Nuestras energías para lograr el Uruguay próspero por el que tantos ofrendaron su vida
Descartes en su “Discurso del Método” nos enseñaba a poner en tela de juicio las ideas y sólo aceptar las que son claras y evidentes. A partir de allí, el método científico ha avanzado hacia todos los rincones del conocimiento humano, pero el estudio de las leyes de la Naturaleza, que tan profundamente ha logrado resultados probados en Física, Química, Biología, se enfrenta aún al dilema de conocer en profundidad el comportamiento de las organizaciones humanas, desde el individuo hasta las naciones.
En Ingeniería es frecuente modelizar, construir un modelo que nos permita comprender el sistema en estudio y su funcionamiento. Esto permite comparar alternativas, estimar las respuestas a cambios individuales, explorar las respuestas a cambios múltiples y estimar la mejor combinación de insumos para lograr los resultados deseados.
Japón comprendió esta mecánica de las organizaciones, pagando un costo altísimo para entenderlo. Dos ciudades destruidas por bombas atómicas, un país en la miseria de la derrota total y ocupado por sus vencedores, fue la circunstancia en la que los Estados Unidos procuraron sacar a su reciente enemigo de la desesperación. Dos expertos en estadísticas y en gestión de la Calidad, Deming y Juran, enseñaron a los japoneses técnicas de gestión que habían sido claves en la victoria militar norteamericana. Asegurar el buen funcionamiento de barcos, aviones y ametralladoras había sido vital para derrotar a los guerreros nipones.
En Japón, la JUSE (Japanese Union of Scientists and Engineers), con el liderazgo de Kaoru Ishikawa, fue la promotora de las técnicas de gestión basada en el método científico que enseñaron los técnicos americanos a sus vencidos.
Tanto adelantaron los nipones en gestionar con Calidad, que en 1987 los Estados Unidos de Norteamérica lanzan un programa de Calidad propio, el Malcolm Baldrige National Quality Award, pues se veían invadidos en sus mercados tecnológicos, principalmente electrónica y automóviles, por productos japoneses que eran preferidos por los consumidores americanos.
Es así que los norteamericanos desarrollan el primer Modelo de Gestión de la Calidad enfocado en entender con método científico a las organizaciones humanas. Hoy son decenas los países que disponen de un Modelo propio y en Iberoamérica tenemos desde 1999 un Modelo regional realizado por la FUNDIBEQ (Fundación Iberoamericana para la Calidad) en el que el Comité Nacional de Calidad de Uruguay participó como Organización Nacional Asociada desde su creación.
Europa funda por ese entonces la EFQM (European Foundation for Quality Management), pues era notorio que la Calidad era un elemento clave en las relaciones de intercambio comercial, y Japón estaba sacando ventaja por sus métodos modernos.
En 1990 Uruguay vislumbra una nueva esperanza de integración regional, el Mercosur. México ya en ese entonces, disponía de un Premio Nacional de Calidad, que según mi memoria fue el primero alineado a parámetros actualizados de América Latina.
El primero de abril de 1991 se lanza un Comité Nacional de Calidad, pues desde el LATU, presidido por el Ing. Ruperto Long, se había detectado la necesidad de utilizar estas modernas tecnologías de gestión. Tuve el honor de colaborar en aquel Comité como Secretario Técnico.
Anteriormente, había aprendido sobre estos temas guiado por el Dr. Víctor Demczylo, en la Facultad de Química, por el Ing. Héctor Ibarlucea en la Facultad de Ingeniería, por el Presidente Enrique Bía del LATU, quien me facilitó estudiar Calidad Total en Suecia. En 1993 me perfeccioné con el Dr. Noriaki Kano, referente mundial, en Japón.
Desde la creación del INACAL (Instituto Nacional de Calidad), sucesor del Comité Nacional de Calidad, soy su Director Ejecutivo, primero gracias a la confianza del Ministro Jorge Lepra y luego por concurso abierto de oposición y méritos.
Convencido de que enfrentar los problemas y solucionarlos mediante trabajo en equipo, con conocimiento profundo, como nos enseñó Don Carlos Vaz Ferreira, y aprovechar los grandes avances en la materia es el verdadero camino para lograr un país más próspero, pongo a vuestra disposición las energías de INACAL, primero para vencer a esta pandemia actual, y luego para lograr entre todos la República próspera y ejemplar por la que tantos ofrendaron su vida.
Información complementaria la encontrarán en www.inacal.org.uy
Ing. Quím. Gonzalo Blasina
Director Ejecutivo INACAL
C.I: 1.299.369-3
Redes sociales y noticias nocivas
Cada vez que alguien o algo atenta contra la sociedad, ésta reacciona mediante una institución y preceptos legales, dispuestos especialmente para contrarrestarla.
Algunos ejemplos de redes sociales y ciertos medios de comunicación son manifestaciones perjudiciales que deben ser reguladas, sancionadas incluso prohibidas.
Me refiero a las redes (amparados en el anonimato y la impersonalidad cara a cara), y ciertos comunicadores (que con tal de llamar la atención o “vender” tergiversan una realidad usando “ganchos” mal intencionados).
La libertad de expresión es un positivo derecho. El buen periodismo es una invaluable necesidad social.
Pero, así como el cuchillo permite alimentarnos y defendernos, también admite lastimar y matar.
