El comienzo de los equipos uruguayos en copas internacionales fue flojo, muy flojo.
La semana pasada comentábamos sobre el bajón increíble de las selecciones juveniles que de campeones del mundo en julio del 2023 nos llevó a 5 fracasos rotundos que nos dejaron fuera los mundiales sub 17, sub 20, los Juegos Olímpicos además del Panamericano y la sub15.
Destacamos en ese momento que lo más grave no era la cantidad de objetivos no cumplidos sino que en 4 de las 5 competencias juveniles no se consiguió tan siquiera pasar a la segunda ronda y la ubicación final osciló entre el penúltimo y último lugar en fase de grupos.
¿Acaso esto de los clubes puede ser equiparable?
Hay algunos detalles que me parecen importante consignar. Me adelanto a decir que no se puede aún hacer un balance final.
Se llevan jugadas apenas dos fechas de la fase de grupos en Libertadores y Sudamericana.
El resultado global ha sido de 10 partidos jugados, con apenas 1 triunfo (Peñarol 2 San Antonio Bulo Bulo 0) y 2 empates (Boston River vs Guaraní y Cerro Largo vs Defensa y Justicia). Cinco puntos sobre treinta es poco, muy poco.
Pero… ¿Qué pasó en 2024? Un año atrás en las dos primeras fechas los equipos uruguayos jugaron 10 partidos, ganaron 4, empataron 3 y perdieron apenas 3. Fueron 15 puntos sobre 30.
Algunas diferencias fueron que en esa ocasión tuvimos 3 equipos en Libertadores (los grandes y Liverpool) y 2 en Sudamericana (Racing y Danubio).
Este año están Peñarol y Nacional en la Libertadores y Racing junto a Cerro Largo y Boston River están en la Sudamericana.
El gran comienzo uruguayo del año pasado se vio reflejado con la clasificación de ambos grandes a octavos y en el caso de Peñarol llegó a semifinales. Además Racing logró una gran actuación en la Sudamericana clasificando en su grupo que incluyó un meritorio empate ante Corinthians y dos victorias ante Argentinos Juniors destacándose la conseguida en Buenos Aires por 3 a 0 en un hecho histórico.
Algunos atenuantes que se me ocurren para no ser aún duros ni terminantes en los juicios:
- Al día de hoy los grandes recién pudieron ganar de locales en este último fin de semana. O sea que pasaron 11 fechas para que pudiesen sacar los 3 puntos de locales. Esto se refleja en la tabla de posiciones en donde Nacional va quinto y Peñarol séptimo. Cuando debutaron en Libertadores este año la situación era aún peor.
- Por lo escrito más arriba queda claro que si bien arrancaron con dificultades a nivel internacional, tampoco han podido con nuestro River, Plaza, Liverpool o Juventud entre otros. ¿Por qué deberían con ese nivel ganarle a Vélez, Bahía o Nacional de Medellín?
- Tanto Peñarol como Nacional tienen menos plantel que el año pasado. Eso no justifica lo flojo del Apertura actual, pero sí puede explicar el descenso de méritos a nivel internacional.
- Por si fuese poco los líderes futbolísticos que tienen en este primer semestre no han funcionado aún. Leo Fernández no es el mismo aunque levantó en la última semana. El “Diente” López ha bajado mucho también y no parece avizorarse una pronta recuperación.
- En defensas Nacional no pudo sustituir a Losano mientras Peñarol no puede disimular aún la falta de Aguerre y Guzmán Rodriguez.
- Peñarol en el medio perdió a Damián García por su ida al exterior y a Darias por lesión. Maxi Silvera tampoco ha mostrado su nivel goleador del año anterior mientras Terans aún está lejos de su nivel.
- Nacional además de Polenta perdió a Sanabria en el medio, mientras Carneiro sigue recuperándose de su rotura de ligamento cruzado y la aparición del chileno Vargas no parece ser la solución esperada.
- A Racing, Cerro Largo y Boston River no les pido nada. Bastante hacen. De hecho Boston River aguantó ante Independiente hasta el último minuto en Avellaneda siendo que ya había sufrido de local un empate de Guaraní también en los descuentos.
Mi pronóstico es que los equipos uruguayos en Sudamericana no podrán estar entre los dos primeros, como lo hizo Racing en año pasado y hasta pudo seguir adelante una fase más.
Con respecto a Libertadores los panoramas son diferentes.
Peñarol tiene un grupo más accesible, está segundo y creo clasificará a la fase siguiente. Ni Olimpia ni San Antonio Bulo Bulo parecen tener una enjundia como para hacer peligrar esa opción. Podría decirse que el principal enemigo aurinegro es su propio bajón. Las últimas 3 victorias consecutivas lograron cambiar el ánimo, pero falta aún para soñar con cosas grandes.
Nacional tiene un grupo difícil. Bahía que pertenece al grupo City e Inter de Porto Alegre poseen planteles muy superiores en cuanto a sus cotizaciones en el mercado mundial. Una vez más aclaro que no me refiero a los sueldos, sino al valor de venta de sus futbolistas. El rival a superar es Nacional de Medellín con quién ya perdió 3 a 0 de visitante. El único objetivo viable es salir tercero para entrar en Sudamericana lo que no es mal objetivo. Como el encuentro entre Nacional y el Nacional de Medellin cerrará el grupo en el Gran Parque Central, lo que le queda a los tricolores es como mínimo descontar un punto en las próximas 3 fechas ante los brasileños. La ventaja para el Nacional de Medellin es que dos partidos son de local, mientras a Nacional le queda uno. La ventaja para Nacional es que define en su casa mano a mano con los colombianos. Hoy la diferencia es negativa. Tres puntos menos y tres goles menos fruto justamente el partido inaugural. Para no depender de la diferencia de goles lo ideal es descontar al menos una unidad en los próximos 9 puntos y ganar en la sexta fecha. No es imposible ni fácil. Pero es posible y creo que perfectamente se puede lograr.
Nacional con las idas y vueltas con el tema Lasarte en diciembre, el triunfo del Diente sobre Bava, y el nuevo cambio de DT repleto de desprolijidades no ha ayudado mucho a sí mismo. Ahora está todo en manos de Pablo Peirano pero sobretodo en sus futbolistas.
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