Pulmón
Nuevamente el estadio vio un “pulmón” vergonzoso en medio de la Olímpica. Casi un tercio de la capacidad de la tribuna más grande volvió a quedar vacío custodiado de ambos lados por personal de seguridad no policial, o sea que no tiene potestades para detener, sujetar o reprimir a nadie.
No tiene sentido ese “pulmón”. Si quieren dividir las hinchadas que lo hagan, pero con cinco metros alcanza y sobra. En ambos lados un efectivo de la Guardia Republicana que vaya desde la primera a la última fila. La tribuna Olímpica tiene 45 hileras de asientos. Con 22 guardias de cada lado de esos cinco metros, un escalón por medio, alcanza y sobra.
Lean lo que especifica la web del Ministerio del Interior sobre las funciones que le competen a la Guardia Republicana: “Son las fuerzas especiales de la Policía Nacional. Tiene la misión de garantizar, mantener y restablecer el orden interno, el combate al delito dentro de todo el territorio nacional y otras actividades afines a sus capacidades de acuerdo con las disposiciones que establezca el Poder Ejecutivo.
Asimismo, apoyar y colaborar en el cumplimiento de sus cometidos a la Policía Nacional, Instituto Nacional de Rehabilitación y otras instituciones públicas que lo soliciten.
A los efectos del cumplimiento de las finalidades institucionales y cometidos, la Guardia Republicana utilizará las armas regulares, armas especiales necesarias, así como otros medios materiales previstos para el cumplimiento de su misión.
Aplicará en su doctrina de empleo de la fuerza los criterios de racionalidad, progresividad y proporcionalidad, debiendo agotar antes los medios disuasivos adecuados a su alcance, según los casos”.
Entradas agotadas, tribunas vacías
También el flagelo de la violencia generó que no se habiliten más, salvo excepciones, los dos taludes y las dos plateas. En los taludes durante 60 años se vendían, cuando se agotaban, 7000 entradas en cada uno. A su vez la Platea América y la Platea Olímpica tienen capacidad otros 7000 asientos numerados en total.
Para el clásico se pusieron a la venta apenas 42 mil entradas. Mitad para cada club. Se agotaron y de haberse puesto a la venta 70 mil también se hubiesen agotado. De hecho, Peñarol vs Real Madrid en la final del mundo de 1960 tuvo una venta de casi 72 mil entradas. Y muchas veces se estuvo por sobre las 60 mil localidades vendidas.
Hay que terminar con este absurdo. La gente quiere ir y el Estado deber garantizar a la población la posibilidad de hacerlo.
Bengalas
El recibimiento a la entrada de los equipos a la cancha fue impresionante. Miles de banderas, papel picado como también bengalas y fuegos artificiales dieron un marco espectacular. Igual, no hay que olvidar que a nivel internacional está penado el uso de bengalas y han tenido que pagar cientos de miles de dólares por año cuando juegan Libertadores e incluso ahora Peñarol no podrá jugar los tres partidos de la primera fase de la copa con público, con un perjuicio evaluado en un millón y medio de dólares, sin contar la falta de aliento de su gente y la fiesta que quedará sin efecto.
Peñarol
Peñarol arrancó mejor. Si bien se le fueron muchos jugadores, el plantel aurinegro era numeroso y eso disimula las ausencias, al menos en nombres. Pero perdió a su golero, el zaguero Guzmán Rodríguez, el mediocampista Damián García y el 9 suplente, de buen promedio de goles, Facundo Batista. La retención de Leo Fernández disfrazó esas ausencias. También lo que va a significar el regreso de David Terans genera esperanza y tuvo sus primeros minutos en este clásico. Pero la derrota dejó interrogantes y preocupación. El domingo por Supercopa tendrá revancha o no.
Nacional
Nacional vivió un fin de año convulsionado con el tema de la continuidad o no de Lasarte y dejando ir algunos futbolistas que al menos yo no comparto, como Zabala y Bentancur. Los refuerzos que parecían conformar en cuanto a nombres ilustres generaron dudas. Creo que con el colombiano Herazo y el joven Damiani además del sub-20 Petit tienen el puesto cubierto. Pero… Nacional acaba de confirmar al chileno Vargas de 35 años y que sigue siendo de selección chilena, con la que fue campeón de América en 2015 y 16. Nacional no estaba haciendo un gran partido, pero fue eficiente y logró dar vuelta el partido con un golazo del Ojito y dos goles agónicos en los descuentos que se festejaron como una final de una copa importante.