Es bueno que los individuos puedan dar su opinión abiertamente. Pero quienes usan esa libertad para insultar (incluso soezmente), generando alteraciones inconvenientes y hasta peligrosas en la comunidad, son como los que usan el cuchillo para lastimar.
Los que recurriendo a un medio masivo de difusión, mienten o insinúan inexactitudes con el fin de aumentar la audiencia, generan malestares, controversias y enfrentamientos nocivos que muchas veces terminan alterando la normal convivencia de la ciudadanía.
Es momento de que las autoridades pertinentes actúen combatiendo esos perjudiciales usos de la libertad y la verdad.
Arq. (J) Ignacio David Weisz
CI 612.364-2
Egos y mentiras
En el semanario del día 1 de los corrientes titulado “Egos y mentiras” hay una nota excelente sobre las informaciones que recorren el exterior sobre nuestro país. Ya se sabe que esas noticias provienen de corresponsales que están en Uruguay y que trasladan SU versión al exterior, cuando la realidad indica muchas veces lo contrario. Basta haber viajado un poco solamente para percatarse de ello. Hasta es a veces difícil encontrar información sobre nuestro país en Argentina, que está acá al lado geográficamente. Lo cierto es que en la mayoría de los países del mundo la gente ni nos conoce, algunos nos confunden con Paraguay, otros creen que estamos al lado de Colombia, etc. Por tanto la nota es absolutamente compartible.
El tema es que la mayoría de esos corresponsales juegan por la punta izquierda, al mejor estilo de los inolvidables Juan Joya o “Cascarilla” Morales, según el lector prefiera. Que tengan su propia opinión política es valedero, lo que no es valedero es que transmitan una imagen incorrecta y sesgada del país hacia fuera de él. Para ser corresponsal hay que tener mucho tacto, mucha franqueza, igual que los relatores de fútbol, y no dejar que aflore la camiseta, para seguir con el símil futbolístico.
La nota termina con una interrogante.”¿ A qué responde tanto ensañamiento”? , refiriéndose a las desmesuradas críticas hacia el Gral. Manini. Y bien, no es difícil contestar esa pregunta.
El general Manini, obviamente, es militar, retirado, pero militar, y con bastante influencia dentro del cuerpo de oficiales y tropa. Y fueron los militares quienes derrotaron militarmente a la subversión en forma absoluta en el año 1972, cuando la Policía estaba ya desbordada, y ello mucho antes de junio de 1973. Y si en quince años de gobiernos frentistas no hubo más desbordes es porque no tenían consigo a las FF. AA. Y siguen sin tenerlas. No en balde la expresidente (de cuyo nombre prefiero no acordarme, al decir de Cervantes) se lamentaba tiempo atrás de que la fuerza armada no respondiera más al poder político, no institucional, sino político, al mejor estilo venezolano.
Más claro, agua.
Atte.
Dr. César Eduardo Fontana
C.I. 1.060.462-0
Sr. Director:
La gente está comenzando a sentir confianza y a salir más a la calle. Hace dos semanas atrás, las calles de Montevideo se veían vacías, tiendas cerradas, puestos callejeros que no estaban, muy pocas personas, cuadras y cuadras sin autos estacionados, fue como si un feriado hubiera durado dos semanas. Pero a partir del lunes 13 de abril se notó otro movimiento, con los obreros que retomaron su trabajo, comenzó un flujo que no se estaba viendo. Y a partir del lunes 20 las calles ya se ven casi normales, las tiendas comenzaron a abrir, hay mucha más gente caminando, las cuadras ya están todas ocupadas de autos estacionados y el tránsito de apoco comienza a tornarse lento nuevamente.
¿Esto qué significa? ¿Que ya todo volvió a la normalidad? Creo que no, creo que es un exceso de confianza que está sintiendo la población. Dado a los pocos casos positivos de Covid-19 existentes hasta la fecha –según el comunicado del día 20 son 535 los casos positivos, 313 los recuperados y 10 los fallecidos-.O sea que son más de la mitad los casos recuperados a los positivos hasta ahora. Claro que no deja de ser una buena noticia, cuando en otros países a estas alturas los casos son muchísimos más y los fallecidos un número muy triste.
¿Entonces que está sucediendo en Uruguay? Las personas dan por sentado que ya pasamos lo peor, que no nos va a pasar nada, que salimos de tapabocas y ya está. Pero creo que esto va a llevar más tiempo de lo que se está suponiendo. No estamos en cuarentena obligatoria, pero el gobierno con buen sentido exhorta a la población a que en la medida de lo posible nos quedemos en casa, que no salgamos a pasear ni a hacer compras innecesarias y mucho menos que salga toda la familia junta al supermercado.
Es encomiable no bajar los brazos, pero hay que tener paciencia y seguir a pie juntillas los dictados de las autoridades sanitarias.
Teniendo claro que esto no se agota en una pandemia de la salud sino que tiene una sinestra connotación económica, hay que tener convicción que de todas las crisis siempre logramos salir.
Con trabajo, tesón y con esfuerzo vamos a superar esta penosa instancia que hoy nos toca vivir.
Rosa Cuello
Los textos destinados a esta sección deben enviarse a lectores@lamañana.uy sin exceder los 2000 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, La Mañana podrá seleccionar el material y editarlo, tanto en la versión impresa como digital.