Es obvio decirlo, pero ante las circunstancias actuales en que muchas cosas se desvirtúan, hay que dejarlo en claro: el éxito de la agricultura se ve a la hora de las cosechas, y las perspectivas económicas de los países con una fuerte impronta agrícola como el nuestro, también dependen de ese resultado.
Una buena cosecha no es sólo volumen, hay que agregarle calidad, y para que el resultado final sea bueno también tiene que tener un buen precio, pero esto último no depende del Uruguay y mucho menos del productor.
En un pensamiento reductor y simplista se suele limitar la agropecuaria al productor y al exportador, pero la verdad es que muchos miles de uruguayos dependen directamente del resultado de la cosecha, y buena parte de la economía nacional está atada a ella. Es necesario entenderlo para comprender que aunque el país esté casi detenido por razones que todos conocemos, nos estamos jugando instancias productivas fundamentales. Es tiempo de recoger el maíz, el arroz y la soja, y del volumen como de la calidad dependerá parte fundamental de la ecuación económica del país.
Este año la cosecha presenta sus particularidades, a los altos costos y la falta de lluvias durante largos períodos del proceso de crecimiento de las plantas, se suma la incertidumbre generada por el coronavirus COVID-19 y sus variadas consecuencias en el corto y largo plazo.
Establecido en Salto, el joven Ing. Agr. Maximiliano Cattani analizó para La Mañana el estado de los cultivos en la región norte, presentando un panorama dispar según el punto en que se ubiquen las chacras, jugando un rol preponderante las lluvias o la falta de ellas a la hora de medir resultados. De igual forma el Ing. Agr. Juan Daniel Vago, productor desde hace 40 años y con vasta experiencia en el sector, observó que en Colonia los rendimientos varían en zonas muy cercanas por lo irregular de las lluvias.
“El ánimo del productor es agridulce”, definió Cattani. “La seca en la región norte” hizo que los cultivos presenten una “merma importante”. Para los de secano, “el panorama en el último período fue difícil, más en la región norte donde los suelos son muy heterogéneos y no tienen capacidad de retención importante como los del litoral sur, Soriano o Colonia, que tienen mayor capacidad de retención de agua”.
Frente a esa situación el productor mira los valores de los granos y “todos los días revisa si la soja va a valer más y si va a llegar a los 350 dólares como hace unos años, entonces hay como una doble visión, por un lado fue un verano seco pero con todo esto lo que está pasando puede ser que económicamente el grano valga más”, observó.
Soja, algunos productores la dejaron para pastoreo
En términos generales no se ha iniciado la cosecha, “pero hay sojas que hace dos semanas se sabe que no vale la pena cosecharlas porque repercutió mucho la seca”.
Las lluvias de las semanas previas y las últimas hay ayudado a que haya recuperación, “pero no se esperan producciones elevadas. El panorama es complicado pero más que nada porque la soja en secano no se riega y está sujeta a las condiciones ambientales que no fueron favorables. A muchos productores no les vale la pena entrar con la cosechadora y han dedicado la soja a pastoreo”, y hay establecimientos puntales en los que “eso ya está pasando”, aseguró Cattani.
“Esa soja es comida” para los animales, pero representan pérdidas importantes. “Cuando el productor planificó determinada área tuvo muchos costos que ahora no se verán reflejados en los ingresos que tendrá la empresa. Si ese productor no tiene animales, tiene que poner a pastoreo animales de otro campo y nunca va a generar los ingresos que hubiera tenido con la agricultura. En esos casos concretos las pérdidas son prácticamente del cien por ciento, hubo que invertir en semillas, fertilizantes, estudios de suelo, maquinaria”, y no se logró la devolución esperada por esa inversión.
Respecto a los índices de precipitaciones que ha registrado marzo, dijo que las lluvias siempre son bien recibidas por el cultivo. “Hay sojas tardías, la planta está en período de llenado de grano y sin duda le viene bien”.
El Ing. Agr. Juan Daniel Vago, desde Colonia dijo a La Mañana que más al sur las lluvias han sido irregulares y que zonas que están a pocos kilómetros presentan realidades muy diferentes. La semana pasada “en la zona de Solís llovió 65 mm, en Valdense 12 y en Playa Fomento no llovió nada”, lo que hace que haya disparidad en el estado de los cultivos.
