El pasado 21 de febrero, a falta de poco más de una semana de dejar el cargo, la ex ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), Eneida de León, firmó una resolución autorizando la instalación de un vertedero de basura cerca de la localidad de Soca, en el departamento de Canelones.
La decisión provocó malestar en vecinos de la zona y en las entrantes autoridades de gobierno. Días antes de esa resolución, la ministra designada Irene Moreira había sostenido una reunión de transición con los jerarcas salientes y la propia jefa de la cartera. Luego del encuentro, Moreira aseguró que se trató el tema del megabasurero y que recibió la promesa de que no habría resoluciones sobre el asunto antes de que culminara el periodo de gobierno.
La polémica sobre la instalación del megabasurero ya venía desde mediados de 2018 cuando los vecinos principalmente de Soca, Tala y Migues preocupados por el impacto negativo que tendría para la salud, la economía y el medio ambiente, lograron reunir miles de firmas contra el proyecto.
La localización inicial del vertedero, a orillas del arroyo Solís Chico, había sido rechazada en enero de 2019 por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama). Según un artículo publicado recientemente por El Observador, la propia Dinama otorgó luego una autorización ambiental previa que permite el comienzo de las obras y la Intendencia de Canelones asumió el compromiso de ejecutar un plan de compensaciones para los vecinos.
De acuerdo a la nota informativa del medio, el sitio de disposición final de residuos contaría con seis celdas que podrían alojar en total 4,8 millones de metros cúbicos de residuos sólidos, con una vida útil de 22 años de operación”. El artículo agrega que también está prevista la construcción de una planta de tratamiento de lixiviados y una serie de barreras de impermeabilización en la laguna de amortiguación, que para el MVOTMA implicaría que “no se generarían impactos ambientales negativos residuales inadmisibles sobre el medio”.
Una de las referentes del movimiento de vecinos en contra del basurero, Cecilia Vener, opinó en entrevista con el diario local Hoy Canelones que la resolución se tomó con apuro y que “no hubo tiempo de ver los últimos estudios que se hicieron llegar a la Dinama”, en referencia –señala el artículo- al trabajo de la doctora en Ciencias Biológicas, Graciela Piñeyro, que determinaba el daño que el megabasurero provocaría en el acuífero de la zona.
Pueblos movilizados contra el megabasurero
Son cinco los colectivos de vecinos que se han nucleado en torno a la Comisión en Defensa del arroyo Solís chico y sus afluentes. Desde hace tiempo están movilizados en contra del proyecto del vertedero, participando en audiencias públicas, organizando protestas, reuniendo estudios y sosteniendo encuentros con distintas autoridades.
A mediados de febrero durante la celebración de la fiesta de la Patria Grande en el Parque Roosevelt, la Comisión transmitió un spot publicitario contra la instalación del megabasurero, pieza que luego fue retirada por la Intendencia de Canelones según denunciaron los integrantes de estos grupos que acusaron “censura” por dicha medida.
Previamente, sostuvieron reuniones con el entonces presidente electo, Luis Lacalle Pou, y también con las nuevas autoridades del MVOTMA, para transmitirles sus preocupaciones ante lo que se preveía como inminente aprobación de la instalación del vertedero.
En declaraciones para La Mañana, el vicepresidente de la comisión en defensa del Solís Chico y sus afluentes, Daniel Suárez, sostuvo que el día viernes 6 de marzo hubo una reunión con los nuevos jerarcas del MVOTMA. El mismo día los vecinos presentaron recurso de revocación y jerárquico ante el ministerio para que se frene el proyecto.
“La ministra y los directores tienen bien presente este tema. Ya ellos habían tenido algunas reuniones con los vecinos y han visitado el lugar”, señaló Suárez. “Creemos que en este proyecto hay muchas irregularidades”, sostuvo Suárez. “La disposición es ayudar totalmente a la producción local, a los vecinos y principalmente que no ocurra ningún desastre ambiental ni se genere peligro para el abastecimiento del agua potable, no solo a los vecinos más cercanos”, agregó.
“La gente quedó bastante tranquila de poder escuchar personalmente las palabras de la ministra. Creo que vamos por buen camino”, consideró el activista. Informó además que el pasado sábado el subsecretario del MGAP, Juan Ignacio Buffa, estuvo recorriendo las zonas cercanas de la Colonia Berro y Cerro del Mosquito junto a los productores rurales familiares que se verían afectados por ese emprendimiento, entre ellos “a los productores hortícolas que están regando aguas abajo de cañada de las Nutrias que nace a diez metros de donde estaría ubicada las celdas número 6 y 4 del megabasurero”, indicó Suárez.
Por otro lado, el diputado de Canelones por Cabildo Abierto, Carlos Testa, dijo a La Mañana que notó una “absoluta unanimidad” en el rechazo de la población de Cerro del Mosquito al proyecto. “Es una zona de campo virgen, con pendientes leves, un lugar hermoso, con cursos de agua por todos lados. No podía creer que allí se fuera a tirar basura, es absolutamente anti natural”, declaró.
El legislador afirmó que “las nuevas autoridades de Medio Ambiente están preocupadísimas por este tema. Eso yo se los transmití a la gente que estaba esperando esa señal”.
“En el mundo se trata de dejar de lado este tipo de basureros. Un sistema que en un país medianamente preocupado por la ecología no se aplica ni se piensa”, subrayó Testa. “Lo más avanzado que tenemos de basureros en Uruguay está en Florida, donde se encapsula la basura. Es una situación no ideal, pero mejor de lo que se proponía”, opinó el diputado cabildante.
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