CEPAL: De la crisis se sale con mayor integración regional
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) afirmó que la región no tiene otra opción estratégica que avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible a través de una mayor integración, como forma de mitigar los efectos de la pandemia. En un estudio reciente, la CEPAL señala que solo con un nuevo modelo de desarrollo la región evitará volver por los caminos que condujeron a una situación en la que los efectos de la pandemia pueden no solo ser devastadores en el corto plazo, sino también deteriorar las condiciones de la recuperación y el desarrollo. El informe de la CEPAL llama a los países a repensar sus estrategias de desarrollo, fortaleciendo la coordinación e integración subregional y regional para asegurar las cadenas de suministro de bienes críticos, promover una migración voluntaria, no forzada, aliviar la pobreza y fomentar la reducción de la desigualdad, y fortalecer el comercio intrarregional y las cadenas de producción, entre otras medidas. La CEPAL propone la creación de un fondo regional dedicado a las necesidades particulares de los países de ingresos medios para apoyar la recuperación social, económica y productiva. Asimismo, enfatiza la importancia de contar con un apoyo flexible de las organizaciones financieras multilaterales. Los países en desarrollo deben negociar colectivamente préstamos en condiciones favorables y servicios de la deuda graduados a sus posibilidades.
CEPAL, comunicado de prensa del 3 de abril
La cohesión social es fundamental para resolver el problema del desempleo
Los trabajadores que sufren el desempleo cuando empeora la situación económica pueden quedar marcados de forma permanente. Disminuye su capacidad para crear vínculos duraderos con sus empleadores y es más probable que experimenten otros episodios de desempleo. Sus salarios tienden a ser menores, no solo inmediatamente después del evento sino por décadas, incluso durante toda su vida laboral. Los menores salarios son señal de que la productividad de esos trabajadores se ha visto afectada. En otras palabras, aunque no hubo destrucción del capital físico durante la pandemia, el riesgo de daños al capital humano es significativo. Esto refleja en parte las fricciones que surgen cuando se rompe el vínculo de un trabajador con una empresa. Las habilidades específicas del trabajador en el contexto de una cierta empresa dejan de ser valiosas cuando esa empresa desaparece. Incluso cuando las habilidades del trabajador tienen un campo más amplio de aplicación, puede llevar tiempo encontrar otro empleador adecuado. El desempleo y las privaciones también pueden producir desmoralización, depresión y otros traumas psicológicos, que reducen la productividad de las personas afectadas y su atractivo para los empleadores. Muchas de estas consecuencias negativas son más frecuentes cuando el desempleo es recurrente o prolongado. La duración de la situación desfavorable dependerá, sobre todo, de nuestro éxito para contener al coronavirus y mitigar sus efectos. Y ese éxito dependerá, a su vez, de nuestra cohesión como sociedad y de la calidad de nuestros líderes.
Barry Eichengreen, profesor de economía de la Universidad de California, Berkeley, en columna de Project Syndi