Empresas semilleristas con presencia en otros países de la región eligen a Uruguay para exportar porque la actividad del Instituto Nacional de Semillas es una garantía para destinos como Europa que exigen certificación de todo el proceso.
Guillermo Galván es ingeniero agrónomo, está finalizando la carrera como docente en la Facultad de Agronomía y asumió como presidente del Instituto Nacional de Semillas (Inase) el 18 de marzo pasado.
Inase estuvo presente en la Expo Rural de Melilla con una agenda que incluyó conferencias, charlas técnicas y visitas al campo experimental.
Fundado en 1997, el Inase se ha consolidado en la institucionalidad, ganando firmeza y respetabilidad al punto de que se ha convertido en un faro de las exportaciones de semillas en la región, no solo en Uruguay. Su marcada presencia en la Expo Rural de Melilla confirma la evolución positiva que ha tenido en sus 28 años, ganando un lugar como referente en su materia. Sin embargo, es de las instituciones con menos presencia en los medios de comunicación y de menor información masiva.
La Mañana consultó a Galván el porqué de esa situación y si consideraba correcto continuar con ese bajo perfil o se debería modificar. Contestó que el rol de Inase es como “el de un juez en un partido de fútbol: si el arbitraje es bueno no se habla de los árbitros”.
Explicó que otras instituciones tienen mayor exposición por el tipo de trabajo que realizan: “Muchos de los otros institutos de la agropecuaria están en contacto directo con los productores, involucrados con problemáticas productivas que hacen a la gente que está radicada en el campo”, pero “Inase se vincula más directamente con empresas semilleristas”, y la producción de semillas tiene un perfil “más empresarial”, aunque “no solo son las grandes empresas, también las hay de menor tamaño”.
“La tarea de Inase es regular la producción, establecer las normas y controlar que se apliquen en la pureza genética de la variedad, la calidad de las semillas, y dar un sello de calidad a todo el proceso”, explicó. Si ese cometido se cumple es que se hacen las cosas bien, y por tanto “está bien que se exhiban más otros institutos que tiene un rol más de promoción”.
Perfil técnico
Por otra parte, el perfil del Inase “tiene aspectos que son muy técnicos sobe la calidad de las semillas. Contamos con laboratorios con recursos humanos muy formados”. El trabajo se realiza “con toto tipo de semillas, también las de la granja; y los dos rubros más importantes son forrajeras y soja y precisamos del sector privado, que lleva adelante esa producción”.
Inase es representante en Uruguay de la Organización Internacional de Análisis de Semillas, y a su vez habilita a los laboratorios privados.
Más allá del aspecto técnico, Inase “también tiene un rol económico, dado que en Uruguay hay mucha producción de semillas que se exportan a China, Estados Unidos y Europa”.
Europa que “es un mercado muy exigente, y las empresas que están en Argentina o Brasil eligen producir semillas en Uruguay porque nuestro país da más garantías sobre la calidad. Europa exige garantías de procesos, que todo el proceso de producción esté certificado”, y en eso Uruguay es respetado y por tanto prefieren operar desde acá.
Galván contó que en el marco de la exposición tuvo una charla con técnicos de una empresa forrajera: “Nos decían que ellos están presentes en la producción de semillas en Uruguay porque Inase es una garantía para poder exportar a Europa”, contó.
Establecer la financiación por ley
Como en otros organismos, Inase tiene un aporte del Estado y tiene recaudación propia porque los procesos de certificación los pagan las empresas semilleristas.
“Inase viene funcionando con una muy buena administración y, como una casa de familia, se gasta hasta cierto límite”, pero siempre se podría hacer más y mejor, y eso necesita inversiones.
“Hay planes de desarrollo, hay interés en tener equipamientos modernos para poder aplicar nuevas técnicas; la informatización es otro aspecto para que los usuarios no tengan que llenar formularios a mano, sino que lo hagan en la web. Son cosas en las que hay que ir avanzando y todo eso requiere inversiones”.
Agregó que este año se realizará la discusión sobre el Presupuesto Nacional y propuso que “como lo hacen muchas instituciones agropecuarias, se establezca por ley cuál va a ser el aporte del Estado; debería hacerse por ley y que sea en unidades reajustables”.
Concluyó enfatizando que la ley y previendo reajustes es una manera de establecer el “compromiso del Estado con el sector agropecuario y con las responsabilidades que tienen los distintos institutos. Eso sería importante”, porque las semillas son un eslabón clave y en permanente análisis.
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