El 21 de setiembre fue el cumpleaños de Pedro Manini Ríos, fundador de La Mañana.
Ese era un día singular para su casona de Bulevar Artigas frente al Sanatorio Italiano, que aunque siempre de puertas abiertas a todo el mundo, en esa ocasión se compartía un copa de champagne con toda su familia y todos sus amigos.
Pero había otra fecha multitudinaria, de hondo significado en la vida de don Pedro, donde su parca y austera personalidad era conmovida por otro efusivo aluvión humano que festejaba el otro cumpleaños. En este caso los que concurrían eran sus consecuentes y leales seguidores políticos.
Todos los 30 de julio se conmemoraba las elecciones del año 1916 que en esa fecha lograron una aplastante victoria sobre el gubernismo y consolidaron la base de las libertades publicas, con el voto secreto y universal…
Pero el día de su nacimiento fue en realidad el que tiñó su personalidad con la principal característica: ese eterno don primaveral de ir siempre desapareciendo y siempre renaciendo, para superar las dificultades que acechan siempre a los espíritus grandes…!
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Bien por el coraje de renacer