Con motivo del aniversario de los 35 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Uruguay y la República Popular China y de los 37 años que cumple la Cámara de Comercio, el expresidente de la República, Dr. Julio María Sanguinetti, y excanciller Cr. Enrique Iglesias brindaron una charla sobre la historia y la significación que tuvo este hecho del cual fueron protagonistas.
Un viejo proverbio chino reza: “Al beber el agua del pozo no hay que olvidar quién lo hizo”
Wang Gang, embajador de China en Uruguay.
Desde hace 11 años, China se ha convertido en el principal socio comercial de nuestro país y desde el año 2016 ambas naciones firmaron una declaración conjunta mediante la cual Uruguay y China se comprometieron a ser socios estratégicos, posibilitando, en mayor medida, un aumento del comercio bilateral entre ambos países, que el año pasado alcanzó una cifra que rondó los US$ 7500 millones.
No puede relativizarse la importancia capital de China, no solo para nuestro país sino para todo el comercio mundial. Actualmente es la segunda economía a nivel global y es uno de los países más poblados del planeta, solo superado por India. Por ello, la demanda por parte de China de productos alimenticios y de materias primas ha crecido a un ritmo continuo y constante desde el año 2001, fecha que coincide con el ingreso de ese país a la OMC.
Hoy, desde Uruguay se siguen buscando oportunidades, mecanismos y estrategias que profundicen esta relación comercial que desde el 3 de febrero de 1988 no ha parado de profundizarse. De hecho, hoy el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, se encuentra realizando una visita histórica a este país que tendrá una duración de tres semanas, cuyo objetivo será buscar mayores oportunidades para exportar productos uruguayos. Por otra parte, y siguiendo esa misma línea, es muy probable que antes de fin de año el presidente Luis Lacalle Pou visite al gigante asiático.
Evento realizado en la Cámara de Comercio
En el evento realizado en la cámara de Comercio se destacó también la participación del embajador de China en Uruguay, Wang Gang, quien en sus palabras se mostró muy satisfecho con el progreso de ambos países a lo largo de estos años, expresando: “Hoy es una ocasión propicia para recordar a los hacedores, a los artífices de este pozo de la amistad Uruguay-China. O sea, es un tiempo para recordar el magno acontecimiento, la epopeya, la gran hazaña del presidente Sanguinetti y del excanciller Iglesias que, con enorme valentía y sobre todo con una visión estratégica de largo alcance, supieron romper el hielo hace 35 años en 1988”.
Además, destacó la importancia de este vínculo no solo desde la perspectiva de los números comerciales sino recalcando la relación de respeto mutuo que siempre hubo entre ambos países: “Han sido 35 años de una relación muy sólida, caracterizada por la confianza política y sobre todo por la gran estabilidad. No ha habido ningún altibajo como una montaña rusa en nuestras relaciones que se han caracterizado por el respeto mutuo a rajatabla. A través de esta confianza, de respeto mutuo entre países con grandes diferencias en población, territorio, sistema político y social, hemos podido lograr un gran avance sustancial en estos 35 años”. De hecho, todos los presidentes uruguayos visitaron China después de 1988 y algunos, como el Dr. Sanguinetti, lo hicieron en dos oportunidades.
En segundo lugar, el embajador manifestó algunos detalles históricos sobre las relaciones entre ambos Estados. “Los 35 años han sido testigos de un rápido crecimiento de la cooperación y los vínculos comerciales que dieron de ganar a ambos pueblos. En 1988 el comercio bilateral era apenas de US$ 124 millones, dependiendo básicamente de la lana. Sin embargo, en los últimos 35 años hemos podido ampliar este gran abanico de oportunidades comerciales, llegando a ser durante 11 años consecutivos y hasta la fecha el primer socio comercial de Uruguay y el mayor mercado del Uruguay con los principales productos de exportación como carne, soja, madera celulosa, lana, y también, lácteos en los últimos años. Existe todavía un gran potencial porque el año pasado el comercio bilateral alcanzó la cifra de US$ 7500 millones. El comercio bilateral del año pasado significó 60 veces el comercio de 1988. Nadie hace 35 años se habría imaginado del potencial enorme que tiene esta relación bilateral en el ámbito económico y comercial”.
