Con el sabor amargo de no haber sido recibidos por el presidente Luis Lacalle Pou, el movimiento Un Solo Uruguay (USU) pone sus ojos en el próximo gobierno en busca de un mejor relacionamiento, “planteando los reclamos, pero siempre acompañados de propuestas”.
¿Cuáles son los temas centrales que se van a plantear en esta 8ª convocatoria?
Son los que siempre ha perseguido USU. La defensa de los sectores productivos nacionales, o sea promover políticas que favorezcan la rentabilidad y la sostenibilidad de los pequeños y medianos productores agropecuarios y también de otros sectores productivos del país. La reducción del peso del Estado, de la carga tributaria y del gasto público, buscando una gestión estatal más eficiente y equitativa. Mejorar la competitividad abogando por condiciones económicas y políticas que permitan que los uruguayos compitan en mejores condiciones, tanto en el mercado interno como en el externo. La descentralización y la equidad territorial. Increíblemente tenemos pocos kilómetros y lamentablemente está todo concentrado en el sur. Queremos impulsar un desarrollo más equilibrado entre Montevideo y el interior del país. La transparencia en la Rendición de Cuentas exigiendo al gobierno una gestión pública mucho más trasparente de la que existe y que sea responsable en el manejo de los recursos. El diálogo y la participación ciudadana promoviendo un espacio para que los ciudadanos del interior también tengan una voz activa en la toma de decisiones nacionales.
Señala que se trata de los mismos postulados que siempre ha perseguido USU, ¿han tenido eco en el sistema político?
Al contrario, no hemos tenido eco. Es como que al sistema político tampoco le importa considerar las voces del movimiento. Lamentablemente el sistema político no trabaja para el beneficio del ciudadano, sino lo que vemos es que trabaja para el beneficio de sus propios intereses. El político se ha olvidado totalmente para qué fue electo. Nosotros elegimos representantes. Por eso es tan importante la existencia del movimiento, para elevar la voz y seguir reclamando.
En varias oportunidades, desde USU se ha reclamado ser recibidos por el presidente Lacalle Pou, ¿la situación siguió incambiada?
La única vez que el movimiento fue recibido por Lacalle Pou fue antes de asumir la Presidencia. En esa oportunidad, que fue el 15 de enero, el tema fue la inclusión financiera. Teníamos toda la esperanza porque teníamos un gobierno campero, un gobierno que entendía todas las problemáticas y lamentablemente sus intereses no pasaron por los intereses de las voces de la ciudadanía que estaba representada por del movimiento.
¿A que atribuyen esta negativa a recibirlos?
Muchas cosas que ellos defendían estaban alineadas con los intereses de USU. Lamentablemente cuando llegan al poder se olvidan totalmente de quiénes fueron los que los colocaron ahí. Este 23 de enero yo creo que es diferente, por la transición que estamos viviendo. En los siete años del movimiento hemos tenido dos períodos de gobierno contrapuesto y nos han permitido conocer por qué estamos como estamos como país.
¿Qué esperan del gobierno que entra?
Siempre se ha tratado de tener con cada gobierno un buen intercambio y el movimiento está justamente para eso. Estamos al servicio de los gobiernos, planteando los reclamos, pero siempre acompañados de propuestas. Somos una línea de teléfono más corta entre el ciudadano que está allá lejos o que no tiene voz y el movimiento que reúne todas esas voces y es lo que se trata de trasladar para que a nuestros representantes se les haga más fácil resolver las problemáticas de la ciudadanía.
¿Cómo movimiento tienen postura sobre el proyecto Arazatí?
El acceso al agua es un derecho que está contemplado en el artículo 47 de la Constitución. Creo que es sumamente importante que sea considerado con mucho cuidado. Es un recurso que es finito y cualquier acción del gobierno que sea para brindar un mayor acceso y una correcta disponibilidad tanto para la población de la ciudad como la del medio rural (para consumo humano y para el desarrollo productivo) el movimiento siempre será favorable para que sea utilizado en forma adecuada. Es muy importante estudiar el tema de Arazatí. Nosotros estaremos de acuerdo si se hace de forma responsable y no para que favorezca a empresas que tiene otros intereses económicos.
El presidente Lacalle Pou vetó la ley que limitaba las plantaciones de árboles a suelos con aptitud forestal. ¿Cuál es la opinión del movimiento al respecto?
Al final siempre priman los intereses foráneos por sobre los intereses del país. Una de las cosas que se había establecido era que se plantaría solamente en suelos de aptitud forestal. Lamentablemente se constata en la realidad que eso no es así. Se planta en las cuencas, se planta en tierras que deberían ser preservadas. Se cambian las reglas de juego siempre para favorecer los intereses de las empresas. Nosotros vemos acciones para beneficiar a esas empresas, además de los privilegios que se le otorgan y que generan una competencia totalmente desleal con el productor. Lamentablemente, como consecuencia de todas esas acciones se va provocando el despoblamiento rural.
¿Además de la forestación que otros factores causan a su criterio el despoblamiento del medio rural?
Hay un combo de situaciones que generan ese despoblamiento. La mala caminería, la mala conectividad, la falta de trabajo genuino para ese productor, las dificultades que tiene que enfrentar cuando tiene que afinar la punta del lápiz y las cuentas no le dan, la tentación de que le paga mucho más arrendar para forestación que desarrollarse cómo una empresa productiva. Son situaciones que lo van poniendo en un cepo para que ese productor familiar termine abandonando su campito y se tenga que ir hacia la ciudad. No está capacitado para trabajos dentro de la ciudad y después va a formar parte de esos círculos de pobreza donde va a depender de un pan social. El despoblamiento de la campaña termina en más planes sociales. Con este gobierno se duplicó la cantidad de planes sociales comparado con el gobierno anterior. Ese es un resultado del despoblamiento rural.
¿Manejan cifras de cuantas familias aun viven en el medio rural?
En un país agroexportador donde el 80% del PBI sale de estos sectores con toda una tradición y una cultura agropecuaria, que es lo que nos ha mantenido durante toda la historia, la cantidad de población rural es de 4%. Por nuestros cálculos es más bajo aún. Ese porcentaje se considera en poblaciones de hasta 5000 habitantes. Engloban a los pueblos. El habitante rural es mucho menor que ese 4%. Si matamos a la gallina de los huevos de oro entonces estamos condenados.
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