Son 30 mil personas las que trabajan en el sistema de salud como enfermeros, sin embargo, son 24 mil los que representan a los llamados “auxiliares de enfermería”, y los 6.000 restantes son licenciados en la materia. Según la Ley 18.815, los encargados de supervisar las tareas de los llamados auxiliares son los licenciados, sin embargo, técnicamente parece imposible que un grupo de 6.000 personas controle a uno de 24.000, tomando en cuenta la amplitud del sistema de salud y que no todos están equitativamente repartidos.
La carrera de auxiliar de enfermería no existe a nivel público, solo se dictan cursos privados que llevan unos 18 meses. Un enfermero que sale del curso se enfrenta a la realidad de que si únicamente se emplea en un sitio, su sueldo rondará los $18.000 por seis horas diarias, situación que los lleva a tomar la decisión de trabajar en dos lugares, generalmente en un hospital público y en uno privado. El horario pasa de ser de seis a 12 horas diarias de trabajo, las cuales suelen llegar a 14 si se cuenta el tiempo de traslado.
Hasta hace algunos años atrás, un enfermero trabajaba durante ocho horas cada día, “y el PIT-CNT se saca bandera de que se lograron las seis, está bárbaro, pero lo hicieron a un precio desestimable, porque no podemos vivir con $18.000”, analizó en diálogo con La Mañana, Alejandro Pradiee, vicepresidente del Sindicato Único de Enfermería Unida del Uruguay (Sueuu), agremiación que no conforma el abanico de la central sindical uruguaya.
El grupo del Sueuu está en busca de tener “una representación idónea” y ese fue el motivo por el que crearon el sindicato. “Somos sindicalistas a causa de la necesidad de ser escuchados desde el sector. Buscamos que no se nos subyugue más, porque lo que hemos vivido los enfermeros estos años ha sido una dictadura sindical”, relató el entrevistado. “Lo que pedimos es coherencia, no estamos para pegarle al gobierno, al contrario, estamos en apoyo del actuar y nos gustaría -como nos gustó siempre pero se nos cerraron las puertas- estar cerca de las autoridades y que sepan la situación de primera mano, no a través de intermediarios que nos intentan silenciar”, sentenció el enfermero.
Pradiee aseguró que el presupuesto de la salud es el más grande pero que lo han dejado mal distribuido al tiempo que se hicieron “mal las cosas”. El enfermero indicó que los dirigentes que “representan” a los enfermeros reciben pagos extras “para mantener a los sindicatos quietos, y se trata de pagos astronómicos”, reveló.
Enfermería entre seguros de paros y la pandemia
El entrevistado relató que en estos momentos hay personas que proponen realizar un paro en el sector, así como indican que es el tiempo de reclamar. “Claramente no tienen la menor conciencia de lo que debemos hacer. Hay que trabajar con responsabilidad y conciencia, usando los recursos como corresponde, que los mensajes sean claros y tener coherencia. No adelanta nada que el Ministerio de Salud Pública (MSP) de una orden y en algún lugar no se acate”, añadió.
Pradiee detalló: “no pretendemos que nos regalen nada, queremos ocupar el lugar que nos corresponde que es ser enfermeros, no ser auxiliares, porque en realidad no auxiliamos a nadie, hacemos una ciencia. En este momento de pandemia la idea no es salir a reclamar, lo que estamos intentando es demostrar que los enfermeros también estamos y que vamos a cumplir como corresponde”.
Actualmente en Uruguay el ausentismo de enfermeros es muy importante, porque más allá de los seguros de paros, licencias médicas preventivas, existen otros problemas típicos de la profesión como los problemas cervicales, el estrés, el síndrome de Burnout, entre otros asuntos. El tema de las licencias y seguros de paro implican una problemática para la mayoría de estos trabajadores debido al doble horario en diferentes instituciones.
“El seguro de paro para nosotros ‘no existe’, porque el 70% de los enfermeros trabajamos en el sector público y el privado al mismo tiempo, y si uno de ellos me envía al seguro, ¿qué sucede con el otro? En ese caso, es necesario que se haga un despido. Esto no solo es complicado para el trabajador sino además para la institución”, detalló el vicepresidente de la Sueuu.
Batalla de más de una década
Según el entrevistado hoy no está siendo atractivo ser enfermero, porque no hay ninguna escuela pública de enfermería y porque al trabajar es necesario afiliarse a un sindicato “ya que si no te pueden ningunear. Al menos eso pasa desde hace unos 15 años. Aunque consideramos que ahora las cosas van a empezar a cambiar”.
Lo que los trabajadores están pasando “no es nada nuevo, sí es nuevo para la población”. “Nunca se pudo hacer nada, porque somos mano de obra barata y les servía a las confederaciones y mucho más a las empresas, (aunque en un sentido figurativo)”, dijo Pradiee.
El Sueuu se conforma por más de 6.000 enfermeros y se encuentra en todo el país, “con las personas más disminuidas del sistema de salud que a su vez no se sienten representadas por el sindicato”. La conformación de la gremial es muy volátil porque el PIT-CNT no les permite que haya un descuento del salario para el aporte, entonces dependen del pago a criterio de cada trabajador.
“Queríamos tener un sindicato de enfermería dentro del PIT-CNT, pero nos fue denegado en estos años. A ellos no les sirve porque nosotros tendríamos la posibilidad hablar. Y nosotros tenemos las puertas abiertas para hablar con las nuevas autoridades cuando sea posible. Queremos ver a un PIT-CNT y a una Federación de la Salud desde la vereda de enfrente, y que no se nos trate como hasta ahora”, afirmó el enfermero.
Por una carrera pública de enfermería
Además de trabajar 12 horas, los enfermeros necesitan que en las 10 horas restantes se dividan para descansar y estar con la familia y, al mismo tiempo, continuar capacitándose. La salud se actualiza pero, ¿cómo podemos trabajar y capacitarnos al mismo tiempo si más de la mitad del día estamos en nuestros trabajos? Solo los enfermeros con trayectoria podemos, en algunos casos, tener un trabajo solo porque, debido a los años, el sueldo se incrementa, pero no es la mayoría”, relató el entrevistado.
El enfermero que recién empieza, sale a trabajar “con un tenedor en la mano”, aseguró, porque la realidad es que se aprende más bien trabajando. La figura del enfermero es muy grande en nuestro país debido a la cantidad de trabajadores del rubro. Según la ley, los licenciados son los que tienen que supervisarlos, sin embargo, en las emergencias móviles hay un médico y un enfermero, “es decir que la capacidad para desempeñar las tareas, la tenemos”.
Pedimos que se haga la carrera de enfermero, que nos llamen enfermeros y no auxiliares de enfermería, además esto podría abrir carreras para cuidadores y auxiliares de servicio. Puede llevar a las personas a querer ser licenciadas o paramédicos, instrumentistas, vacunadores, técnico en CTI. Hoy hay poca gente capacitada para manejar los respiradores, por ejemplo, es necesario que se abra el abanico de posibilidades”.