La semana pasada escribimos sobre la importancia de presentar un candidato a la Intendencia de Montevideo por parte de Cabildo Abierto como integrante del lema Coalición Republicana. Sosteníamos que tiene tres ventajas fundamentales: en primer lugar, un valor simbólico que reafirma la vigencia y el compromiso de Cabildo Abierto como una fuerza política con vocación de cambio, enviando un mensaje claro de que buscamos mejorar la vida de la gente con alternativas reales. En segundo lugar, destaca nuestra identidad única, profundamente artiguista, al proponer un modelo que empodera a los vecinos y rompe con la lógica asistencialista que ha caracterizado a los gobiernos en los barrios más carenciados. Por último, potencia al sublema y a la militancia, movilizando tanto a los candidatos a ediles como a alcaldes, unificando esfuerzos en una estrategia que amplifica nuestra presencia en medios y comunidades, consolidando nuestra fuerza en toda la ciudad.
Hoy, quiero explicar por qué creemos que “Recuperar Montevideo” es la mejor alternativa para nuestra ciudad.
Es una propuesta a largo plazo, con un compromiso personal de parte del autor de estas líneas: permanecer en la política departamental todo el tiempo necesario para transformar Montevideo y convertirla en la ciudad que todos merecemos. Mi interés no está en postularme para cargos a nivel nacional. Aprecio y admiro a quienes lo hacen, pero considero que la batalla por nuestra querida Tacita del Plata es más práctica, concreta y, sobre todo, urgente.
Para ello, hemos desarrollado un programa de transformaciones llamado Montevideo 2040, cuyo nombre refleja una verdad ineludible: el nivel de decadencia actual no se revierte en un día ni en un año. Este plan plantea una visión integral e integradora a largo plazo, que sienta las bases para una ciudad renovada. Se estructura en cinco ejes fundamentales.
Limpieza e higiene: propuestas como granjas de compostaje, recolección diferenciada e incluso plantas de incineración, enfocadas en convertir la basura en recursos útiles para la ciudad.
Movilidad urbana: rediseñar el transporte público, priorizar al peatón y fomentar alternativas sostenibles como bicicletas y trenes suburbanos.
Gestión municipal: simplificar trámites, digitalizar procesos y garantizar transparencia para una administración más eficiente.
Descentralización: reorganizar el poder, fortaleciendo municipios y devolviendo la capacidad de decisión a los barrios, para que cada zona recupere su identidad y voz.
Cultura y patrimonio: este eje es el más importante porque es transversal a todas las transformaciones. Necesitamos un cambio profundo en la cultura ciudadana, en cómo tratamos la basura, en cómo respetamos las normas de tránsito, en cómo vivimos el carnaval y, sobre todo, en cómo respetamos al vecino. Sin este cambio cultural, cualquier otra transformación será incompleta.
Este programa será presentado a los convencionales de Cabildo Abierto y, posteriormente, a la ciudadanía. Su elaboración contó con el aporte de técnicos y especialistas, y está impregnado de un profundo sentido artiguista, que busca guiar el camino desde la ciudad que tenemos hacia la ciudad que queremos y nos merecemos.
Montevideo necesita un cambio real, no pequeños ajustes cosméticos que casualmente resurgen siempre antes de las elecciones departamentales ni promesas vacías. La centralización, la falta de visión a largo plazo y la ausencia de soluciones concretas nos han llevado a la situación actual. Pero estoy convencido de que, con voluntad, trabajo y compromiso, recuperar Montevideo no solo es necesario, es posible.
Por eso, invito a todos los montevideanos a sumarse a esta causa, a convencerse y a convencer de que podemos lograrlo. Nuestra ciudad no merece menos. Recuperar Montevideo, ¡se puede!
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