En el área en que Vago se mueve el estado de la soja es “regular” dependiendo de las lluvias, con establecimientos “cerca de Juan Lacaze que parece que tuvieran la ducha arriba, pero uno se mueve 10 kilómetros y ya no llueve”.
“La soja de segunda, en los lugares que llovió, está bastante bien y puede llegar a dar 2.500 kilos”, pero la que “sembramos prácticamente en Navidad en la zona de Valdense al sureste de Colonia, quedó muy petiza, siempre con una lluvia inferior a la de otros lugares, pero en caso de que vuelva a llover puede tener un potencial de 1.000 o 1.500 kilos” como mucho. Ha sido una soja “realmente resistente para la poca agua que recibió”
Ing. Cattani: las lluvias siempre son bien recibidas por el cultivo; “hay sojas tardías, la planta está en período de llenado de grano y sin duda le viene bien”..
Pero también hay chacras que “están peor porque les faltó el agua cuando estaban con mucha altura, y quedaron con poco grano”; y de igual forma “hay otras de segunda que se pastorearon directamente porque no daba para enfardar por no tener volumen”.
En su caso particular, el Ing. Vago dijo que evaluó “en enfardar la soja directamente, por suerte decidimos no hacerlo porque teníamos una logística bastante larga, había que hacer silo pack y llevarlos al campo”, contó.
“O sea que el panorama de la sequía es complejo a nivel agrícola y con los precios que no ayudan porque los costos son altos, la renta sigue siendo alta y muchos la pagan en dólares, otros en kilos de soja, pero ésta ahora está en los 300 dólares lo que hace que el año se presente complicado por los costos en dólares y la soja que no tiene un buen valor, y todo eso hace que los márgenes se achiquen”, apuntó Vago que ha tenido una dilatada trayectoria en diferentes instituciones agrícolas del país.
Consultado sobre si es probable que la soja llegue a los 350 dólares, contestó que “ojalá”, pero “hay mucha incertidumbre, hay que ver si China empieza a comprar y sube a ese valor, ojala que sí, porque el precio es fundamental para las zonas en que los rindes no son muy buenos, aunque hay otras zonas que sí han tenido buenos resultados”.
Buenos rendimientos del maíz temprano
En cuanto al maíz el Ing. Cattani dijo que en el norte éste presenta una “cosecha más avanzada, porque hay maíces que salen más temprano que la soja y se siembra tempranamente”. Al norte del país, “las cosechas han sido relativamente buenas”.
“Tengo entendido que en Paysandú hubo rendimientos muy buenos con maíces sembrados de forma temprana”, dijo. “Algunas empresas tuvieron como rendimientos en secano unos 7.500 u 8.500 kilos promedio, que en secano son valores buenos”. Respecto a los maíces tardíos dijo no poseer información sobre cuáles son las expectativas de los productores en cuanto a sus rendimientos posibles.
Explicó que el maíz es una planta que “tiene una descomposición”. Luego de plantado y cosechado “queda el rastrojo en el campo. Si cosechas solo la mazorca, el choclo, queda la planta viviendo ahí y se espera hasta el próximo verano para sembrar algo. Luego del maíz el suelo está cubierto solo de rastrojo de la misma planta”.
En caso de que se use “la planta entera, la que se manda a silo”, también “se le puede dar otra utilización al campo, pero si solo cosechas las mazorcas, el suelo queda con la planta, el tallo que va muriendo y se va desintegrando en el suelo” y no se puede usar esa parte del campo.
En Salto “se utiliza mucho toda la planta porque hay tambos y la aprovechan en el silo, sin embargo no se generan producciones como las que tienen los tambos más al sur. Acá en el norte las praderas duran muy poco, entonces el productor está intentando hacer verdeos, por eso hay muchos que en verano producen maíz de planta entera para tener alimento durante el invierno, puntualizó Cattani.
Desde Colonia el Ing. Vago comentó que los resultados con el maíz de primera “no estuvieron tan mal”. “Lo sembramos muy temprano, y con las pocas lluvias y buen suelo nos salió casi 9.000 kilos húmedo” con destino embolsar. “Ese es un muy buen rinde casi inesperado, da unos 7.000 kilos seco, y queda cosechar un poco de maíz seco. La verdad que anduvo bien porque fue de primera, tuvimos una lluvia a fin de año y otra lluvia el 15 de enero, con eso granó y se llenó el choclo”.
