El pasado 13 de marzo se realizó la ceremonia del 78º aniversario del Liceo Militar General Artigas. En el evento se hicieron presentes la ministra de Defensa Sandra Lazo; el comandante en jefe del Ejército, general Mario Stevenazzi y, desde la institución, el director coronel Daniel Ubal, entre otros.
Para iniciar la instancia se expuso el saludo del general Jorge Porciúncula, director de la Escuela Militar, quien reconoció el esfuerzo diario y dedicación que “se ponen de manifiesto en este honorable instituto de enseñanza”. Recordó que el instituto fue creado con la finalidad de ofrecer enseñanza secundaria gratuita en los cursos de tercer y cuarto año, marcando el inicio del camino que continúa hasta el día de hoy.
Porciúncula expuso que la historia de la institución ha transcurrido acompasando los acontecimientos de la patria, “pero lo más importante es que estas aulas han preservado siempre los principios fundamentales que nacieron con ella: el honor, el sacrificio, la disciplina y la abnegación, valores tan importantes que son pilares esenciales para la fortaleza de cualquier sociedad”, dijo.
Agregó que por ello el liceo mantiene su tradición y un excelente nivel de educación, procurando la integración entre los estudiantes: “Fortaleciendo sus vínculos, desarrollando su autoestima y su aspiración personal, tanto en lo intelectual como en lo físico, pero lo más importante, haciendo que el país pueda tener en el futuro personas de bien que sumen a la grandeza del mismo”.
Al mismo tiempo, se dio lectura a la orden donde se rindió homenaje al profesor Roberto Di Cono. Se destacó su rol docente “y acciones de relevancia y desinteresadas que contribuyen a la formación de estudiantes”. El director del Liceo Militar General Artigas reconoció la trayectoria de profesor, quien cumplió 50 años trabajo.
“Di Cono, con su aporte y dedicación enaltece el prestigio de esta casa de estudio, aportando sus conocimientos, valores y actitudes que han permitido forjar el carácter y la personalidad de las diferentes generaciones que hemos sido sus alumnos. Hoy nuestra casa de estudios reconoce el esfuerzo de este destacado docente y agradecer por todo lo que ha brindado a nuestro instituto de forma ejemplar”, expresó Ubal.
Cifras y objetivos
Actualmente la institución cuenta con 540 alumnos de todo el país, con la particularidad de que 300 de ellos son internos, por lo que la mayoría convive diariamente. El 60% son varones y el 40% mujeres. En Montevideo el 46% son internos y en el anexo de Tacuarembó el 85% permanecen allí.
Este año ingresaron 120 estudiantes y el director sostuvo que el período lectivo va transcurriendo de acuerdo con lo planificado y quienes tienen la misión de educar renuevan el compromiso con la nación, con la institución y con la juventud. “Integramos un increíble equipo de civiles y militares, docentes e instructores y, a diario, llegamos al liceo con la misión de brindar contención y conocimiento a 540 jóvenes en un ambiente de respeto, dignidad y afecto”.
Aseguró a La Mañana que la casa de estudios es un segundo hogar, donde se encuentran oportunidades. Las variedades de actividades educativas hacen hincapié en proyectos en común de diferentes asignaturas: educación física, paseos didácticos, desfiles e instrucción premilitar, que brindan a los adolescentes herramientas para su formación integral.
“Respetuosos de las formas y haciendo respetar las normas, buscamos compartir valores que fortalezcan el carácter de los alumnos, la autoconfianza y la autodisciplina para que afronten todas las actividades con tolerancia en las aulas y espacios que permitan forjar la amistad para toda la vida”, indicó el coronel.
En ese sentido dijo que, indistintamente de lo que sigan, la autodisciplina es fundamental, y que el 70% suelen irse a la vía civil y el 30% permanece en la escuela de formación militar. “Lo que es importante son los lazos de amistad que se crean para toda la vida. El Liceo Militar nos marca mucho, soy un exalumno, comencé y estoy terminando mi vida militar acá. Soy un agradecido de Dios por eso”, indicó.
