A mediados de mayo de 1935, el presidente de Brasil, Getulio Vargas, a bordo del acorazado “Sao Paulo”, inicia un viaje a Argentina y Uruguay que dura 20 días. En aquel entonces era muy poco común que un jefe de Estado saliera de fronteras y menos que protagonizara una gira de tantos días. Venía acompañado de su esposa, su hija Alcira y una calificada comitiva.
El viaje constituye un hecho histórico relevante que desnuda la visión de estadista de este singular y taciturno brasileño gaucho, nacido en San Borja (una de las siete misiones orientales que reivindicaba Artigas), que en este gesto devela su aguda visión de la geopolítica regional.
A través del gran embajador, José Carlos Macedo Soares, venía trabajando con paciente tenacidad desde tiempo atrás, junto a los gobiernos de los dos países que ahora visitaba para poner fin a la desdichada y sangrienta guerra que enfrentaba a Bolivia con Paraguay desde hacía tres años. Objetivo logrado al otro día de su partida. El 9 de mayo quedó constituido el Grupo de mediadores, formado por Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Perú y Estados Unidos, al que este hábil diplomático logró incorporar a los cancilleres de Paraguay y Bolivia, sin los cuales la gestión hubiera tenido los ribetes humillantes de una paz impuesta desde afuera.
El 30 de mayo desembarca junto a su comitiva en el puerto de Montevideo donde es aguardado por las máximas autoridades de nuestro país. A la noche se le brinda una cena de gala, con baile en Club Uruguay. Pocas veces el gobierno había tenido oportunidad de agasajar con tantos banquetes y recepciones a una delegación oficial tan nutrida y tan selecta.
Nuestra ciudad capital se propuso proceder a la par de lo vivido días anteriores en Buenos Aires, donde el boato que desplegó la sociedad argentina a través de sus círculos sociales más cerrados, parecía ignorar que el caudillo brasileño le había ganado el corazón de los trabajadores y de los humildes de todo Brasil y que no era persona adicta a ese exceso de glamour…
“El 1° de junio el Presidente del Brasil fue recibido solemnemente por la Asamblea General”, titulaba La Mañana ese día.
“Desde una hora antes de iniciarse la sesión de la Asamblea ya había numeroso público ocupando las tribunas especialmente, por el elemento femenino. El control de entrada se hizo en forma severa.
A las 5 y 50 en punto el Presidente de la Asamblea abrió el acto para dar cuenta que había designado una comisión integrada por varios senadores y diputados que nombró para que recibieran al Presidente del Brasil doctor Getúlio Vargas.
Momentos después aparecía el ilustre mandatario, Legisladores y público poniéndose de pie – rompieron en una prolongada salva de aplausos, que sonriente, y con inclinaciones de cabeza agradecía emocionado el homenajeado.
Acallados los aplausos el doctor Alfredo Navarro pronunció su discurso, cuyas palabras fueron varias veces interrumpidas por demostraciones de aprobación. “Excelentísimo Señor Presidente de los Estados Unidos de Brasil: Nuestro país está de fiesta, porque dentro de sus fronteras se encuentra el mandatario de la gran república brasileña, el ilustre personaje al cual por todas sus eminentes cualidades intelectuales y por sus valores morales, ella ha confiado sus destinos…”
Luego evoca aquel “pensador el barón de Rio Branco…que fue un hombre de América” para después entrar de lleno en el tema de fondo. “No queremos más para nuestros hombres y nuestras patrias guerras fratricidas…”. En inequívoca alusión a la Guerra del Chaco: “Todos queremos para nuestra América terminar con esa contienda dolorosa y sangrienta…Con cuánta alegría veremos que la paz fecunda suceda al choque de las armas y al fulgor de la metralla… Excmo. Sr. Presidente, en nombre de la Asamblea General, representante del país en el cual late el corazón de la patria, declaro que no sois aquí un extranjero…”
Cuando el doctor Vargas se puso de pie, público y legisladores hicieron lo mismo, en medio de otra ovación anunciando después el doctor Navarro que el presidente de los Estados Unidos del Brasil haría uso de la palabra.
“Señor Presidente de la Asamblea Legislativa:
Al penetrar en este augusto recinto, experimento la sensación de estar en el propio templo de vuestra libertad y siento fluctuar en su ambiente las sombras venerables de todos los patriotas que, en jornadas memorables, cuyos ecos todavía resuenan en nuestros anales, secundaron a la República del Uruguay en la lenta y laboriosa conquista de sus inmunidades nacionales, en la implantación de su sistema representativo, en el reconocimiento de los derechos y de las garantías individuales y en la defensa y salvaguardia de las libertades públicas.