Polémicas
Me apoyaré en mi compañera de Telenoche 4, la exárbitra Dra. Claudia Umpiérrez. Esto dice ella:
1) 20 minutos: “Posible penal de Coates fue al límite. Coates no jugó balón, pero en velocidad normal no me pareció penal, fue una carga por acción de juego. La repetición más amplia y en cámara lenta hacen siempre que esos contactos se vean más exagerados. Lo que importa ver es si es una carga lícita o no, si fue suficiente ese contacto para desestabilizar o el atacante exageró la caída. En velocidad normal me dio la sensación de que el atacante exageró y que fue una carga por acción de juego. No fue penal”.
2) 30 minutos: “Debió ser roja al jugador Millán de Nacional por conducta violenta. Golpea con el codo en el rostro a Leo Fernández. El juez sacó amarilla luego de varios segundos (se ve que alguien se la dijo, porque el árbitro no iba a sacar nada). Debió llamar el VAR”.
3) 42 minutos: “La tarjeta amarilla a Méndez no se entiende. La falta no era para tarjeta y por la reacción en ese caso debió ser amonestado Mejía, que fue quien la inició”.
4) 93 minutos: “Piden una posible mano, con la imagen que vi no me parece mano sancionable, me parece mano en posición natural pegada al cuerpo. Lo que se da luego con la invasión de jugadores, según la regla 3, el gol es válido, porque si bien hay invasión de jugadores suplentes y agentes externos el árbitro no debe detener el juego porque esos jugadores no interfirieron en la acción. Al no haber interferencia en la jugada de esos suplentes que ingresaron, el juego continúa y el gol es válido”.
5) Expulsión de Méndez. “Lo que le faltó al árbitro fue tomar medidas disciplinarias, como por ejemplo, amonestar a los jugadores por entrar al campo sin permiso y expulsar al suplente de Nacional Agustín dos Santos, de 16 años, que fue agredido por Méndez. Primero debió amonestarlo por entrar al campo sin autorización y luego también debió sacarle amarilla por la conducta antideportiva por celebrar el gol de forma provocadora o exaltada”.
Lío final
Soy de los que creen que no hay que dramatizar. El botija de 16 años festejó efusivamente el tercer gol frente a la tribuna de Peñarol. Pero esto es ofensa en los tiempos modernos. Siempre se hizo eso y no había sanciones ni pasaba nada. Ahora la hipersensibilidad lleva a emparejar esto con lo que hizo Méndez. Igual pienso que tampoco fue tan grave. Fue una reacción de calentura como ha habido tantas y si bien fue incorrecta y merecía sanción tampoco llegó a mayores. Suma para la “gastada” entre los hinchas con referencias a que un mayor agredió a un menor y quedará para el recuerdo de las polémicas.
Dely Valdez y Rocha
El colombiano Herazo hizo un golazo, aprovechando un gran pase de Mauricio Pereyra que me hizo recordar a Dely Valdez. El panameño marcó un gol en la hora, en el mismo arco, pero desparramando más rivales en un clásico que terminó una racha de nueve años sin ser campeón uruguayo de Nacional. Fue en la noche del 15 de diciembre de 1992.
El gol de Lucas Villalba para liquidar el partido a favor de Nacional me trajo a la memoria un gol clásico para Peñarol en ese arco convertido por Peñarol por Pedro Rocha. Fue por la Copa Libertadores y se jugó de tarde. El salteño hizo tres goles y en uno de ellos entró con pelota y todo al arco y volvió a salir con ella en los pies para dejarle en el área chica y festejar al trote. Nadie polemizó al respecto en ese momento y se entendió que fue un gesto técnico y no de burla. Los aurinegros ese año terminaron siendo campeones de América y del Mundo mientras los tricolores ganaron el Uruguayo.
La pasión continuará el domingo con la Supercopa.
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