El informe del INAC detalla que la caída se explica por el descenso en el consumo de carne de vacuno, en tanto que las otras especies (aves, porcinos y ovinos) se mantuvieron prácticamente estables.
El Instituto Nacional de Carnes (INAC) informó sobre el consumo de carne durante 2019, registrándose una caída de 4,8 kilos respecto a 2018. Ese año el consumo fue de 91,7 kilos, en tanto en 2019 fue sólo de 87 kilos por habitante.
La carne de vacuno fue la única que experimentó una caída en el consumo (-4,8 kilos) en tanto las carnes de ave, porcina y ovina subieron muy levemente, permaneciendo prácticamente sin cambios respecto a 2018.
La carne de ave consumida en 2018 fue de 18,3 kilos por habitante al año, en 2019 subió 0,2 kilos hasta los 18,5 por habitante. La porcina subió 0,1 kilos al pasar de 17,9 en 2018 a 18 kilos en 2019. Y la carne ovina subió 0,3 kilos al trepar de 2,8 kilos a 2,5 kilos por habitante, tal como se muestra en el siguiente cuadro.
Crece el consumo de carne importada
El consumo total de carnes proviene mayoritariamente de la faena nacional, dice el informe. No obstante, el análisis por especie permite apreciar que en la carne porcina el principal origen es el importado, ocupando en el año 2019 el 79,3 %.
La carne de vacuno también ha tenido un incremento en la participación de la importada, particularmente en los dos últimos años, pasando de un 1,4 % en el año 2015 a un 22 % en el 2019.
Al analizar todas las carnes, proveniente de todas las especies y de ambos orígenes (nacional e importado), el INAC observa que en el año 2019 aproximadamente el 80 % tuvo como destino el abasto, porcentaje que se mantuvo estable en todo el período.
Al distinguir según el origen, en el año 2019 el 91 % de los volúmenes nacionales se destinaron al abasto, en tanto para la carne de origen importado este porcentaje se ubicó en un 52 %.
El INAC advierte que el destino abasto de la carne importada viene mostrando un crecimiento sostenido desde el año 2015, año en el cual el porcentaje era de apenas 14,7 %.