Orsi se refirió a la importancia de tener partidos políticos fuertes y defendió el diálogo entre quienes piensan “muy distinto” y a pesar de las diferentes “vertientes y filosofías”.
Luego de inaugurada la cosecha de arroz, que este año se realizó en Treinta y Tres, en el establecimiento de Juan Varalla y Álvaro Ribas, el presidente Yamandú Orsi dialogó con la prensa sobre diferentes temas de actualidad
Consultado sobre los cargos que ocupará la oposición, el mandatario no dio datos relevantes, dijo que se estaba trabajando en el tema y destacó que para Uruguay es una “costumbre compartir espacios de trabajo”.
Comentó que “a veces no es fácil” votar las venias para los nuevos directores de las empresas del Estado, pero no por diferencias políticas, sino que también “depende de que las personas estén dispuestas a asumir la responsabilidad o no. Gente que está en la actividad privada, cuando la convocás a la actividad pública, no siempre resuelve de manera ágil”, aunque espera una pronta resolución del tema “porque en cada uno de los entes hay cosas para resolver. Es imperioso formar los nuevos equipos”, subrayó.
“Soy admirador y defensor de la libertad”
Otro de los temas sobre los que se le preguntó fue sobre las contradicciones en la apreciación de integrantes del Gobierno respecto a cómo recibieron el país. Mientras el ministro de Economía, Gabriel Oddone, dijo que la economía está fuerte, el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, opinó que el país era como una Ferrari chocada.
“Yo no encuentro tanta contradicción” entre los dichos, dijo el mandatario, pero “vamos a suponer que sí la hay. Soy admirador y defensor de la libertad y la gente que trabaja conmigo tienen que tener la libertad de decir lo que piensa y así vamos a seguir durante los próximos cinco años”.
Esa libertad “no perjudica” al país, “al revés, cuando uno se muestra demasiado monolítico la gente es inteligente y desconfía”.
“La fortaleza debe estar en los partidos políticos y la ciudadanía”
Preguntado si continuará el mensaje conciliador con que asumió el 1° de marzo, contestó que si se quiere seguir en democracia no concibe otra forma de gobernar, porque además la política es el arte de negociar.
Luego aseguró que frente a los momentos difíciles, “siempre nuestras salidas (como país) han sido en clave de reconciliación o de articulación”, y eso es compartido en la política nacional. “La historia de Uruguay lo demuestra, que cuando los problemas nos convocan, gente que piensa muy distinto se sienta en una misma mesa”, a pesar de las diferentes “vertientes y filosofías”. Ahora y siempre “esa mesa está tendida” y pronta para convocar “más allá del resultado que se alcance”.
Si se actúa de forma contraria a ese espíritu “es imposible pretender que nuestra ciudadanía entienda o sepa caminar en momentos complicados. No podemos pedir sacrificios a la gente cuando nosotros (los políticos) no damos señales de que estamos dispuesto a trabajar en conjunto”.
Añadió que “los partidos y el rol de la ciudadanía tienen que ser fuertes. Por lo general en Uruguay no prende la tendencia hacia el mesianismo o el superhéroe. Ojalá que siga siendo así, eso significa que hay instituciones que se interrelacionan y que son las que representan la voluntad del ciudadano”.
“Al populismo siempre le costó aterrizar en Uruguay y tiene que ver con que en Uruguay tenemos partidos que gozan de buena salud”, finalizó.