El continente ya pasó los 5.000 casos y 174 muertos. Si bien esto no alcanza los números europeos, asiáticos o norteamericanos, es un dato que preocupa por la situación económica, estructural y sanitaria que se enfrenta. A pesar de que el clima y el gran porcentaje de población joven en África son elementos que pueden disminuir la propagación y el efecto del coronavirus, existen muchos problemas que pueden dificultar una respuesta eficaz a la pandemia.
La cuestión sanitaria y el acceso al agua son temas esenciales. África tiene más del 15% de la población mundial y solamente el 1% del gasto en salud pública. Los recursos estatales son mínimos para la compra de ventiladores y otros equipos necesarios para atender casos graves de coronavirus. Los pocos recursos que existen también se utilizan para combatir la malaria y el VIH SIDA, teniendo el continente más del 90% de las muertes mundiales por malaria, según la OMS y además también una gran población con VIH.
Respecto al agua, el continente tiene aproximadamente 300 millones de personas que viven en zonas donde hay actualmente escasez de agua como así falta de agua potable, incluso para lavarse las manos, una medida indicada para combatir el coronavirus. A nivel de seguridad aún existe el problema de los grupos terroristas como Al Qaeda (en Somalia, Mali y otros países), Al Shabaab (en Somalia), Boko Haram (Nigeria, Niger, Camerún y otros), que atacan a voluntarios extranjeros, como también a centros educativos y hospitales, y se pronuncian en contra de campañas de vacunación. Con respecto a lo último, si se logra crear una vacuna contra el coronavirus, será otro problema a solucionar. Además de los grupos terroristas, también están los cientos de campos de refugiados en todo el continente, una población que puede ser atacada por milicias, grupos de distinta índole y que están en una situación de extrema vulnerabilidad.
Ante cualquier peligro intentarán escapar, algo que dificultará una cuarentena con tanta concentración de personas.
En el aspecto económico, la dependencia al exterior paraliza al continente en tiempos donde cada país utiliza todos sus recursos para ocuparse de la pandemia a nivel nacional. Por otro lado, la paralización de varios sectores económicos ha influido en la caída de los precios de los commodities, productos que son en su mayoría la mayor exportación de los países africanos. Además, según Qartz Africa, las monedas locales están perdiendo valor frente al dólar en un contexto de incertidumbre en la economía mundial. Por ejemplo, Nigeria y Angola, grandes exportadores de petróleo, han visto caer sus ganancias en un 50% desde el inicio del año en el medio de una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia. En este sentido, África podría sentir mucho más la crisis económica derivada del coronavirus que el virus en sí mismo. Una diferencia con Europa también son las medidas de apoyo económico, ya que los bancos centrales de los países africanos no pueden permitirse políticas de estímulo a las economías locales debido a su frágil situación, a diferencia de las medidas tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo. Otra cuestión es que amplios sectores de la economía son informales y viven el “día a día”, algo que con la reducción de público, por una posible cuarentena obligatoria, generaría pérdidas millonarias y un aumento exponencial del desempleo. En varios países, tales como Sudáfrica, Egipto, Túnez o Uganda, se han aplicado toques de queda, los cuales han bloqueado actividades para millones de trabajadores nocturnos. Si estas medidas se extienden con el tiempo, al desafío del coronavirus se podría agregar una explosión de inseguridad.
Consultado por La Mañana, el coordinador de investigación del Centro de Estudios Internacionales (CEI) y docente en la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Católica Argentina, Juan Ignacio Pascual, sostuvo que el continente tiene serios desafíos por delante: “Como mencionó el director general de la OMS, África tiene que prepararse para lo peor. Es un continente que a nivel general posee poco nivel sanitario y un sistema de respuesta a crisis casi nulo. Además que la escasez de agua potable, el hacinamiento y los asentamientos urbanos hacen que el distanciamiento social y la higiene sea impracticable. La mayoría de las recomendaciones de la OMS en África son imposibles de cumplir. La escasez de médicos es algo que dificultará la lucha contra la pandemia, ya que la mayoría de los recursos, como así también el envío de kits para saber si alguien está infectado, son ayudas extranjeras”, sostuvo el académico.
Sobre la cuestión interestatal, Pascual dijo que “cada Estado toma sus propias políticas, casi no hay espacio para un trabajo regional en conjunto aunque la Unión Africana tiene un centro de control de enfermedades el cual está respondiendo bien a nivel macro pero existen ausencias de cooperación interestatal, algo que es tendencia a nivel mundial”. Uno de los mayores retos será la cuarentena, a lo que Pascual concluyó: “La mayoría de las personas de África Subsahariana vive de trabajos informales y no tiene ningún tipo de cobertura que posibilite sobrevivir durante la cuarentena. En este punto África necesitará más que nunca financiamiento externo o líneas de créditos flexibles que permitan que millones de personas se queden en sus casas y no mueran de hambre”.
América del Norte
Estados Unidos recurre a estudiantes de medicina por el Coronavirus
Ante el aumento de los casos y con Nueva York como el epicentro, se ha recurrido a estudiantes de medicina y a profesionales de la salud retirados como medida para solucionar la falta actual de especialistas. Para ello la Universidad de Nueva York habilitará a los estudiantes de medicina para que obtengan el título antes de tiempo como medida para paliar el déficit de médicos. Actualmente hay más de 75.000 casos positivos de COVID 19 en la ciudad, mientras que a nivel nacional, Estados Unidos tiene 174.000 casos y 3.900 muertes.
Asia
Cuarentena total en India
La semana pasada más de 1.300 millones de personas entraron en aislamiento obligatorio en sus casas por la decisión del primer ministro indio, Narendra Modi, quien ordenó la medida por un lapso de 21 días. A nivel local la medida ha tenido distintas respuestas, siendo que la población que tiene trabajos informales o presenciales les afecta de manera directa ya que si no van a trabajar no les pagan. Muchos de ellos también viven en asentamientos irregulares, sin acceso a agua ni a baños, aumentando la posibilidad de otras enfermedades. Actualmente el país tiene más de 1.300 casos confirmados de COVID-19 y 35 muertos.
G20
Cumbre virtual para apoyar la economía mundial
En una videoconferencia, los ministros de Finanzas y los presidentes de los bancos centrales del G20 discutieron los roles del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en el despliegue de recursos y la exploración de medidas para aliviar la falta de liquidez en los mercados emergentes, como en otros lugares, donde las economías se están estancando bajo el efecto del virus. Se creará un plan para combatir los efectos de la pandemia de coronavirus y se abordará el riesgo de vulnerabilidades de la deuda en los países de bajos ingresos. Además se entregará ayuda financiera a los mercados emergentes, afirmaron en un comunicado conjunto el 31 de marzo. Los líderes del G20 se comprometieron a fines de marzo a inyectar más de cinco mil millones de dólares en la economía global para limitar las pérdidas de empleo e ingresos. Los grupos de trabajo creados para estas iniciativas deben dar detalles del plan antes de la próxima reunión del grupo el 15 de abril.