La pandemia de COVID-19 no es la única preocupación del sistema de salud nacional. Ya empezaron a darse las situaciones climáticas en las que proliferan las gripes e infecciones respiratorias, y siguen dándose otras enfermedades transmisibles, aunque en menor medida.
Dengue, tuberculosis, infecciones de transmisión sexual, sarampión, todas tienen algo en común, y es que son transmisibles, ya sea de un ser humano a otro y en el caso de las zoonosis, de los animales al hombre. Ahora bien, en épocas de pandemia como la que el mundo está viviendo actualmente, parece haber quedado en segundo plano el hecho de que estas enfermedades siguen latentes, los contagios se siguen dando y los epidemiólogos aún exhortan a prestar atención al asunto.
Uruguay es un país pequeño con una densidad demográfica bastante menor en comparación con países vecinos, por ejemplo, o con las grandes superficies de naciones europeas, norteamericanas o asiáticas. Pero no es ajeno a la expansión, propagación de microorganismos, no solo del COVID-19, sino del resto de las enfermedades transmisibles.
Mayo es uno de los meses donde aumenta el número de consultas por infecciones respiratorias, período que se extiende hasta fines de agosto, aproximadamente. Es que el otoño e invierno tienden a climas templados a fríos y favorece la circulación de ciertos microorganismos que causan infecciones respiratorias agudas, por agentes bacterianos o virales.
Los agentes virales son los responsables del 80% de las enfermedades respiratorias que circulan. Los distintos virus afectan a las poblaciones en distintas proporciones. Los niños tienen más prevalencia de algunos cuadros virales que adultos. “Dentro de las infecciones respiratorias de origen bacteriano es importante hablar de Sreptococcus pneumoniae (neumococo), que es el causal de internaciones por neumonías, principalmente en personas mayores de 65 años”, explicó en diálogo con La Mañana, Andrés Bálsamo, médico, especialista en Epidemiologia, integrante de la División de Epidemiología del MSP y profesor adjunto (grado 3) de la Universidad de la República.
Entre las medidas de prevención para las infecciones respiratorias en estos meses, Uruguay, como todos los años, recomienda la vacunación antigripal. Otra medida preventiva que se inicia junto con la campaña antigripal es la vacunación antineumocócica con vacuna 23 valente, indicada a todos los adultos de 65 años o más, entre otros grupos.
En nuestro esquema de vacunación, la vacuna anineumococcica 13 valente se administra durante el primer año de vida, a los dos, cuatro y 12 meses. Ya que algunos niños son portadores de neumococo en la nasofaringe y, a su vez, al ser portadores son vectores del microorganismo al resto de la comunidad. “La vacuna 13 valente no solamente disminuye en número de infecciones en los vacunados -es decir la incidencia de las enfermedades respiratorias por neumococo- sino que también interrumpe la transmisión del portador al huésped susceptible”, informó Bálsamo.
Otra medida preventiva que se inicia junto con la campaña antigripal es la vacunación antineumocócica con vacuna 23 valente, indicada a todos los adultos de 65 años o más, entre otros grupos.
Sin embargo, la vacuna conjugada 23 valente no tiene impacto sobre los portadores nasofaríngeos (niños) pero sí sobre los que reciben la vacuna (mayores de 65 años), reduce las hospitalizaciones y la mortalidad. Como mencionamos anteriormente, la mayoría de las infecciones respiratorias en esta época del año son por causas virales, entre los agentes causales, el virus de la gripe, que también posee una vacuna que se administra anualmente.
Este año, dada la pandemia de COVID-19 el Ministerio de Salud Pública elaboró un plan de vacunación antigripal que será diferente a años previos, planificado en etapas, con el objetivo de vacunar primero a los más vulnerables y de evitar aglomeraciones. “Es una vacuna recomendada y en este momento realmente es importante”, aseguró el entrevistado. Según relató Bálsamo, hay tres tipos de virus de la influenza que afectan al hombre: A, B, y C. Los virus A y B de la influenza humana causan brotes o epidemias estacionales anualmente.
“Los virus de influenza A son los únicos virus conocidos por causar pandemias, como la que tuvimos en el año 2009 con la H1N1. Uno de los aspectos más notables y característicos del virus Influenza es la frecuencia con la cual ocurren cambios en su material genético o variación antigénica. La variación antigénica constituye un evento frecuente para el virus tipo A (prácticamente anual), menos frecuente para el tipo B y no ha sido asociada al tipo C.”, añadió.
