Los diagnósticos sobre los problemas de la lechería son conocidos. El productor, calificador Holando de la Sociedad de Criadores, Lic. en Gestión Agropecuaria Diego Madini, entiende que “no hay muchas soluciones” para las dificultades del sector, pero aseguró que más que hablar de costos, de insumos y la estructura de costos, “la solución pasa porque el precio de la leche esté acorde a la producción”.
“Antes, en Uruguay, el precio de la leche en pesos era muy inferior a lo que es hoy”, pero el dólar estaba a 20 o 23 pesos “y eso hacía que el poder de compra por lo que recibía el productor por la leche que producía fuera mucho más elevado de lo que es hoy”.
Actualmente, medido en pesos, “tenemos el mejor precio histórico, pero el dólar está a 38 pesos”, y ese tipo de cambio alto “hace que con una estructura de costos que es de un 60 % en dólares, cueste más litros de leche y no permite que ese precio se refleje en el bolsillo del productor. Esa es una de las razones de la mala situación financiera actual de los productores”.
“El manejo del tambo financieramente se hace muy complejo porque no hay esa liquidez necesaria. La combinación del tipo de cambio alto y el precio de la leche que no acompaña ese tipo de cambio, generan esta falta de liquidez”, reafirmó.
“La industria debió haber trasladado a los productores, de forma más importante y rápida, el mayor ingreso de pesos que ha tenido por el valor del dólar”, pero eso “no ha sido así”, comentó y añadió que “el tipo de cambio está alto y eso le hace bien a la exportación, pero resulta que es muy lento el traspaso de ese beneficio de la industria al tambero. Esa lentitud genera la falta de liquidez que hay hoy”, enfatizó.
“Los mejores años de la lechería han sido con el dólar a 20 pesos, cuando no superó la barrera de los 23, en los años 2013, 2014. Años que la leche en polvo tuvo su gran valor pero con el dólar bajo”, recordó. “Si la industria recibe alrededor del 60 % de sus ingresos en dólares y el 40 % en pesos, tal vez el precio al productor también debería estar fundamentado en 60 % y un 40 %” y así “acompañar más el tipo de cambio que es el limitante de productor”.
“Reiteró que actualmente el precio en pesos “es el más elevado en un rango histórico” y que está en los $ 10,60 o $ 10,70 y “rara vez se ha cobrado así en promedio”, sin embargo “con el dólar a 38, nos queda en 27 o 28, 29 centavos de dólar. Estamos lejos de aquellos 37, 40 centavos”. El litro de leche “hoy tendría que estar a 35 centavos de dólar para poder generar un margen que le permita tener estabilidad financiera, poder trabajar tranquilo y hacer inversiones”, aseguró.
En los primeros días de febrero Conaprole aumentó el precio que paga, pero no colmó las expectativas, al respecto Madini dijo que ese “es porcentaje que aumenta por el tipo de cambio, pero no es suficiente porque se hace sobre un precio bajo. El costo de producir está en los 27 o 30 centavos dependiendo del sistema y el productor, y el precio está en ese valor también. Realmente hay que ser muy eficiente en cada proceso del sistema para poder ganar dinero”.
Es bueno que Conaprole tenga competencia
Además de la herramienta del tipo de cambio “hay que mejorar el precio” y “ayudaría cobrar el saldo adeudado por Venezuela a Conaprole”, apuntó.
Añadió que “para la exportación el tipo de cambio alto es bueno” y observó que “tiene que ser más ágil” ese “traspaso que la industria hace” de los dólares que recibe “a lo que le paga al productor en pesos” así “éste pueda estar más acompasado al tipo de cambio alto. A veces son transiciones que se hacen demasiado lentas”.
Por otra parte señaló que “el sistema cooperativo es bárbaro” y en la pasada década “ha mejorado” en parte gracias a “la competencia” de otras industrias. “La competencia leal siempre es buena porque te obliga a ser mejor” y mejorar en eficiencia.
Esa competencia “hoy no está tan firme ni tan sólida, entonces Conaprole está muy tranquila con la leche que recibe”. “En la medida que Conaprole no tiene competencia, esa transición de los dólares que recibe a pesos la hace más lenta. Tendrá sus razones, pero uno como productor ve que financieramente está complicada la situación, y son la mayoría de los productores los que están con problemas financieros”.
El sistema productivo está paralizado y no hay relevo generacional
El Lic. Madini, que también integra el grupo Crea Lechero Palo y Palo, dijo que “los otoños son una época crucial para Uruguay porque comienzan los partos, se inician las lactancias que generan más litros, se hacen las siembras de verdeos, de praderas, la elaboración de silos, de reserva, y es una torta de dinero todo en dólares”, cuando los productores “recibimos el precio de la leche en pesos”.
“El sistema productivo está paralizado en términos de inversión porque el productor no tiene plata, financieramente está topeado, y hace lo del día a día, lo básico para sobrevivir y esperar que llegue la ola que todos estamos esperando”.
El tambo
El tambo de la familia Madini está ubicado a la altura del peaje de Mendoza, en el departamento de Florida, son más de 300 hectáreas y se ordeñan 250 vacas. Madini habla con pasión de su trabajo y de esa empresa familiar que su abuelo fundó en la década del 40 y que le gustaría que cuando llegue el momento su hijo pudiera continuar. Sin embargo destacó que el relevo generacional es difícil porque los jóvenes ven cuánto cuesta la producción y que los problemas financieros son permanentes, entonces optan por otras ocupaciones. No es casual que la mayoría de los productores de leche son personas mayores, expresó.