Pasada la instancia de las elecciones primarias de cada partido, se ha develado la mejor encuesta ciudadana para todas las tiendas políticas, con la participación del cuarenta por ciento de los habilitados para votar.
Lejos quedan ahora, las especulaciones sobre candidatos, porcentajes y listas; dando comienzo a una carrera completamente distinta, donde será necesario buscar los apoyos internos antes construidos, con quienes fueron adversarios hasta este último domingo de junio.
A la luz de los resultados obtenidos, parece poco probable que algún partido cuente con mayorías parlamentarias o que pueda definir la presidencia en los próximos comicios de octubre. Sin embargo, la política es tan dinámica como la realidad misma y todavía puede haber algunas sorpresas.
Ahora bien, volviendo a las internas partidarias, considero interesante enfocar mi análisis en quienes fueron las cuatro fuerzas políticas principales, comenzando por el candidato y el partido más votado, que en este caso fue el Dr. Luis Lacalle Pou del Partido Nacional.
Este candidato, ha demostrado gran crecimiento en el liderazgo de su partido, a pesar de haber enfrentado la contienda interna más conflictiva; en la que hubo exabruptos y metodologías de campaña inusuales, para nuestro ambiente político tradicional.
A pesar de que estos métodos generaron malestar, especialmente hacia uno de los candidatos, que fue recibido con silbidos y abucheos en la sede partidaria nacionalista, Lacalle Pou supo acallar rumores y especulaciones, definiendo esa misma noche la fórmula presidencial.
Pudiera haberse preferido para algunos una fórmula distinta, pero lo cierto es que la escribana Beatriz Argimón, representa la paridad de género, la búsqueda de conciliación interna e interpartidaria y posee además conocimientos de derecho y legislativos, que son aspectos importantes para la tarea a ejercer por un vicepresidente de la República.
El segundo partido con mayor votación fue el Frente Amplio, con una convocatoria interna menor a la de elecciones anteriores y con una distribución de votos que presentan ciertas curiosidades, en las que vale la pena detenerse.
Por un lado, se cumplieron los pronósticos de las encuestas con respecto al liderazgo del Ing. Daniel Martínez, como candidato a la presidencia de esta opción política. Sin embargo, resulta un dato interesante, el empate técnico hasta último momento entre la Ing. Carolina Cosse y el gremialista Oscar Andrade; quienes, sumando sus votos, poseen más votantes que la opción ganadora y menos radical dentro de la izquierda uruguaya.
El dilema para esta fuerza política, será elegir ahora una fórmula que respete la “paridad” anticipada en el plenario, pero que, al mismo tiempo, le de participación por igual al PCU y MPP que han tenido hasta el momento el mayor peso político dentro de este partido.
En tercer lugar, estuvo para mí una de las grandes sorpresas de estas elecciones internas, con el triunfo del economista Ernesto Talvi, quien superó por amplio margen a su adversario y candidato colorado histórico, como es el Dr. Julio María Sanguinetti.
Contra el pronóstico de las encuestadoras, quienes hasta hace poco más de un mes daban como candidato preferido al ex presidente Sanguinetti, el sector “Ciudadanos” se impuso con una forma de hacer política más moderna y con un estilo de alto nivel profesional, en la selección de su equipo de técnicos y asesores.
En cuarto lugar, pero no menor en cuanto a la relevancia para el espectro político, estuvo en mi opinión, la mayor sorpresa dentro de las elecciones internas del último día de junio. El nobel partido Cabildo Abierto, surgido hace poco menos de un trimestre, llegó en votaciones al entorno del 5 % del electorado, dando una clara señal de nacimiento de una nueva fuerza política; que según ellos mismos expresan, convocan a “desencantados” de otros partidos y buscan recuperar valores y principios, que no definen ni como de derecha ni como de izquierda, sino simplemente como “artiguistas”.
Lo novedoso de esta oferta partidaria, es que tiene una composición heterogénea, pero con un liderazgo bien definido por parte del general Guido Manini Ríos; quien busca posicionarse como una figura firme en sus convicciones, pero con sensibilidad hacia las problemáticas de los más humildes.
Sin embargo, tal como lo anunciábamos anteriormente, comienza una nueva etapa, en la que quizás cambien algunos posicionamientos y discursos, para captar al restante electorado que no participó de esta instancia.
En pocas palabras, podría decirse que empieza ahora la verdadera disputa interpartidaria, en la que las distintas fuerzas políticas para ser competitivas, deberán redefinirse internamente, para poder barajar y dar de nuevo, en búsqueda del ansiado triunfo electoral.