Con la asunción presidencial en poco más de 30 días, los diferentes ministerios trabajan intensamente en la transición. En los últimos días y más allá de las reuniones con la Sra. Sandra Lazo, designada como futura ministra de Defensa Nacional, el Sr. Armando Castaingdebat, el actual jerarca de la cartera que asumiera luego de la renuncia del Dr. Javier García, anunció la compra de aviones, radares y confirmó la compra de lanchas patrulleras, a la vez que hizo anuncios sobre los comandantes en jefe del Ejército y la Fuerza Aérea.
“Un relevamiento nos dio que nos encontramos con más de 4000 y pico de efectivos viviendo en asentamientos”
¿Cómo viene desarrollándose la transición?
La verdad que muy bien, de la forma como nos tiene acostumbrados el Uruguay: civilizada, madura, democrática. Aquí no hay nada para ocultar, sino que la preocupación es que aquellas cosas que se están haciendo no se interrumpan, sobre todo, todo lo que nosotros hemos encarado referente al área social, lo que más nos preocupa. Yo creo que tenemos que separar, por un lado, lo que es equipamiento de las Fuerzas Armadas y, por otro lado, la atención de la familia militar, de esos más de 230 mil uruguayos que en algún momento dieron parte de su vida, toda su vida, al servicio del país. Nuestro gobierno al llegar tuvo un compromiso que era fortalecer, y en algunos casos recuperar, la capacidad operativa de algunas de las armas, sobre todo de la Fuerza Aérea, que estaba al borde de no operar, y con eso me refiero a no tener aviones. Y en esa línea se trabajó mucho estos años, se lograron avances muy importantes. Podríamos detallar, en la Fuerza Aérea, comenzando con la compra de los dos Hércules. Si bien en algún momento fue discutida, estamos totalmente convencidos de la utilidad y la oportunidad de esos Hércules. Uno estaba viniendo del servicio largo en Portugal, el otro está pronto aquí, acaba de venir de la Antártida. Después, creo que la “frutilla de la torta” en la Fuerza Aérea fue la compra de los Super Tucano y el simulador, a lo que ahora le estamos agregando, eso ya le avisamos al gobierno entrante, el proceso de adquisición de todo un sistema tecnológico de radares, que incluye radares civiles y militares, que vienen a ser el complemento para los Tucanos y, además, un complemento muy importante para el fin que se persigue con la compra, que es tratar de proteger un poco mejor la fronteras nuestras, que la verdad son un “colador”. Bueno, eso va a quedar operativo.
Al mismo tiempo, hay un convenio con la empresa Intra, que va a tener su base logística para Latinoamérica en el Uruguay, lo que es una buena noticia, porque va a demandar mano de obra uruguaya capacitada y a la vez nos aseguramos el mantenimiento de toda la base tecnológica con ellos. Por eso digo que en la Fuerza Aérea hay un antes y un después, y capaz que podemos decir lo mismo en la Armada. Vuelvo a la Fuerza Aérea: desde el año 1981 que no se compraban aviones de combate. En la Armada pasa exactamente lo mismo. La última patrullera o buque con las características de las patrulleras que estamos comprando fue del año 1981. Después de un proceso que llevó mucha discusión y alguna interpelación o algún llamado a sala, se terminaron las negociaciones y hoy ya comenzó el proceso de construcción de las OPV [siglas en inglés de “vehículo de patrullaje oceánico”]. Eso también estuvo arriba de la mesa con quienes van a estar en el Ministerio, sobre todo con la ministra. Ellos han dicho públicamente que han sido muy críticos del proceso, pero no de la necesidad de Uruguay en cuanto a contar con ese tipo de embarcaciones.
En algo menos de 18 meses va a estar pronta la segunda OPV y un año después la tercera. Yo creo que ahí también hay un antes y un después en la Armada. Del mismo modo, relacionado con la Armada, lo que es el buque científico, el viejo Oyarbide, se compró uno en Estados Unidos, muy bueno, que ya está en Uruguay haciendo las pruebas y va a estar cumpliendo funciones al servicio de toda la comunidad científica. En el área de donaciones, a la Armada vinieron unas lanchas de Estados Unidos, una de fabricación coreana que está asentada en La Paloma. Creo que ahí también hay un desafío de poder captar más gente, ahora con el entusiasmo de las nuevas cosas. Lo que nos quedó en el debe, que no lo pudimos dejar concretado, es todo el sistema de radares que la Armada necesita sí o sí para la protección de lo que es la franja costera que va del Chuy hasta el río Uruguay. Hay conversaciones encaminadas, eso está arriba de la mesa en la transición, pero bueno, va a quedar para el próximo gobierno.
En cuanto al Ejército, que es el más numeroso, producto de su participación en misiones de paz, ha tenido la posibilidad de ir mejorando en equipamiento. Esta semana ya firmó el presidente la adquisición de los multipropósitos, los Agrale. Se ha ido también mejorando en cuanto a armamento, ha habido donaciones por parte de Estados Unidos. Y con la mira puesta en seguir participando en las misiones de paz, eso también estuvo arriba de la mesa de la transición. Si bien hoy la mayor presencia está en el Congo, tenemos más de 700 efectivos, también tenemos más de 200, 210 en los Altos del Golán. Hay después una serie de observadores distribuidos en varias partes del mundo y también hay un compromiso de continuar esa línea de trabajo. Me imagino que en los próximos meses va a estar arriba de la mesa la posibilidad de participar en Haití, pero esa es una discusión que se hará llegado el momento.