No todo es COVID-19
Los dos ecosistemas en los cuales se mueve el virus de la gripe es el humano y el animal. En los animales circula en las aves migratorias, aves de corral, cerdos, mamíferos marinos. A su vez el virus sufre una variación antigénica de dos tipos: la menor y la mayor, explicó el doctor al respecto.
“La variación antigénica menor se refiere a cambios relativamente menores que se producen con frecuencia (cada año o cada pocos años) en un subtipo de Influenza”, dijo. “En la variaciones genéticas mayores ocurren cambios en más del 30% del genoma viral, esto sumado al salto interespecie, la circulación de un virus nuevo en población susceptible, en un medio ambiente propicio donde ocurre la transmisión persona-persona favorece la aparición de las pandemias”.
Aseguró que la inmunización contra la gripe es una intervención de salud pública esencial para controlar tanto las epidemias estacionales como las pandemias de gripe.
“La vacunación es anual por la variación antigénica y porque la inmunidad que brinda la vacuna dura entre seis y ocho meses. En este momento estamos entrando en las semanas donde empiezan a aumentar las consultas por infecciones respiratorias agudas “, confirmó Bálsamo.
En el país, las enfermedades respiratorias se vigilan con dos estrategias: a nivel hospitalario se vigilan las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) y a nivel de las emergencias móviles se realiza el monitoreo de las consultas por enfermedad de tipo Influenza (ETI). “Con esas dos estrategias de vigilancia, se obtiene información de los microorganismos que están circulando, número de afectados, hospitalizaciones en UCI y mortalidad. Esta información sirve de monitoreo, detección de brotes y para redireccionar las acciones del sistema de salud año a año”, relató el entrevistado.
“Llevamos unos 45 días desde los primeros casos y no tuvimos una curva explosiva como Italia, España, Unidos o China. Estamos teniendo aparición de casos diariamente algunos asociados a pequeños brotes” aseguró Bálsamo
Arte científico
Este año, se intrincan las consultas por enfermedades respiratorias causadas por COVID-19, que van a aumentar el número de consultas y ocupación de camas. “Las medidas que se vienen implementando hasta el momento desde que se diagnosticaron los primeros cuatro casos, le permitió al sistema “ganar tiempo” para reordenarse en aspectos vinculados al diagnóstico, tratamiento, preparación de los equipos de salud y educación a la población”, aseguró el epidemiólogo.
En ese sentido sostuvo que “la salud pública es una ciencia, y como ciencia se ampara en el método científico, pero también es un arte, porque cada país, en base a lo que está escrito desde el punto de vista científico, toma las acciones que considera son más efectivas según sus recursos disponibles”. Y añadió: “el mundo lleva cuatro meses desde el diagnóstico del primer caso en China, es poco tiempo para evaluar el impacto de las medidas implementadas y compararlas entre países”.
Indicó que las medidas actuales, de exhortar la baja concurrencia a distintos lugares, se perciben como efectivas. “Llevamos unos 45 días desde los primeros casos y no tuvimos una curva explosiva como Italia, España, Unidos o China. Estamos teniendo aparición de casos diariamente algunos asociados a pequeños brotes”.
El especialista indicó que cada vez que se libere un grupo de población aumentará el contacto persona-persona y, por ende, dado el mecanismo de transmisión del virus, aparecerán nuevos casos. “Así es la historia natural de estas enfermedades que se transmiten por gotitas respiratorias y por contacto”. “El mundo y la comunidad científica está aprendiendo día a día, todos los países implementaron medidas en distintos momentos, y eso se observó en cada de las curvas epidémicas”, afirmó.
Recordamos que dentro de las medidas preventivas en estas épocas de pandemia están la vacunación contra la gripe, la higiene de manos, la ventilación ambiental, higiene ambiental con hipoclorito de uso doméstico siempre que sea apropiado para la superficie, en el caso de teléfonos celulares, pantallas táctiles, controles remotos y teclados seguir las instrucciones del fabricante, si no dispone de las directrices del fabricante, considere usar alcohol al 70 % para desinfectarlas, entre otras disponibles en la web del MSP.
Finalmente, afirmó: “siempre hay que recordar que todos somos susceptibles y no erradicaremos el virus hasta que no tengamos una vacuna 100% efectiva, por lo tanto vamos a tener que aprender a vivir con él”.