La elección del economista Gabriel Oddone como ministro de Economía y Finanzas ha generado contradicciones en el seno del Frente Amplio respecto a la política económica a seguir, siendo así que cada una de sus propuestas ha sido duramente cuestionada. Desde La Mañana consultamos al economista Jorge Caumont para hablar de cómo valora el comienzo del nuevo gobierno.
El ministro Oddone afirma tener como desafío el fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica. ¿Cómo se logra y cuál es el efecto en la economía?
Supongo que cuando se refiere a la estabilidad macroeconómica está aludiendo a un crecimiento de la economía relativamente más importante que el actual, en un contexto de inflación baja y con buen comportamiento del comercio de bienes y de servicios y de las reservas internacionales del Banco Central. Eso es, en definitiva, a lo que un economista se refiere cuando habla de los equilibrios macroeconómicos. Y cómo lograrlo es considerando factores externos como la actividad económica mundial, los precios internacionales, las tasas de interés internacionales relevantes y, además, lo que ocurre con los factores regionales, fundamentalmente la relación de precios con los vecinos, con Argentina y con Brasil. Y luego de considerar todo eso, aplicar las medidas correctivas de los resultados macroeconómicos, es decir, usar la política fiscal, la monetaria y la cambiaria para tener crecimiento, estabilidad de precios y buen resultado del sector externo. Esa combinación de políticas, si es la adecuada, es la que permite alcanzar los resultados indicados. Pero aún no se conoce.
También habla de reformas microeconómicas urgentes, ¿a qué se refiere y cómo se concretan?
Por definición, la microeconomía se refiere al funcionamiento de los mercados de bienes y de servicios y en general de otra naturaleza también. Es decir que la microeconomía, si nos referimos a su definición académica, tiene que ver con la oferta, con la demanda y con la formación de precios en distintos tipos de mercado, sean de competencia, monopólicos u oligopólicos. Yo escuché que mencionaba reformas microeconómicas, pero no dijo a qué mercados se refería. No creo que se refiriera al mercado de los combustibles como, por ejemplo, liberarlo a la competencia en la importación de combustible, o al mercado del trabajo del que tanto se habla por el empuje desde otro ministerio para reducir la jornada laboral con el mismo sueldo. Quizás lo que quiso decir, pero esto es lo que yo podría interpretar, es que hará cortes en la infinidad de trámites y duplicaciones que existen a nivel estatal y que elevan considerablemente los gastos. Si fuera una intención referida a los mercados, diría que es evidente cómo se logran. Si fuera por el otro motivo que mencioné, debemos esperar cuáles son concretamente las intenciones.
De acuerdo con el nuevo índice del INE, en 2024 la pobreza se ubicó en 18,9%, tomando en cuenta la educación, vivienda, servicios básicos y empleo. ¿Cómo afecta a la economía y qué medidas se deberían tomar para corregirla?
No conozco aún la forma como se calcula la pobreza teniendo en cuenta esas variables y no sé tampoco cómo esa forma de cálculo ha evolucionado hasta el registro actual. No son problemas macroeconómicos sino reflejos de las variables macro, pero tienen connotaciones estructurales, es decir, que no dependen de las variables actuales sino de las que han venido siendo desde muchos años y, además, de las medidas que se han tomado durante mucho tiempo en materia educacional, sobre todo, y su evaluación con controles y correcciones. Creo que la afectación a la economía es importante, pero no me siento en condiciones para mencionar las medidas para corregir. Solo podría evaluar el costo en términos macroeconómico de crecimiento o de inflación.
¿La desindexación y la idea de modernizar la negociación colectiva es buena para las finanzas del país pero negativa para el trabajador?
La desindexación busca que la inflación pasada no se repita hacia adelante y que siga perjudicando no solamente a los trabajadores, sino a la población en general. Es una forma que se ha probado con éxito en varios países y que culmina con escenarios más favorables para la inversión y el aumento del empleo. En parte observamos que en cierto lapso se recupera lo que eventualmente se pierde de salario real, como ocurrió en el último año en nuestro país, en el que el uso de pautas de indexación salarial menores a la inflación pasada y acordes a la esperada ha logrado el aumento del salario real en 2024. Obviamente, ese aumento no recuperó lo que se perdió durante los años anteriores por los motivos conocidos como la pandemia, por ejemplo, y también por otros y, hoy se cuenta con una inflación baja y con el salario real más alto conocido.
Se vuelve a hablar de estudiar algunos aspectos de la reforma jubilatoria. ¿Se puede mejorar o es correcto como está planteada?
Siempre algo es mejorable. Pero se debe tener en cuenta el alcance y las consecuencias de esas mejoras. Recordemos que la propuesta de reforma jubilatoria no fue aprobada hace unos meses por la ciudadanía de nuestro país. El Pit-Cnt busca ahora a través de normas estatales que se dé vuelta lo ya laudado por los uruguayos en general. Que se reduzca la edad mínima jubilatoria, que se elimine el actual sistema previsional mixto, que se eliminen las AFAP y que, además, como corolario, se confisquen 24 mil millones de dólares equivalentes a 30% del PIB que pertenecen a 1.500.000 trabajadores o algo por el estilo. En consecuencia, caería la confianza y, por ejemplo, entre otras cosas, no habría renovación por inversores del stock de letras de regulación monetaria en pesos por más de 9000 millones de dólares que debe el Banco Central con vencimientos parciales diarios durante un año. Y eso a pesar del aumento significativo que tendrían las tasas de interés. Se multiplicaría por casi tres veces la emisión de dinero en circulación y la que esté en poder del público inversor y de las instituciones financieras se emplearía para la compra de dólares, lo que aumentaría considerablemente su valor. Eso a su vez, redundaría en aumento significativo de precios, de la inflación, en altas tasas de interés y en una pronunciada caída de la producción, del empleo y del salario real. Todo eso ocurriría en un contexto de desconocimiento de los derechos de propiedad, cuando además el gobierno central y el BPS tendrían necesidades financieras para cubrir su déficit y pagar los créditos que le vencen.
Desde antes de asumir, el ministro Oddone ha sido cuestionado por los sectores más radicales del Frente Amplio. Desde su visión y teniendo en cuenta lo antes dicho, ¿cuál puede ser el rumbo probable de la economía en este período de gobierno?
Lo que opina y las decisiones que estime tomar el ministro Oddone en temas como la desindexación salarial, por más que se la adorne más adelante y que reciben fuerte oposición de los sectores más radicales del Frente Amplio como el Partido Comunista, es una confrontación que si no se salda entre las partes a favor del ministro la deberá decidir el presidente Orsi. En cuanto a cuál será el rumbo probable de la economía, con el ministro apoyado por el presidente, debo confesar que no conozco mucho de lo que se hará. Solo he leído sobre objetivos y la insinuación de algunas medidas como la desindexación, pero no conozco las medidas monetarias y fiscales para lograr la estabilidad macroeconómica que se tiene como objetivo.
Licenciado en Economía y máster of Arts en Economía de la Universidad de Chicago, fue docente en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República y en el Centro de Entrenamiento de Citigroup en Fort Lauderdale. Actualmente es profesor titular de la materia Entorno Macroeconómico de la Empresa en la Universidad ORT Uruguay.