Distinto es el caso de los maíces de segunda que “están muy jugados”. “A algunos lo liquidó la falta de agua y no tienen respuestas, pero también hay otros si llegara a llover los ayuda para que vayan tirando”.
Sin embargo consideró que “los rindes no van a ser muy buenos y muchos maíces de primera sembrados un poquito más tarde tampoco anduvieron bien, capaz que en el entorno de los 4.000 o 5.000 kilos”.
Destacó que aquellos productores que hicieron las cosas bien, que apelaron a la tecnología, que tienen buenos suelos y que llegaron con las lluvias medias justas sembrando el maíz temprano al comenzar setiembre, “tuvieron mejores resultados”.
Preparando los verdeos invernales
En cuanto a los próximos planes, el Ing. Cattani dijo que “hoy los productores están pensando en terminar los cultivos de verano y rezando para que se venga un otoño llovedor que llene la capa del suelo para preparar la siembra de inverno”.
De todas formas “hay muchos que ya están sembrando verdeos invernales, principalmente avena que se siembra en esta época, pero dado que los fríos no han llegado y seguimos como en un verano que se estira en el tiempo con un otoño que se demora en llegar, hay productores que están esperando” la llegada de las lluvias que “son importantes porque no se puede sembrar con el suelo seco”.
Vago dijo que las pasturas “están bien. Si uno las cuida están bastante bien. Este año mucho fardo no se pudo hacer” aunque así se hizo alguno “de paja y de pradera”; “las pasturas cuidadas están bien, están vivas, la festuca que se usa mucho con trébol rojo, el lotus, ese tipo de mezclas se tienen que cuidar”, y también “hay zonas en que se perdieron”, matizó.
Es tiempo de recoger el maíz, el arroz y la soja, y del volumen como de la calidad de estos granos dependerá parte fundamental de la ecuación económica del país.
En nuestro caso particular “tenemos todos los verdeos sembrados, los raigases están nacidos, están anunciadas lluvias”, dijo en referencia a las de comienzo de semana, “y vamos a tener los verdeos para el invierno, aunque tenemos menos reservas de las que pensamos, también menos fardos, pero se puede sustituir con la cascarilla de soja, un kilo de cascarilla de soja equivale a 4 kilos de silo, entonces se puede bajar el silo y dar cascarilla y así cuidar la reserva. Hay que sacar números y ver cómo viene el año”.
“En principio si llueve normal y en general, muchos verdeos van a empujar”, y eso es bueno, especialmente para la lechería que tiene “un escenario complicado por los costos en dólares”, concluyó.
Zafra de cultivos forrajeros para alimento animal
“La agricultura que hacemos es cebada forrajera, todo para grano húmedo, maíz, sorgo; la soja no va para grano húmedo pero mucha la canjeamos por torta de soja”, dijo el Ing. Juan Daniel Vago.
La cadena agrícola “está muy complicada, hace 5 años que está complicada por clima, por los precios, los costos, por una combinación de factores”. Para sobrellevar esas dificultades, aquellos que pueden utilizan el campo para tratar de buscar soluciones. En ese sentido “utilizamos el área agrícola que tenemos en los campos con mejores condiciones, para hacer comida que luego trasformamos en leche. Eso tampoco es un gran negocio pero es mucho más eficiente porque se evita una cantidad de gastos adicionales”.
“Casi toda la agricultura que hago es forrajera, llamamos forrajera incluso al trigo que se muele, se hace grano húmedo, se embolsa y se le da a la vaca”.
Hacer agricultura para atender las necesidades de la vaca “es una práctica bastante común en los tambos de la zona. Hay quien lo planta y hay quien lo compra”, pero en esa decisión “juegan otros factores” como por ejemplo el rendimiento.
Además de ser “una práctica común” es buena “porque así uno también hace la rotación con maíz sorgo, cebada, trigo. Tenemos los suelos agrícolas en constante búsqueda de balance y que no estén sin cultivo y eso abarata bastante la comida en la medida que se va haciendo con la maquinaria que tenemos”.
TE PUEDE INTERESAR