ministerio del Interior?
Pelota al Medio abarca mucho más que este viaje, es un programa que ya viene hace 14 años dentro del Ministerio, es el único programa social que tiene el Ministerio del Interior y se enfoca a aquellos jóvenes que están por fuera del sistema educativo. Estamos trabajando en los barrios de contexto crítico, de Montevideo, de Canelones, del interior del país y se hacen distintos talleres de violencia en el noviazgo, ciberbullying, cómo manejarse con las redes sociales y demás. Se han captado entre todos esos talleres a 60 gurises, que aparte conforman dos categorías de fútbol, sub-16 y sub-18, los cuales ahora están todos institucionalizados, están todos yendo a alguna escuela, liceo o UTU y en función a cómo se van manejando en la currícula, si van cumpliendo con la ida a clases, si van cumpliendo con no tener baja y demás, practican el fútbol, juegan martes y viernes, y los domingos juegan en la Liga Universitaria desde hace años. Entonces son dos categorías de 60 gurises, sub-16 y sub-18, que vienen hace años jugando y este año tuvimos la posibilidad de viajar a Suecia a un campeonato mundial juvenil de los más viejos del mundo, el más antiguo de todos, en el que hacía 20 años que Uruguay no participaba. Entonces Uruguay volvió a participar y es la primera vez que lo hace con un equipo social como este. La mayoría de los gurises ni siquiera habían salido de Montevideo, entonces fue una experiencia muy buena y fue también como un premio que se les dio por su esfuerzo, por haber terminado. Muchos de ellos ya terminaban el liceo, ya algunos están iniciando la facultad y demás.
Logramos con apoyo de empresas poder llevar a los gurises a jugar a Suecia. Era un poco ir a competir en lo futbolístico, pero también que fuera una experiencia que les generará, les aportará nuevas cosas a sus vidas, como por ejemplo que conocieran otra parte del mundo y que también representarán a Uruguay allá. Fue más que superar las expectativas. Futbolísticamente, los gurises terminaron dentro de los ocho mejores del mundo con 83 equipos en total, con equipos de colegios y escuelas privadas de allá de Europa. Y no solo eso, sino que generaron también, que es lo que busca el programa, una convivencia con el afuera. Hubo una gran cantidad de uruguayos, una colectividad de uruguayos muy grande que vive allá en Gotemburgo, que era la sede del campeonato de fútbol en Suecia, que se conocieron solamente yendo a ver a los gurises a jugar al fútbol. Muchos de los uruguayos que estaban allá comentaban que no sabían de la existencia de otros uruguayos. Se conocieron ahí, generaron algo muy lindo mediante el contacto con los gurises. A medida que iban pasando los partidos, se iban acercando, les donaron pelotas de fútbol, les lavaban la ropa, los apoyaban también con una cuerda de tambores para hacer una hinchada. Se genera algo muy lindo y generamos un material audiovisual muy bueno, que la gente de la división de comunicación de acá del Ministerio aportó. Fue el otro día lo que presentamos en el Movie, como broche de oro y cierre. Y ahora el programa, al tener dos categorías, la categoría sub-16 nos venía solicitando que ellos también querían tener una experiencia fuera de casa, así que ahora el jueves 5 de esta semana, la categoría sub-16 también va a tener su viaje y va a viajar a una copa en Florianópolis.
Hablamos de un logro que va más allá del deporte, como dice el mensaje, hablamos también de esfuerzo, resiliencia y esperanza.
Porque aparte, como yo decía, fue un plantel corto de gurises que practican dos veces por semana y se enfrentaron con cuadros que practican todos los días, que tienen otro tipo de entrenamiento, que practican en cancha de primer nivel, que tienen una alimentación acorde también a su rutina deportiva. Pero, bueno, ellos sacaron la garra típica nuestra, charrúa uruguaya, y los gurises la verdad que están muertos físicamente, exhaustos, y jugaron contra equipos que eran favoritos. Y lograron eso, tuvieron resiliencia. Hubo un día que jugaron tres partidos seguidos, casi sin cambio. Es una enseñanza más de vida, más allá de lo deportivo. Fuera de la cancha también se vinieron con un montón de vínculos, no solamente de los otros equipos de jugadores, sino que vínculos con uruguayos, que incluso dos de esos uruguayos que se encontraban allá vinieron a Uruguay también y fueron a verlos acá. Entonces generamos un muy lindo vínculo. Y ya las autoridades de allá, el cónsul, también nos están solicitando que volvamos el año que viene, porque es una copa que se hace todos los años. Y bueno, es un poco el espíritu, un programa que viene hace años entre el Ministerio de Interior, que lo que trata es de formarlos en valores, de convivencia, de respeto, de resiliencia, de esfuerzo.
Ustedes tratan de utilizar esto como una herramienta de inclusión social, pero además de superación personal. ¿Esto se nota?
De estos 60 gurises que juegan en el proyecto de fútbol, por ejemplo, ninguno estaba institucionalizado, ninguno estaba ni en una escuela ni en un liceo. Muchos vienen de contextos familiares bastante complicados. Algunos no tienen padres, otros se criaron prácticamente solos. Entonces eso, con el equipo multidisciplinario que los ha acompañado, de un preparador físico, un asistente social, un psicólogo, se les hace un seguimiento a los gurises de forma tal que puedan cumplir con su currícula y que también puedan hacer lo que les gusta, que es jugar al fútbol. Y yo creo que el deporte, en esto hay que hacer hincapié, es fundamental para tener un anzuelo, un ancla en aquellos gurises que los podemos tener un poco perdidos, o que no dan pie con bola, o que no puedan estar acompañados por una familia, puedan estar acompañados por el programa y poder llevar sus sueños adelante. Muchos de ellos ya están pidiéndome entrar a alguna facultad, o pidiendo también estudiar inglés. Porque una de las cosas que el viaje les dio también fue la barrera del idioma, se dieron cuenta de que para poder comunicarse y hablar con otras personas necesitaban del idioma. Vinieron y me pidieron para ver algún curso de inglés. Eso es el programa en sí, el viaje es una frutillita de la torta, para todo el esfuerzo, pero también representa de la mejor manera a lo que aspira el programa, tratar de transmitir valores y tratar de que en base al esfuerzo las cosas se puedan conseguir.
¿Esto impulsa la superación personal de estos jóvenes?
Exactamente, sobre todo con gurises que a veces no están del todo acompañados, que viven en distintas realidades. Hay muchos de ellos que pasaron por el programa y que volvieron como preparadores físicos, para dar una mano y siempre están en la vuelta y se genera un sentido de pertenencia también en el programa. Es muy lindo ver cómo entre ellos se van generando nuevas expectativas y nuevos desafíos. La idea nuestra es empezar con la categoría sub-14, agregar una categoría más y ver también de agregar algún deporte para las chicas, para el femenino.
Que no sea solamente el fútbol.
El fútbol es una excusa, la idea es formar equipo y formar gurises que en el futuro sean profesionales o padres de familia o estén trabajando en algún laburo formal o bueno, lo que sea que quieran hacer, pero siempre con base en el esfuerzo, el buen relacionamiento y la convivencia con el resto.
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