El referente técnico agronómico de Isusa, Ing. Agr. Miguel Badiola, dijo que la sequía afectó los cultivos fundamentalmente al sur del país, pero las últimas lluvias han ayudado no solo a la producción sino “en el ánimo” del productor.
Consultado sobre el déficit hídrico y las lluvias de los últimos días, Badiola dijo que “ha faltado mucha agua” y eso en el sur afectó “el llenado de grano de soja y a los maíces”.
“Lamentablemente en el sur el productor tuvo que empezar a enfardar soja, tuvo que tomar esas medidas”. Añadió que desde la zona de La Paloma, en Durazno, “me han comentado que ha habido poca implantación de sorgo en zonas muy adecuadas”. Si bien es importante el tipo de suelo “siempre se implantan bien los sorgos”, y este año se decidió por el pastoreo “porque tuvo poco crecimiento”, expresó.
Lo positivo es que las últimas lluvias “ayudaron bastante al llenado de maíz”, incluso “producciones hortofrutícola de Canelones, en lo que es producción de zapallito, tomate a campo, zapallo, el sector papero que necesita mucha agua de lluvia, la precisaba cuanto antes y llegó en un momento acorde”, dijo.
También fueron útiles “para cambiar el ánimo del productor porque ver un cultivo que se está estresando y no recibe agua, cambia el ánimo y es muy desalentador. Estas aguas llegaron en tiempo”, valoró el profesional.
Pero hubo producciones que sintieron el déficit hídrico y las lluvias llegaron tarde.
Que el productor decida enfardar “es una mala noticia” porque “en setiembre y octubre del año pasado ese mismo productor había planificado sus costos para obtener 2.300 kilos, 2.500 kilos por hectárea sin riego. Ahora tuvo que enfardar ese cultivo y así cambia el panorama de la rentabilidad”.
En situaciones de déficit hídrico como las que hemos pasado no se afecta sólo al productor. Éste es el primer eslabón en sentir el impacto, pero esos establecimientos que no obtuvieron rendimientos ni calidades esperadas pierden rentabilidad “y desde ahí toda la cadena sucesiva de pagos” que incluye al distribuidor y a los proveedores de insumos.
“Eso cambia realmente la cuenta y el productor se ha visto totalmente afectado por las precipitaciones que no se dieron este año”, destacó Badiola.
Finalmente dijo que en zonas como Young y Paysandú “hay cultivos de soja con potenciales muy buenos de 3.500 kilos para arriba, soja de primera y alguna de segunda con ese potencial y aun considerando que ha faltado la lluvia necesaria”. Esas chacras van a obtener buenos resultados, lo que contrasta con el sur que no tuvo los potenciales deseados y tampoco van a cosechar lo deseado.