El foco 2025
El director dijo que el 2025 será un año muy desafiante en lo académico, en el que se hará foco en la exaltación de los hechos históricos por el bicentenario de la Cruzada Libertadora y la Declaratorio de la Independencia. También en el mantenimiento edilicio y proyección de obras, como lo es el sueño del gimnasio en el anexo norte, donde ya se ha nivelado el terreno para desarrollar actividades físicas en un recinto cerrado.
Indicó que se continuará participando en clubes de ciencia e interactuando con otros centros de estudio. “Acompañaremos a nuestras alumnas que representarán a Montevideo y Tacuarembó en el Parlamento Juvenil del Mercosur debatiendo ideas con estudiantes de los demás departamentos, que darán soluciones a problemáticas del sistema educativo nacional y regional”, explicó.
Se incorporará el curso de guía para la interacción con adolescentes, orientado a instructores de la escuela de músicos, comunicaciones y del Liceo Militar. También se coordinarán con el Servicio Sanitario del Ejército los diferentes módulos de profesionales que capacitarán a los ofíciales y suboficiales en cómo gestionar la convivencia de los estudiantes. “Son herramientas que complementarán las existentes, intercambiando experiencias para unificar criterios en los centros de formación”.
Sostuvo que todas las estrategias son válidas y deben propiciar buenos climas educativos y contribuir a los procesos de enseñanza, por ende, al bienestar de los alumnos mientras permanecen en el instituto. “Sabemos que habrá obstáculos, pero también hay una comunidad educativa unida e integrada para llegar a buen puerto. Mantendremos diálogo permanente con la familia, trabajando en equipo”.
Luz y guía de generaciones
Un referente que ha dado gran parte de su vida al Liceo Militar es el profesor de Física Roberto Di Cono. Ubal se mostró agradecido por la dedicación del docente, a quien definió como ejemplar. “Gracias por el asesoramiento a los 25 directores con los que lealmente ha interactuado. Representa la expresión más genuina de profesor e, impulsado por la llama sagrada de la vocación para dar conocimiento y afecto a los estudiantes, siempre innovando, creando y motivándolos para que desarrollen el pensamiento crítico que los hará proyectarse confiados al futuro. Gracias, Roberto, por ser luz y guía de tantas generaciones”, expresó.
Di Cono comenzó a trabajar en secundaria 1975 en un grupo de cuarto año como ayudante de profesor de Física. “Trabajé en el Liceo de Dolores, luego la inspección de Física me pidió el traslado para Montevideo y fui al liceo de Maroñas. Posteriormente me trasladaron al Liceo Militar, donde trabajé desde 1980 hasta 2015, por la edad me tuve que jubilar, trabajé 40 años”, dijo en diálogo con La Mañana.
Recordó que llegó a la institución debido a que el docente de ese momento renunció y necesitaban un laboratorio de Física, entonces la dirección del Liceo le pidió a secundaria un ayudante de laboratorio para cubrir el cargo. “Me gustó el ambiente, se podía trabajar muy cómodamente en la dirección, todas fueron excelentes y me permitían desarrollar lo que sabía hacer. Pasamos de un salón de 3×3 a tener un laboratorio de casi 200 metros cuadrados”, resaltó.
Apuntó que la diferencia con un liceo no militar radica en el tipo de disciplina que, en general, no existe en instituciones tradicionales. “Los estudiantes aquí tienen mucho apoyo, tienen clases de consulta, interrogatorio, se sacan las dudas como con un profesor particular. Pero en la parte docente es lo mismo, los cursos se dan igual”, explicó. Además, destacó la continuidad y que no se pierden clases. “Busco que estén preparados para afrontar diferentes caminos, no todos hacen la carrera militar, tienen que estar preparados para la vida”, puntualizó.