¿La señora Sandra Lazo, como su sucesora, aceptó todo lo que usted está planteando? ¿Son obligaciones que va a tener que asumir el gobierno entrante?
Yo creo que si algo tiene Uruguay es la madurez y el respeto en cuanto a los acuerdos hechos. Tal es así que, por ejemplo, a este gobierno le tocó terminar de pagar los aviones de Pluna y no estuvo arriba de la mesa ni lo tuvimos como una discusión política. Cuando está el momento se da la discusión, porque el país decidió avanzar en algo que todos sabemos que se necesita.
Podemos diferir en si preferían los Tucanos, los checoslovacos, los italianos o los coreanos. Lo que nadie duda es que todo el sistema político entiende que el Uruguay tiene que avanzar en mejorar el equipamiento. Y lo mismo con las OPV. Yo creo que la discusión ya se dio y ahora es de aquí para adelante. Nosotros hicimos esos compromisos porque estábamos convencidos que íbamos a seguir y que lo íbamos a pagar nosotros. No es que lo hicimos para que lo pagara el que viniera. Es más, en las OPV ya hicimos un pago, estamos haciendo otro. Lo mismo con la compra de los Tucanos. Hicimos uno en agosto, estamos haciendo otro ahora en febrero. O sea que están los flujos ya previstos. Después, sí, se podrá discutir si estaban de acuerdo, si era la oportunidad o no. Probablemente para los ministros de Economía nunca sea la oportunidad, pero para el ministro de Defensa, y en este caso una ministra de Defensa, nuestras prioridades pasan por el arma. Por eso es por lo que hay un convencimiento y en la transición ha estado arriba de la mesa todo. No hemos dejado de mostrar nada que nos hayan pedido. Es muy fluido, muy maduro, muy a la uruguaya. O sea, como tiene que ser. Si bien en otros países les puede llamar la atención, a los uruguayos esto nos tiene que llenar de orgullo.
Usted hablaba del trabajo social con el personal de las Fuerzas Armadas, que lamentablemente ha quedado relegado en materia salarial. ¿Se hizo lo que se pudo o se pudo haber hecho más?
Yo dije que este gobierno llegó con un gran compromiso de fortalecer y recuperar la capacidad operativa. Cuando llegamos le agregamos una orientación muy importante hacia lo social. Primero, porque como hombre del interior, como exintendente, conocemos las penurias que pasan las familias de militares. No voy a contar cómo vive la familia de militares en Rivera. También es cierto que no es lo mismo ser militar en Rivera, cobrando 30.000 pesos, que ser militar en Montevideo cobrando lo mismo. Ahí yo creo que hay varios aspectos. Uno es una discusión ideológica que lamentablemente el Uruguay sigue dando, que en algún momento lo vamos a tener que dejar para atrás. Todavía hay actores políticos que siguen cuestionando la necesidad de las Fuerzas Armadas. En lo personal, y estoy seguro de que represento el sentir de nuestro partido, de nuestra coalición, cuando nos sentimos orgullosos de las Fuerzas Armadas y entendemos que el país está en debilidad con la familia militar.
Hay militares con muchas necesidades, pasando mal, y ahí pusimos el énfasis en algunas cosas. Lo primero fue el tema de vivienda, donde se hizo un relevamiento. En la idea nuestra de avanzar en los servicios, sabíamos que no nos iba a dar el tiempo, pero estábamos convencidos de que si nos tocaba perder quien viniera iba a tener que seguir. El objetivo era lograr que no hubiera ningún efectivo de las Fuerzas Armadas viviendo en asentamientos. El relevamiento nos dio que nos encontramos con más de 4000 y pico de efectivos viviendo en asentamientos. Afortunadamente, en tiempo récord para lo que son las burocracias uruguayas, ya hemos logrado varias soluciones para gente que logramos sacar del asentamiento, que ya tiene su casa, usando los mismos mecanismos que hay para toda la población de Uruguay. No se inventó nada nuevo ahí. Se usó mucho el plan Avanzar. Hay otras carpetas en estudio, y este ha sido un capítulo especial con quienes están entrando. Ellos están en la misma línea porque son conscientes y comparten la necesidad de avanzar en el tema vivienda. Lo otro que hicimos, a lo que le doy mucha importancia, fue en el tema traslados. Ahí dijimos que había una injusticia ideológica en este país, porque mientras los policías, los maestros, los bomberos, tenían cupos gratis para viajar en los mismos internacionales, los militares no. Ahí avanzamos, tratamos de equiparar eso. Era muy difícil.
