Los niveles de consumo de psicofármacos (tranquilizantes) se consideró como “uno de los hallazgos más relevantes” del estudio sobre consumo de drogas por parte de estudiantes universitarios. La encuesta fue realizada por el Observatorio Uruguayo de Drogas, una dependencia de la Junta Nacional de Drogas.
En 2015 se había realizado un estudio parecido, pero el año pasado abarcó todas las Facultades de Udelar. Entre los resultados se destaca que un 93% de los estudiantes universitarios ha consumido alguna vez en su vida alcohol, mientras que cannabis (marihuana) lo ha hecho el 50,5% y tabaco un 48,2%.
Una de las primeras conclusiones del estudio es que, en el caso de cannabis y tabaco, el mayor consumo es en aquellos de mayor edad. En el caso de los tranquilizantes (con y sin prescripción médica), también el mayor consumo está en los estudiantes mayores de 25 años, alcanzando al 23,3%, siendo mayor en mujeres (28%) que en varones (14%).
Sobre consumo de antidepresivos y opioides (con prescripción médica o sin ella) se registró en 19% de los encuestados, los alucinógenos (LSD) en 8,7%, el 6,3% de los encuestados señala que ha consumido éxtasis alguna vez y cocaína el 5,7%. En el caso de medicamentos del grupo de los estimulantes, o también llamados “psicoestimulantes”, fueron alguna vez consumidos por el 4% de los universitarios. En el caso de anfetaminas por un 2,4%, la ketamina (anestésico para animales o humanos) 1,8% y pasta base 0,2%.
Tabaco: consumo a mayor edad
El consumo de tabaco en los estudiantes tiene la característica de que si bien el 48% declara que fumó cigarrillos alguna vez en su vida en los últimos 30 días solo lo hizo el 17%, con un promedio de 16 días en que fumó y un consumo de seis cigarros por día.
La edad media de inicio del consumo de tabaco se ubica en 17 años. Se considera una persona dependiente de tabaco a aquellos con 20 o más días de consumo en el último mes y más de 10 cigarrillos diarios cada uno de estos días. En esta situación se encuentra el 20,5% de los universitarios consumidores de tabaco, lo que se traduce en el 3,4% del total de la matrícula universitaria.
Se observa una mayor proporción de universitarios con uso problemático de tabaco entre aquellos que tienen 30 y más años, donde el 37% de los que consumen muestra este patrón. La encuesta hace una comparación con la población no universitaria. En el mismo tramo de edad (18 a 35 años) el consumo es notoriamente superior en los no universitarios. Para la población en general, el consumo se ubica en el último mes en 30,6% y para los universitarios en 16,8%. Respecto al consumo dependiente, alcanza al 14,9% de la población general entre 18 a 35 años, con lo cual multiplica por cuatro el nivel evidenciado entre los estudiantes universitarios.
Alcohol: 36% con episodios de intoxicación
Sin duda el alcohol representa la droga más consumida por la población en general, al igual que en el caso de los estudiantes universitarios. El 93% consumió al menos una vez en la vida y cerca del 60% en los últimos 30 días. El informe destaca que esta es la sustancia que mayor fidelización tiene, ya que de cada 100 personas que tomaron alcohol alguna vez, aproximadamente 62 continuaron haciéndolo. Entre los estudiantes, la edad media de inicio del consumo de alcohol se ubica en el entorno de los 16 años.
El consumo ocasional de alcohol fue de entre tres y cuatro días en los últimos 30 días, asimismo el 80% de los universitarios informó haber consumido cinco o menos días en un mes, pero el 36% declara que tuvo al menos un episodio de intoxicación (consumo más allá de lo normal) en los últimos 15 días, un guarismo elevado. Si bien los universitarios mayores de 30 años consumen más días, estos tienen menor porcentaje de episodios de intoxicación.
A su vez, la población universitaria tiene un consumo menor que sus pares de la misma edad que no van a la universidad. Para los primeros, el 57% consumió en los últimos 30 días y en la población en general llega a casi 68%. No obstante, hay similares guarismos de uso problemático: aproximadamente uno de cada ocho estudiantes que ha consumido alcohol presenta consumo de riesgo, perjudicial o dependencia.
La mitad fumó marihuana
La mitad de los estudiantes universitarios han indicado que al menos alguna vez en la vida han consumido cannabis. La edad promedio en que consumieron por primera vez es 19 años y no se destacan diferencias por sexo ni entre Montevideo o interior.
Uno de cada ocho había consumido en los últimos 30 días y respecto a la fidelización del consumo, cada 100 universitarios que probaron cannabis, 24 continuaron su consumo. El promedio de días de consumo entre los universitarios que consumieron marihuana en los 30 días previos al relevamiento es de ocho días al mes. Los mayores de 29 años presentan en promedio una mayor cantidad de días de consumo al mes respecto a sus pares menores de 20 años (10 días frente a 5 días).
