En la medida que se normalice el tráfico de vuelos en todo el mundo, lo que no se sabe a ciencia cierta es cuándo podría estar ocurriendo, desde el aeropuerto uruguayo ya se habla de la necesidad de adaptación a “una nueva realidad” que se producirá el día que se diga que el COVID-19 está controlado a nivel global.
Una tarde en el aeropuerto principal de Uruguay no es lo que solía ser. Desde hace un mes los mostradores están cerrados al igual que casi todos los comercios. Sólo queda abierta una farmacia, un Free Shop, un lugar de venta de snacks y un restaurante (estos tres últimos en la zona de llegada).
Por esta terminal, considerada una de las más bellas del mundo, pasaban por año 7 millones de personas entre viajeros, acompañantes, pasajeros en tránsito y quienes van de visita a la terminal.
Pero eso ha quedado atrás, y ahora solo se ven llegar aviones con insumos médicos, de carga y los vuelos de repatriación de uruguayos que quedaron varados por el mundo debido a la pandemia.
Una fuente de la terminal área dijo a La Mañana que “antes de la llegada de la pandemia del COVID-19 la conectividad aérea de Uruguay era saludable, con once aerolíneas a doce destinos internacionales directos”. Pero todo eso se ha terminado por el momento.
Air Europa, American Airlines, Paranair, Azul, Aerolíneas Argentinas, Gol, Avianca, Sky, Copa, Amaszonas, Latam e Iberia eran las aerolíneas que llegaban hasta mediados de marzo pasado.
El aeropuerto mueve por año unos dos millones de viajeros (entre entrantes y salientes), con una capacidad operativa que dobla esa cantidad. Del total de los pasajeros un 74% hacían viajes por turismo, un 20% por razones empresariales y el restante 6% por otras razones, como ser familiares o de estudio.
Solamente el 41% de los pasajeros que pasan por el aeropuerto son uruguayos. El resto lo componen brasileños (20%) y argentinos (6%). A estos se agregan europeos, norteamericanos y asiáticos los cuales habían elegido en los últimos años a Uruguay y en especial Montevideo como una de las paradas turísticas dentro de Latinoamérica.
El destino predilecto de los connacionales que salieron del país el año pasado era Brasil con el 31%, seguido por Chile con 13%, y Argentina con 12%. Por detrás de estos estaba Estados Unidos y Europa. El aeropuerto de Punta del Este está aún más paralizado que el de Carrasco, ya que no llega ningún tipo de vuelo. Las seis aerolíneas que volaban a esta terminal trasladaron el año pasado a unos 75 mil pasajeros que tenían como destino el balneario uruguayo. Un 75% de los turistas que llegaron directamente al aeropuerto de Punta del Este el año pasado eran argentinos, seguidos por los brasileños con un 13%.
Vuelos restringidos
Los vuelos en el aeropuerto de Carrasco están más que restringidos. “Al día de hoy y en virtud de las medidas establecidas por las autoridades nacionales, no se están realizando vuelos comerciales desde el aeropuerto. En ese sentido, continúa activa la operativa de vuelos de carga que permite la llegada de insumos sanitarios, médicos y alimenticios que el país precisa y que permite asimismo enviar al mundo productos uruguayos”, señala nuestra fuente.
En el aeropuerto y por el momento se ha mantenido en gran medida el tránsito de carga por una operativa especial de exportación de semillas de soja, pero en mayo se estima que se vea el impacto total de cómo será la operativa. Si hoy día ingresa un avión al espacio aéreo uruguayo, es para traer carga, insumos médicos, pasajeros repatriados o para llevar soja.
Al hablar sobre el futuro desde el AIC señalan que “la prioridad hoy es colaborar activamente para la prevención y contención de esta crisis sanitaria, por lo que es muy pronto para realizar una proyección de lo que sucederá. Sin lugar a dudas que el sector en su totalidad en el mundo, y también el comportamiento de los pasajeros se ve impactado y la vuelta va a suponer cambio y adaptaciones a una nueva realidad. Se estima que se restablezcan en una primera instancia los vuelos de la región y de Panamá y más adelante la conectividad con Europa y Estados Unidos”.
Sobre cuándo se va a recomponer la conectividad agregan que “al día de hoy es difícil aventurar una fecha exacta ya que la industria aérea es un ecosistema con muchos actores, que incluye a las autoridades de gobierno, los aeropuertos, las aerolíneas, los viajeros, entre otros, pero junto a las autoridades se está trabajando para restablecer la conectividad de nuestro país”.
Salvataje a aerolíneas
El coronavirus creará un nuevo panorama a nivel mundial en materia de conectividad, ya que las aerolíneas son uno de los sectores más afectados por la pandemia. Para no caer en la quiebra, las principales compañías del mundo están recibiendo ayuda de sus gobiernos, aunque se teme que en el caso de las latinoamericanas muchas deberán venderse ya que no se recuperarán. Los expertos dicen que durante cinco años por lo menos sufrirán los efectos de esta crisis. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo señala que la mitad de las aerolíneas del mundo pueden quebrar, lo que implicaría que tras la pandemia no existan casi aviones en los cuales volar.
Tal es el caso de Copa Airlines de Panamá. Esta empresa es una de las más poderosas a nivel de Latinoamérica y tenía hasta el 24 de marzo una importante operativa en Uruguay, siendo una de las principales aerolíneas que daban conectividad al país. Con vuelos diarios llegaba a todo el Caribe y Estados Unidos. Su importancia es tal que genera el 17% del PIB de Panamá y emplea a 240 mil personas.
Tras haber ganado 247 millones de dólares en 2019, ahora tiene a su flota en tierra y decidió aplazar el pago de sus deudas, poniéndola en una situación extrema. Tiene planificado reanudar los vuelos desde Uruguay a fines de junio, aunque sin ninguna seguridad.
Por otras latitudes, en Australia la aerolínea Virgin se declaró en bancarrota. Los países desarrollados han decidido inyectar USD 31 mil millones para salvarlas del colapso. En Estados Unidos, el salvataje a las empresas es por 20 mil millones de dólares. En Europa, Air France – KLM obtuvo ayudas por 8.000 millones de euros. EasyJet del Reino Unido obtuvo un aporte de 774 millones de dólares del gobierno. En Asia, China Airlines y Eva Airways recibieron 666 millones de dólares. Se estima que Emirates Airlines, ANA Holdings de Japón, Iberia y British Airways recibirán ayuda de los gobiernos por USD 5.000 millones.