Inventamos otra cosa. Hicimos un plan en el cual el Ministerio de Defensa le da dos pasajes por mes a cada efectivo que está cumpliendo funciones fuera de su casa, fuera de sus afectos, fuera de su familia. Eso se ha ido agregando para la sanidad, se ha ido agregando para la oficialidad joven. Es un convenio que hay que ir mejorando. Hay un compromiso de las autoridades, un convencimiento de las autoridades entrantes de que eso es algo bueno para las Fuerzas Armadas y van a tratar de seguir instrumentándolo.
Después, también hubo una apuesta grande en el tema de salud, sobre todo al tema de salud mental. Lamentablemente, las Fuerzas Armadas tienen índices altos de suicidio, pero el otro índice que no sale en las noticias, que es mucho más preocupante, es la cantidad de gente que tenemos en lista de espera pidiendo asistencia psicológica o psiquiátrica en algunos casos a los que no hemos podido dar cumplimiento. Ahí se arrancaron fondos, se han abierto centros de atención periférica en varios lugares del interior, se sigue trabajando en esa línea. No hay que olvidar que en el Hospital Militar de las Fuerzas Armadas se atienden 150.000 uruguayos, entonces vaya si será importante poder avanzar en esa línea. Y otra cosa a la que también le metimos mucho cariño es todo lo relacionado al deporte. La infraestructura deportiva en todo el país del Ministerio de Defensa es muy importante. La idea fue avanzar en recuperar mucha de esa infraestructura, que por problemas económicos estaba en mal uso o abandonada, y hacer convenios sociales con la sociedad civil, para poder avanzar más en una integración. No es como el tuyo o el mío, es normal, pero cuando pasás de Santa Lucía para abajo todavía hay una discriminación importante y creo que ahí hay mucho trabajo por hacer.
¿Se encontró con una ministra Lazo receptiva de todo esto que plantea?
Con Sandra teníamos una relación anterior, producto de la convivencia en la Cámara y nos conocemos. Sabemos que podemos estar en partidos políticos diferentes, pero nos respetamos, nos apreciamos y sabemos que no nos mentimos, que lo que decimos es lo que realmente pensamos. Yo me he encargado de transmitir todo lo que haría hecho si siguiéramos nosotros. No hay ninguna obligación de que ellos sigan. En algunos temas han demostrado mucho interés, sobre todo en estos temas, de poder interiorizarse bien por dónde íbamos, por dónde lo logramos, por dónde lo hacíamos. Indudablemente, quien viene le pondrá su impronta, su sello, pero en general creo que se van a continuar esas líneas de trabajo.
En las últimas horas se confirmó al general Mario Stevenazzi como comandante en jefe del Ejército y al brigadier general aviador Fernando Colina como nuevo comandante en jefe de la Fuerza Aérea. ¿Esto cambia con la asunción del nuevo gobierno o quedan firmes en sus cargos?
En una transición, como dije, civilizada y a la uruguaya. Yo les pedí la opinión de ellos. O sea, yo no iba a nombrar a alguien por 20 días y manosear personas. Aquí, en este cargo militar, estamos apuntando personas. Ayer de mañana estuvimos reunidos con Sandra Lazo y con su equipo y ellos ya me comunicaron que habían definido que pretendían que Colina fuera el comandante de la Fuerza Aérea, cosa que nosotros vamos a hacer en los primeros días de febrero porque nos toca a nosotros. De León se va el 31 de enero y eso también lleva al ascenso de algunos coroneles a generales, cosa que también está encima de la mesa. O sea, es una transición como tiene que ser en Uruguay y en otros lugares difícilmente sea así, pero es una transición en la cual los temas se ponen arriba de la mesa, quien está gobernando toma las decisiones, pero las consulta, las comparte y escucha las opiniones. Aquí lo que hicimos fue escuchar y proceder. Yo creo que es una buena noticia para lo interno del Ejército. No hay que olvidarse que Stevenazzi es el de la derecha, ya se sabe bien lo que eso significa en las Fuerzas Armadas, y Colina también viene a ser el de la derecha al pasar a retiro los dos generales más antiguos.
¿Y la Comandancia de la Armada?
En la Armada también se llamó a eso, ya que no había urgencia. Si bien andan algunos nombres arriba de la mesa, no nos corresponde a nosotros opinar sobre este tema, así que quedará para después del 1º de marzo.
¿Para los ascensos hay que esperar la asunción del nuevo Parlamento por las venias?
No, la Comisión Permanente está habilitada para votar las venias.
Sandra Lazo, futura ministra de Defensa Nacional: “Es momento de unidad”
En breve diálogo con la futura jerarca de la cartera, ante el enfrentamiento entre una patrulla de Naciones Unidas conformada por militares uruguayos, en su mayoría de Artillería No. 1, en misión de paz en el Congo contra guerrilleros del M23, con el resultado de un soldado muerto y cuatro heridos, Lazo expresó: “Por sobre todas las cosas, este es un momento de unidad y estamos respaldando al Ejército ante esta tragedia”. En referencia al desarrollo de la transición señaló: “Estamos en contacto permanente con el ministro y analizamos cada posibilidad de tomar decisiones de forma conjunta”. Por lo demás, la futura ministra de excusó de brindar mayores declaraciones “hasta tanto no se presente oficialmente el equipo de gestión”.
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