El rematador Gerardo Zambrano dijo que la ExpoDurazno “es una exposición que ha venido creciendo año a año, con una muy buena organización”, además “crece en cantidad y en calidad”, y también “en los eventos comerciales que acompañan”. Este año “colmó las expectativas totalmente”, aseguró.
Destacó el remate Angus con nombre propio que logró valores importantes por el 50 % de algunos de sus productos. “Yo siempre digo que la mejor garantía para quien va a comprar es cuando adquiere el 50 % de un vientre de una cabaña porque eso garantiza que la cabaña que vende quiere quedarse con parte de ese animal, esa es la garantía mayor que tiene quien compra la otra parte. Uno puede acceder a la genética de punta gracias a la comprar del 50 %”.
Respecto a los ovinos comentó que “estamos en plena época de remate” y “estamos conformes” con las ventas realizadas en Durazno porque “hubo remates realmente muy buenos y destacados”.
Consultado sobre si hay razas nuevas en Uruguay dijo que no. En vacunos “los Angus han crecido y el cruzamiento entre Angus y Hereford como razas británicas productoras de carne ha dado muy buenos resultados”.
En ovinos se “han mantenido las razas tradicionales” y “la que ha tenido un crecimiento importantísimo es Merino Dohne, no solo por su volumen de venta sino también por los valores de preferencia”.
De la misma forma que productores Hereford han incorporado Aberdeen Angus, “muchas cabañas Corriedale ahora también crían Merino Dohne” porque “es una forma de afinar la lana tratando de mantener las condiciones carniceras y el desarrollo de una raza doble propósito. Sin dudas el Dohne es la raza que ha tenido mayor crecimiento”, enfatizó.
“El Merino Dohne entró como raza de cruzamiento” porque con su finura logra que al ser cruzado con un Corriedale, en la generación siguiente “ya tiene un micronaje que va al medio” entre ambas razas, y esa “es la forma rápida de afinar y tratando de no perder otras condiciones”.
Otra cosa es lo que hace la cabaña La Esperanza de Gambeta que logró el Corriedale Corfin, que implica “un trabajo de muchos años para afinar y lograr algo fantástico, que es no salir de la raza Corriedale pero sí del estándar de finura. Llega a finuras importantes en Corriedale con un proceso de más de 15 años”.