La Suprema Corte de Justicia presentó recientemente un informe sobre los procesos infraccionales de adolescentes. De acuerdo con el Código de la Niñez y de la Adolescencia, son adolescentes las personas mayores de 13 y menores de 18 años.
Como en el caso de los mayores, el nuevo Código del Proceso Penal establece que el juez toma conocimiento del asunto una vez que el fiscal presenta una solicitud ante la sede judicial. Tal solicitud puede dar origen una investigación preliminar (por ejemplo, a través de una diligencia preparatoria) o solicitar la formalización del asunto. Por lo tanto, un asunto iniciado no implica necesariamente una posterior formalización. El informe recoge los datos de 2023, cuando fueron 1035 los casos comenzados y 880 las formalizaciones dictadas. Se registró un 18% de incremento en los asuntos iniciados y 26% en las formalizaciones dictadas, con respecto al año anterior. Los procesos concluidos en 1ª Instancia fueron 1063 en todo el país, con un aumento del 15,5% respecto a 2022. La tendencia general muestra una reducción entre 2013 y 2018, seguida de un incremento progresivo.
Considerando los procesos concluidos en el año 2023, se observa una concentración en casos de adolescentes entre 16 y 17 años, representando el 69,6% del total. Los formalizados de 13 años fueron 34, de 14 años fueron 90, de 15 años 187, de 16 años 314, de 17 llegaron a 422 y de más de 18 (los delitos los cometieron siendo menores) un total de 11. En total las formalizaciones llegaron a 1058, siendo cometidas en un 93% por varones. Por región, la mayor cantidad de formalizados está en el interior (59%), a la vez que por sexo del total de los formalizados en Montevideo las mujeres representan el 6,6% y en el interior el 6,3%.
Defensa y tipo de delitos
En materia de defensa, al igual que entre los mayores infractores, se observa una alta participación de los defensores públicos. El 79,8% de los adolescentes a nivel nacional estuvo representado por estos y ese porcentaje aumenta 82,2% cuando el proceso se tramitó en Montevideo.
Hay que destacar que los formalizados pueden tener más de una infracción (lo que aumenta la pena) pero en el informe se tomó la principal para su elaboración. Sobre la tipificación por delitos se observan diferencias entre Montevideo e interior. En la capital del país, el 36% de los procesos de adolescentes fueron por rapiña, 21% por hurto y 18% por el delito de receptación.
En el interior, el hurto pasa a ser la infracción más frecuente con un 32%, seguido de rapiña (9%). Por otra parte, en 2023, se imputó el delito de homicidio a 30 adolescentes: 13 en Montevideo y 17 en el interior.
Hay algunas características que dividen la capital del país del interior. Por ejemplo, los formalizados por hurto en el interior fueron 200 y en Montevideo 89, pero en el caso de las rapiñas en la capital se llega a 152 y en el interior a 60. En homicidios, son más los procesados en el interior que en Montevideo (17 y 13, respectivamente). Lesiones personales y lesiones graves son otro ejemplo de una gran diferencia. Por ambos delitos sumados, los adolescentes formalizados en el interior alcanzaron 77 y en Montevideo 12. Algo similar sucede con la venta de estupefacientes: 46 formalizados en el interior y 16 en Montevideo.
En otros casos, en la capital no se registraron formalizados y en el interior sí los hubo, como violencia privada (con 14 casos), violencia doméstica (4 casos), riña (11 casos), incendios y resistencia al arresto (2 casos cada uno) y abigeato (3 casos).
Principales delitos según la edad
Entre los adolescentes de 14 y 15 años los delitos cometidos en su mayoría son rapiña y receptación. Asimismo, el delito de homicidio se presentó con mayor frecuencia entre los adolescentes de 17 años. Analizando cada edad, en el caso de los 13 años, el principal delito es hurto (41% del total para esa edad), receptación (17%) y rapiña (11%). A los 14 años está hurto (30%) y rapiña (21%). A los 15 años, hurto (32%) y rapiña (24%). A los 16 años, el principal delito es hurto (26%) y rapiña (20%). A los 17 también hurto (25%) y rapiña (19%). Cuando se analizan los homicidios, de los formalizados en 2023, uno de los adolescentes tenía 14 años, tres 15 años, doce 16 años y catorce 17 años.