Tenéis legítimos motivos para estar ufanos de vuestra obra benemérita, porque el progreso creciente del Uruguay en todas las ramas de la administración pública desde que ingreso al concierto de las naciones americanas, el espíritu acentuadamente liberal que presidió la elaboración de su cuerpo de leyes, y las notables realizaciones sociales que le han conferido una situación destacada en nuestro continente, todo eso es, en gran parte, resultado de vuestra labor infatigable, de vuestro patriotismo siempre atento a los reclamos del pueblo y a las necesidades sociales.
Señor Presidente: me siento feliz de poder exteriorizar en nombre del Brasil, mi profundo respeto por la grandeza del apostolado que se profesa en esta casa y por la majestad incomparable de vuestras funciones y en ser el intérprete de los sentimientos de todos los brasileños ante los representantes del pueblo uruguayo…”
En el mismo día, La Mañana también informó sobre “las magníficas fiestas en honor del Pte. del Brasil doctor Vargas y su comitiva”.
En la quinta de Ilarraz
“Una nota juvenil brillantísima fue la realizada ayer en la residencia del señor Presidente de la República, doctor Gabriel Terra y su esposa señora Maria Ilarraz, con motivo del “cocktail” ofrecido por su gentil hija Olga …en honor de la señorita Alcira Vargas, hija del Presidente del Brasil…”
En Maroñas
La gran reunión hípica que se ofrecerá en el Hipódromo de Maroñas en honor del Presidente doctor Vargas y su comitiva ha de provocar una nota de extremo lucida.
La Comisión Directiva de nuestro Jockey Club ha invitado a esta fiesta “au grand air” a un núcleo de nuestros más calificados elementos por lo que Maroñas ha de presentar el aspecto de sus más brillantes contiendas internacionales.
En el Estadio Centenario
El Estadio Centenario, también será centro de uno de los grandes homenajes al Sr. Presidente del Brasil y su comitiva.
En el club Nacional de Football
Y para tributarlo no se podía haber combinado un programa de mayor atracción que el que ha combinado nuestro Club Nacional de Football.
Cómo número “clou”, un gran match internacional entre el Campeón Argentino del 34: Boca Juniors, y el campeón uruguayo del 33 y 34, Nacional, que alistará entre sus filas a un destacado elemento brasileño: el centre-half Fausto.
Tan interesante programa deportivo, provocará como consecuencia, una nota de extrema relevancia…”
En el Sodre
“El gran concierto en el Sodre, con una sala repleta de selecta concurrencia se llevó a cabo el gran concierto que el Intendente Municipal, Alberto Dagnino, ofrecía en nombre de la sociedad al Presidente del Brasil y su comitiva”.
La entrada del primer magistrado de la nación hermana acompañado del Presidente de la República doctor Gabriel Terra, fué recibida con una salva de aplausos permaneciendo de pie toda la concurrencia siendo ejecutados los Himnos brasilero y uruguayo por la gran orquesta del Sodre.
“Terminados estos se ejecutó un acto de concierto con algunas obras de alto valor…”
La visita al Hipódromo de Maroñas no tuvo el desenlace trágico que fue premeditado
Cuando los doctores Vargas y Terra ingresaban al palco oficial se le efectuó un disparo por la espalda al presidente uruguayo del que salió prácticamente ileso gracias al chaleco antibalas. Fue igualmente un poderoso impacto que hizo tambalear al presidente Terra y no se desplomó al suelo gracias a la gran fuerza muscular -aunque de baja altura- que detentaba Getulio que, tomándolo del brazo izquierdo, lo mantuvo de pie.
No es lugar este para hacer un balance del significado histórico de Getulio Vargas, que fue cuatro veces presidente de Brasil.
La historiografía (socia de inconfesables intereses) muchas veces se tiñe de mezquinos enfoques para solo alumbrar la letra chica de la historia.
¿Cuántos analizaron en profundidad las tenebrosas consecuencias del “Crack del 29” y su corolario la Gran Depresión?
¿A quién se le ha ocurrido escribir con honestidad de lo que hubiera sido de Brasil sin la revolución (de facto?) que llevó a Vargas al poder en el año 1930?
Solo una reflexión:
¡No se conquista el corazón de los humildes con mentiras!
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