Es importante destacar que en los últimos cinco años desde que llegó a Uruguay el embajador Gang, el comercio bilateral creció un 50 por ciento.
Por su parte, el Cr. Enrique Iglesias recordó cómo se reanudaron las negociaciones con China tras la ruptura diplomática. “La primera vez que tuvimos un contacto formal con autoridades chinas fue en el mes de setiembre de 1985, cuando el presidente me autorizó a iniciar conversaciones informales con el ministro de relaciones exteriores de China en las Naciones Unidas. Tuvimos tres reuniones, en 1985, 86 y 87. Y fueron una forma de ir aceitando el vínculo”.
En aquellas reuniones, según manifestó el excanciller, él transmitía las intenciones del presidente Sanguinetti, que tenía como un objetivo central de su gobierno reactivar el comercio con China, pero al mismo tiempo debía insertarlo cautelosamente dentro de su política interior. Pues no hay que olvidar que en la década del 80 se estaba en plena Guerra Fría.
Sin embargo, tal como expresó Iglesias: “A partir de la tercera conversación en octubre de 1987, el presidente inició los procesos de impulso a las negociaciones formales. Y es muy interesante que el objetivo central que se nos señaló era la apertura de mercados para las exportaciones uruguayas en calidad y en cantidad”.
De hecho, el expresidente Sanguinetti trajo a la memoria a Luis Batlle Berres, quien a su modo de ver fue pionero a nivel mundial acerca de la apertura con China. Narrando que, durante una visita suya a EE.UU. en 1955, realizó un discurso muy pionero en muchos aspectos y que luego, en la conferencia de prensa, fue cuestionado por un periodista que le preguntó si verdaderamente consideraba que China debía entrar a las Naciones Unidas. A lo que Batlle respondió: “Las Naciones Unidas, si algún sentido tiene, no es que nos reunamos acá los que tenemos el mismo sistema político, sino que nos reunamos acá los que no tenemos el mismo sistema político, pues si no tenemos un lugar neutral para poder discutir, cómo se va a intentar un diálogo universal”.
Mercosur y China
Sobre el final de su alocución, Enrique Iglesias tuvo tiempo para referirse también a los momentos difíciles que atraviesa el mundo en la actualidad. “El mundo está cambiando en materia económica de forma mucho más rápida y más preocupante de la que yo hubiera pensado jamás”, dijo. “Hoy aparecen arriba de la mesa conceptos que son bastantes preocupantes, ahora hay que hablar del nearshoring o del friendly shoring, todo eso no era la idea central que inspiró la reunión de Punta del Este del año 1986 de donde partió la negociación que presidió el Uruguay durante ocho años y que creó la OMC. Todo eso está hoy en cuestionamiento y estamos entrando en un peligroso período en el que podríamos poner en cuestión la apertura comercial al mundo en forma abierta competitiva, en donde todos podamos tener oportunidad de acceder a ella”.
Además, opinó sobre el papel de nuestro continente ante este nuevo escenario global. “Pienso que América Latina en este momento está en una posición muy importante en el mundo, lo ha estado siempre, pero mucho más ahora, en la medida que problemas como la alimentación se convierte en uno de los grandes problemas de la humanidad”, expresó. “América Latina tiene condiciones excepcionales, no solo abundancia de tierras, sino que además tiene reservas de agua, forestales y energéticas. Sin duda alguna, la región se convierte claramente en un importante factor de contribución al progreso económico del mundo y sobre todo de los grandes temas como el tema de la alimentación”. Y enfatizó: “Soy muy partidario del Mercosur. Sé muy bien las críticas y los problemas que rodean la ineficiencia, pero creo que ese mundo que vendrá y en esta América Latina, actuar juntos favorece la capacidad de negociación y la capacidad de aportes positivos al diálogo internacional. Estoy muy contento de que las relaciones con China se van a conducir y acelerar a través del mecanismo del Mercosur. Me parece una cosa importante a destacar hacia el futuro”. Y concluyó: “Mirando hacia adelante, somos una buena oportunidad para el mercado de China”.
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