Sumados a los medios de comunicación tradicionales, las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental para sobrellevar la cuarentena obligada o voluntaria a las que nos ha forzado el coronavirus COVID-19. Como nunca antes Facebook, Twitter y un creciente número de aplicaciones cumplen un rol social y psicológico que algún día los especialistas estudiarán y determinarán cuán útiles fueron para canalizar nuestras angustias, compartir esperanzas y situaciones que hace algunas semanas no imaginábamos viviríamos.
Millones de personas de todo el mundo encuentran en la tecnología una válvula de escape, y está en nosotros saber captar esos mensajes, sacar lo mejor de ellos y transformarlos en algo verdaderamente de utilidad.
Las estadísticas suelen contar el número de test realizados, cuánto ha crecido el número de contagios, cuántos los recuperados, cuántas las camas de CTI ocupadas, y cuántos compatriotas no lograron sanarse. Pero poco reparan en el esfuerzo que hace el personal de la salud, ni siquiera conocemos el número de médicos o enfermeros que cada día se enfrentan directamente a la enfermedad. Sin embargo ellos están allí, y como seres humanos sufren las mismas angustias y los mismos miedos que el resto de la sociedad, solo que, como los soldados que van a la guerra, no tienen derecho a echarse atrás ni encerrarse en la seguridad de sus hogares.
Ayer, el Dr. Diego Fleitas Hernández, médico residente de medicina interna en Hospital Militar, médico interno en Casmu y docente en Universidad de la República, compartió en su cuenta de Facebook un post en el que invita a quien lo lee a “ponerse en el lugar del paciente o del familiar” del enfermo, y pensado en función de los pacientes cuenta de forma directa y llana la dureza a la que se deben enfrentar los médicos en esta etapa de la enfermedad que atraviesa Uruguay.
“Hoy entiendo más las consecuencias de la pandemia”, asegura luego de lo que seguramente ha sido una dura jornada de trabajo en el 5º piso del Casmu 2 al que ingresan casos sospechosos o confirmados de COVID-19.
Los médicos ven a los pacientes “una vez al día, les preguntamos cosas (casi que gritando porque no salen nuestras voces desde la protección)”, y “los examinamos lo que nos dejan los equipos”, pero “ya no les podemos agarrar la mano o acariciarles la espalda cuando se nos angustian. Ya no nos podemos sentar a menos de un metro para decirles ‘acá estamos’”, escribió el Dr. Fleitas.
“Las miradas del paciente son de preocupación, de miedo, y ni los valientes de enfermería (que con un trabajo multiplicado al 100, cambian las sábanas, sacan sangre, higienizan, etc.), ni los de limpieza (que con los misma protección tienen que desinfectar cada sala), ni nosotros, podemos hacer nada”, detalló.
Aquellas “palabras de aliento, esas que van en tono calmo, no salen del doble tapabocas”, escribió el profesional, con lo cual uno puede inferir que a esa preocupación y miedo del paciente se suma la angustia del médico que acostumbrado a asistir también humanamente, hoy se ve imposibilitado.
Además al piso no llegan “familiares ni acompañantes”, por lo que los informes se deben dar “por teléfono”. “Así que los días más duros para los pacientes, los pasan solos. Solos, y repito, con miedo. Y no podemos hacer mucho”, reiteró.
Sonrisa y seguridad
No sólo los pacientes sienten miedo, “todos tenemos miedo, pero no he visto a una persona sin una sonrisa en su cara”, valoró en su escrito.
A esa sonrisa, que tal vez sea por el deber cumplido, por la obligación asumida, por sentirse y saberse útil, se suma la seguridad.
“Yo les digo a enfermería ‘¿Me ayudan a vestirme y desvestirme?’, y ahí están todos para hacerlo. Se los pido porque me siento seguro con ellos. Me alivianan la presión. Y así nos convertimos en el mejor equipo de trabajo que podemos brindar. Y también nos convertimos en la familia y amigos que nos va a faltar hasta vaya a saber cuándo”, apuntó.
Y finaliza con una reflexión que en este punto se hace necesaria y debería ponernos a pensar a todos: “No sé qué detalles necesitas saber de la pandemia… pero te aseguro que para entender que te tenés que quedar en tu casa, no precisas pasar por esto. #quedateencasa”, concluyó.