Se considera que 15% de los estudiantes universitarios que manifestaron haber consumido cannabis en el último año presenta signos de uso problemático de esta sustancia. Estos son el 3,7% del total del universo estudiado. Con respecto a la población en general de igual tramo de edad, el consumo es mayor que el estimado para la población universitaria. A su vez mientras para la población general los varones con uso problemático de cannabis son el doble que las mujeres, en la población universitaria se presenta el mismo porcentaje para ambos.
El 46 % de los estudiantes universitarios considera que es fácil acceder al cannabis; en el otro extremo se encuentran los que creen que es difícil, pero podrían conseguir (15,8%), y un 7,4% que piensa que aun proponiéndoselo, no podrá conseguir esta sustancia.
El 85% de quienes declararon haber consumido cannabis durante los últimos 12 meses dijo que lo obtuvo de alguna otra persona que le compartió o regaló. Un 13% declara que lo compró a alguien que cultiva o que es miembro de un club, y un 12% lo compró en una farmacia. En el 17% de los casos, el acceso más frecuente puede considerarse ilegal o al margen del mercado regulado del país. El acceso frecuente por narcotráfico clásico (prensado) se observa solo en el 1,7% de los universitarios; en tanto, el 11,4 % recurre al narcotráfico para adquirir cogollos.
Cocaína: fidelización “baja”
El 5,7% de los universitarios consumió clorhidrato de cocaína alguna vez en su vida, mientras que un 1,4% lo hizo en los 12 meses previos a la encuesta, y menos de 1% en el mes anterior al relevamiento.
La fidelización a la sustancia se considera “baja”, ya que apenas alcanza al 8,7%, es decir que de cada 100 personas que experimentaron con cocaína, nueve continuaron su consumo.
El nivel de consumo es más elevado entre los varones (7,6%) que entre las mujeres (4,8%), y crece a medida que aumenta la edad. Alcanza casi al 13% en los mayores de 29 años. La edad promedio de inicio son los 21 años, sin diferencias por sexo o Montevideo o interior. A diferencia del alcohol, tabaco y cannabis, la mayoría de los estudiantes (65%) consumió por primera vez ya cursando la facultad.
Otras drogas: alucinógenos y éxtasis
La presencia de pasta base es prácticamente inexistente en la población universitaria, y es muy bajo el uso sustancias como la ketamina y metanfetaminas. Pero, al contrario, los alucinógenos, al igual que el éxtasis, muestran una presencia más relevante: un 8,7% en alucinógenos y 6,3% en éxtasis. Se concluye que uno de cada diez universitarios ha experimentado con éxtasis o alucinógenos alguna vez en la vida, pero los consumos habituales son marginales. Resulta interesante el policonsumo. Cuando se consulta a quienes habían consumido éxtasis alguna vez en la vida, el 100% había también consumido alcohol, marihuana 99,5%, tabaco el 86%, alucinógenos 74% y antidepresivos 33%.
Crece uso de tranquilizantes
Como se señaló uno de los hallazgos que más sorprendió fue el consumo de psicofármacos (tranquilizantes con y sin prescripción). Un 23,3% de la población universitaria declaró haberlos consumido alguna vez en su vida y en las mujeres los guarismos se duplican respecto a los varones (28% frente a 14,1%). También aumenta significativamente a medida que se incrementa la edad: pasa de 11,8% en los menores de 20 años a 36,9% en los mayores de 29. En el último mes, antes de la encuesta, casi el 8% de los estudiantes universitarios había consumido tranquilizantes. Aproximadamente el 40% de los universitarios que lo hizo en el último año, lo realizó por su cuenta, sin prescripción médica. No obstante, la encuesta señala que “un dato importante es que si bien el consumo de tranquilizantes aumenta con la edad el uso sin prescripción médica de estos medicamentos disminuye. Es decir, a mayor edad, menor proporción de personas que lo usan de forma indebida”.
Facilidad de acceso
Existe entre los estudiantes diferentes percepciones con respecto a cómo acceder a las drogas. Excluyendo el alcohol, tabaco y el cannabis, en el caso de la cocaína, el 7,1% considera fácil conseguirla mientras que en el otro extremo el 52% respondió “no sé si es fácil o difícil”. Un 26% dice que no podría conseguirla y el 15% estima que le sería difícil, pero la podría conseguir. En el caso del éxtasis, 5,8% señala que le sería fácil conseguirlo, para las metanfetaminas el valor es de 3,8% y para los alucinógenos 7,8%.
Con respecto a la oferta concreta para comprar o consumir las diferentes sustancias, el cannabis es la sustancia más presente. Prácticamente, a 7 de cada 10 estudiantes le han ofrecido cannabis alguna vez en la vida, y a uno de cada cinco en el último mes, lo cual evidencia que está presente en la cotidianeidad de los estudiantes. En particular, se observa que la proporción de estudiantes que recibieron oferta de cannabis en el último año es más alta entre los varones de Montevideo y en los menores de 25 años. Del resto de las sustancias, la mayoría declara que nunca le han ofrecido ni para consumir ni comprar y por sexo se detecta que la proporción de varones que recibió ofertas de cocaína, éxtasis o alucinógenos en el último año es más elevada que la de mujeres.
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