Las medidas aplicadas
Uno de los cambios principales del nuevo Código del Proceso Penal (CPP) es que, en la audiencia de formalización, el juez puede adoptar respecto del adolescente medidas cautelares. Igualmente, puede adoptar algunas otras, como prohibición del salir del país o de acercarse a la víctima o a otras personas o de concurrir a determinados lugares, antes de proceder a la formalización. La internación provisoria en Inisa a la espera del dictamen final alcanzó el 12% de los casos. Asimismo, continúa aumentando fundamentalmente en Montevideo la cantidad de procesos en los que no se dicta dicha medida, lo cual tiene que ver con la introducción del proceso abreviado para adolescentes que estaba incluido en la Ley de Urgente Consideración (LUC).
La aplicación de medidas cautelares no privativas de libertad (mayormente presentación ante el juzgado, fijar domicilio o prohibición de acercarse a la víctima o a otras personas) se concentran en los casos de hurto, receptación y lesiones personales. Por lo otro, las privativas de libertad se dispusieron en rapiña, homicidio, venta de estupefacientes y lesiones personales.
La LUC estableció que cuando el adolescente sea presunto autor de una “infracción gravísima” y sea mayor de quince años y menor de 18, será preceptiva la privación de libertad hasta el dictado de la sentencia. Esto se aplicó a 136 adolescentes. Las medidas cautelares en libertad se ubicaron en 153 casos y sin medidas 769. En porcentaje, las medidas más frecuentes fueron la privación total de libertad con internación en un centro del Inisa (35,3% del total, que representa a 373 adolescentes), la incorporación a un programa socioeducativo (24,5% o 259 menores) y la libertad asistida (29,1%, 308 adolescentes).
Aquí se observan algunas diferencias entre los criterios. En Montevideo la privación total de libertad y la libertad asistida son prácticamente las únicas medidas aplicadas por los jueces. En el interior, 41% de las medidas aplicadas por los jueces correspondieron a la incorporación del adolescente a un programa socioeducativo, el 31,5% a la privación de libertad, un 10,8% a libertad a prueba y un 9,2% a libertad asistida. En el informe se observa cómo, por ejemplo, en 259 casos, los jueces del interior determinaron la “incorporación a un programa socioeducativo” de los infractores mientras que en Montevideo estos casos como pena fueron cero. La incorporación a este programa se aplicó en un 46,3% para las infracciones de hurto, seguido en un 15,1% para receptación. Mayormente en la capital se aplica el criterio de “libertad asistida”. Esta última es cuando el adolescente se reintegra a su medio familiar.
A nivel nacional la internación en un centro del Inisa, se dispuso en un 51,7% para las infracciones de rapiña, mientras que la libertad asistida al 32,5% de los adolescentes que cometieron hurto y en un 28,8% de los que cometieron receptación.
Sentencia por tiempo
La duración promedio de las medidas impuesta en la sentencia a los adolescentes infractores es de 8,9 meses. En Montevideo, la infracción más frecuente, que es rapiña, tiene una condena que en promedio dura 10,4 meses y por hurto la pena promedio es de 6 meses. Por homicidio la pena máxima aplicada fue de 121 meses (10 años), con una media de 4 años y una sentencia mínima de 4 meses.
En rapiña el máximo es de 5 años y la media de 10 meses, mientras que en hurto la máxima también es de 5 años y la media de 6 meses. Otro procesado con penas altas (dentro de lo que son los adolescentes) son tráfico de estupefacientes (con una máxima de 3,5 años y una media de un año), privación de libertad (una máxima de 3,5 años y una media de dos años). En el caso de violación la sentencia media es de un año y medio, abuso sexual poco más de un año, y asociación para delinquir, un año y medio. La menor pena es para abigeato (entre uno y dos meses). También las penas varían según la edad. Por ejemplo, en los menores de 13 años, la media fue de 6,7 meses; en 14 años de 7,1; en 15 de 8 meses; en 16 de 8,8, y en 17 de 9,9 meses.