Utiliza al caballo buscando la rehabilitación, integración y desarrollo físico, psíquico, emocional y social de la persona. Grandes y chicos con diferentes tipos y grados de discapacidad logran rehabilitaciones sorprendentes. Se puede practicar desde los dos años. La equinoterapia se practica en 44 centros activos gratuitos en Uruguay con equipos multidisciplinario de profesionales y especialistas formados en la Escuela de Equitación del Ejército.
Muchas veces no se valora que Uruguay es una experiencia casi inédita en el mundo, donde instituciones públicas y privadas se unen para hacer posible que este tipo de programa de ayuda social funcione, a través de la seguridad social coordinando con otras instituciones públicas como el Ejército e instituciones privadas como Acodes, que es quien coordina, conjuntamente con Cenafre todo este programa.
Los comienzos
El Centro Nacional de Fomento y Rehabilitación Ecuestre (Cenafre) fue creado el 1 de julio de 2003, por decreto del Poder Ejecutivo Nº 268/003. La Asociación Civil Olímpicos de Shanghai (Acodes) nace el 14 de mayo de 2008 y es una asociación civil sin fines de lucro cuyos principales tareas son colaborar moral, espiritual y materialmente en la organización y en el funcionamiento del Cenafre, que está destinado a brindar sesiones de equinoterapia a personas con distintas discapacidades. Se busca difundir la rehabilitación ecuestre como método científico y alternativa terapéutica complementaria en la salud y educación de personas con déficit sensoriales, motores, cognitivos y/o emocionales y apoyar a la Escuela de Equitación del Ejército en la formación profesional y capacitación de técnicas en el conocimiento y la aplicación del método.
El 25 de julio de 2012 Banco de Previsión Social y Acodes firmaron un convenio de prestación complementaria en apoyo a la equinoterapia y desde ese momento Acodes pasa a ser el vínculo entre BPS y el Ejército Nacional.
“No podemos perder de vista que las personas que se atienden son en su mayoría de alta vulnerabilidad, que provienen de hogares muy pobres, con bajos recursos, de un contexto socio-económico muy crítico. Gracias al convenio pueden acceder a la terapia porque el Estado interviene. El BPS nos da un valioso aporte económico y conjuntamente con Acodes/Cenafre, la supervisión a nivel nacional”, dijo a La Mañana la presidente de Acodes, Luz Berta Lazaga. “El Ejército con sus instalaciones adecuadas y personal idóneo, nos brinda la logística y caballos. Gracias a éstas instituciones más de 1.500 personas con discapacidad pueden atenderse y así mejorar su salud, su condición de vida, integrarse mejor a la sociedad e insertarse en el mercado laboral”, agregó.
Lazaga sostuvo que actualmente se trabaja con un equipo multidisciplinario integrado por un médico, un fisioterapeuta, un psicólogo, un instructor en rehabilitación ecuestre, un profesor de equitación y un veterinario.
¿Qué es la equinoterapia?
En el trabajo “Equinoterapia y discapacidad: un abordaje desde la psicología” de María Elina Orozco, citando a la Federation of Horses in Education and Therapy International (FRDI), se define a la equinoterapia como “un método terapéutico y educacional que utiliza al caballo como instrumento o medio dentro de un abordaje interdisciplinario en las áreas de salud, educación y la equitación buscando el desenvolvimiento biopsicosocial de las personas con discapacidad y/o necesidades especiales. Es considerada por la medicina como una terapia alternativa y complementaria a otras modalidades terapéuticas tradicionales, en la que se trabaja con el caballo con fines terapéuticos, educativos y estimuladores”.
Beneficios
Para Lazaga, el caballo ofrece tres principios básicos: el calor corporal, que es mucho mayor al nuestro y favorece la relajación de la musculatura para generar una mejor postura, el movimiento rítmico que trabaja todo lo que tiene que ver con la regulación del lomo y el movimiento tridimensional equivalente a la marcha humana. Son muy importantes para cualquier rehabilitación, además de estar al aire libre, de estar con un ser vivo, trabajar todo lo vincular. Es una terapia integradora.
“Para una mejor organización y efectividad se divide en cuatro niveles que apuntan a alumnos con diferentes necesidades y potencialidades y son la hipoterapia, la educación y re educación, pre deportivo y deportivo. Es de beneficio en la rehabilitación de la mayoría de las deficiencias neuro-músculo-esqueléticas, aquellas relacionadas con el movimiento, retraso y dificultades en el desarrollo, deficiencias psico-motoras, deficiencias sensoriales y deficiencias sociales y favorecen a numerosas patologías”, concluye Lazaga.
XXIII Olimpíadas Especiales FIDES 2019 – Compensar Iberoamérica en Bogotá (Colombia) – junio 2019
En los últimos años, FIDES (Fundación de Investigación de Desarrollo de la Educación Especial) ha creado programas en beneficio no sólo de las personas con discapacidad intelectual, sino también de sus familias, los profesionales que asisten y la comunidad. Son en actividades recreativas, académicas, artísticas y deportivas, como proyectos relacionados con la salud, la educación, la publicidad, la legislación y las perspectivas de futuro.
Participaron casi todos los países de América Latina. En el caso de Uruguay lo hizo con más de 40 atletas especiales logrando un total de 98 medallas: los centros dependientes de Cenafre-Acodes lograron 36 oros, 23 platas y 8 bronces y los dependientes de región este lograron 20 oro, 3 platas y 8 bronces.
“Las competencias implican un antes y un después en sus vidas, cuando se realizan en otros países, les implica estar lejos de su familia; es una experiencia significativa que favorece, estimula la independencia y eleva la autoestima. Se afianzan vínculos con los compañeros e instructores y son instancias de integración con centros de otros países”, señaló Lazaga.
Grande Tomas !!! Un gusto haber compartido unos meses con usted. Muy iinteresante nota y refleja una realidad que muchos no quieren ver. Publico privado y ejercito ayudando a personas que muchas veces es la única opción que tienen para salir adelante.
Un abrazo, Fabián de Mdeo