En esta semana de comienzo de clases, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) dio a conocer un informe sobre los resultados de tercero y sexto año de educación primaria. El estudio está en el marco del programa Aristas 2023. La encuesta es similar a la aplicada en 2017 y 2020.
Para el período de gobierno que terminó recientemente, se habían fijado desempeños esperados en lectura y matemática para los alumnos de tercero y sexto año. El informe señala que las metas establecidas para tercero de primaria fueron alcanzadas, pero no así las definidas para sexto. Cuando se profundiza sobre este punto, se observa que las mejoras en tercer año fueron de +3,4 en lectura y +1,3 en matemática, pero en sexto se bajó 1,7 en lectura y 6,3 puntos en matemática.
Cuando se analizan los alumnos de tercer año por contexto y sus rendimientos en las pruebas, “no se observó una mejora en la equidad” con respecto a 2017. La diferencia entre el contexto muy favorable y el muy desfavorable en el porcentaje de alumnos que alcanza los dos niveles más altos se mantiene en torno al 40%.
En el caso de sexto año, y en comparación con siete años atrás, las mejoras en lectura y matemática se dan casi exclusivamente en alumnos de contexto favorable. Para el Ineed, “estos resultados dan cuenta de un leve incremento de la inequidad” entre los niños de contexto menos favorable y más favorable al finalizar la educación primaria.
Esto en un contexto en que “la evidencia internacional muestra que Uruguay es uno de los países en donde las diferencias en los logros de cada escuela dependen en mayor medida de las características de la población que asiste a cada una de ellas”. Se recordó que mientras que la pobreza afecta al 10% de la población general, este porcentaje asciende al 20% entre los menores de 18 años y disminuye considerablemente entre los adultos. Por lo tanto, “esto significa que uno de cada cinco niños y adolescentes en edad escolar proviene de hogares en situación de pobreza, enfrentando a menudo carencias habitacionales, inseguridad alimentaria y un menor clima educativo en el hogar. Si además se toma en cuenta que estos alumnos tienden a concentrarse en ciertas escuelas (como consecuencia de la segregación territorial), el desafío para el sistema educativo se torna aún más complejo”.
Sobrecarga para maestros
Si bien los resultados en lectura y matemática no reflejan el impacto de los cambios por la reforma educativa, debido a que la medición se realizó antes de su implementación, las percepciones de los docentes ofrecen una visión del panorama actual.
Uno de los hallazgos más destacados es la percepción generalizada de una alta sobrecarga de trabajo entre los docentes. Paralelamente, se observa un incremento en el liderazgo pedagógico de los directores. Aunque no se puede establecer una relación directa con la transformación educativa, se considera que los cambios implementados habrían fortalecido este rol, según la percepción del cuerpo docente.
El informe Aristas Primaria 2023 también revela un deterioro en la convivencia escolar entre 2017 y 2023. Esto se manifiesta en “un empeoramiento del comportamiento de los alumnos en el aula, una disminución del sentido de pertenencia a la institución educativa y un declive en las habilidades inter e intrapersonales de los niños”. Además, se observa una reducción en los vínculos entre compañeros y entre alumnos y maestros. Un aspecto preocupante es que los niños en contextos más desfavorables se sienten más inseguros en la escuela en comparación con sus pares de entornos más favorables.
Peor comportamiento
La encuesta reveló otros aspectos de estos niños que concurren a tercero y sexto de la escuela.
Existe un deterioro en el comportamiento de los alumnos y en sus vínculos sociales. Los datos, que comparan la situación actual con la de 2017, revelan cambios significativos en el clima escolar. Se ha percibido “un retroceso generalizado en el comportamiento en el aula”.
El informe indica que el comportamiento de los alumnos de tercero y sexto año ha empeorado en 2023 en comparación con 2017. Este retroceso es especialmente notable en los centros educativos de Montevideo y en las escuelas del programa Aprender. En contraste, se observa una mejora en las escuelas privadas y en los centros con contextos socioeconómicos y culturales más favorables.
Por otra parte, el vínculo entre alumnos de sexto año ha disminuido en 2023 respecto a 2017. No obstante, este vínculo es más fuerte entre los varones, los alumnos de centros de contexto muy favorable, los estudiantes de escuelas privadas y aquellos que pertenecen a grupos de menor tamaño. El vínculo entre alumnos y maestros de sexto año también ha descendido en comparación con 2017. Esta caída es más pronunciada entre los alumnos de centros de contextos más favorables y en las escuelas privadas y urbanas comunes. A pesar de esto, las niñas continúan percibiendo un mejor vínculo con los docentes que los varones, al igual que en 2017. El deterioro de la convivencia escolar constatado entre 2017 y 2023 es algo más pronunciado en las escuelas Aprender y urbanas comunes, en el interior del país y desde la percepción de las niñas.
Aumento de faltas
El tema de las faltas, al igual que en otras edades, crece en los alumnos de tercero y sexto año. Mientras que en 2017 alrededor de un 40% de los alumnos de tercero y sexto faltaron al menos una vez en las últimas dos semanas de clase, este porcentaje ascendió en 2023 a 57,1% en tercero y 53,8% en sexto. Este aumento se constata en todos los contextos socioeconómicos y culturales, todos los tipos de centros y tanto en Montevideo como en el interior del país.
También se consultó a los alumnos de sexto cuántas veces habían llegado tarde a la escuela durante las últimas dos semanas. Mientras que en 2017 el 28,3% de los niños señaló que había llegado tarde al menos una vez las últimas dos semanas, en 2023 esta cifra subió al 37,3%.
Para los alumnos de sexto año, otra pregunta fue cuál creen que será el máximo nivel que van a estudiar. Alrededor de la mitad manifiesta que será maestro, profesor o estudiará en la universidad. Mientras que casi un 25% considera que terminará el liceo o la UTU; cerca de un 8% cree que hará algunos años de liceo o UTU; un 5% que terminará la escuela, y un 12% dijo que no sabe.
A su vez, a medida que aumenta el contexto socioeconómico y cultural crecen notoriamente las expectativas de realizar estudios terciarios o universitarios y los alumnos que asisten a centros privados presentan expectativas más altas en cuanto a terminar la educación terciaria o universitaria con relación a los públicos, con un 67,9% y 47,6%, respectivamente. El estudio mostró que en los alumnos de centros públicos se observa que aquellos que asisten a escuelas de práctica o urbanas comunes reportan mayores expectativas, seguidos por los de tiempo completo y las escuelas Aprender. Respecto a las mediciones de años anteriores, se observa que las expectativas educativas en 2023 se mantienen en niveles similares a 2020. No obstante, cabe destacar que entre 2017 y 2020 se había observado un aumento en las expectativas de culminación de educación universitaria, así como una disminución de quienes creen que no culminarán la educación media superior.
Estudiantes extranjeros
En el informe también se ha analizado la procedencia de los alumnos extranjeros. La gran mayoría tanto en tercero como en sexto año, son nacidos en Uruguay, representando alrededor del 98%. Entre los alumnos extranjeros, los principales países de origen son Argentina, Venezuela, Cuba y Brasil.
En el caso de los contextos socioeconómicos más favorables, los alumnos de Venezuela son el principal grupo de extranjeros, tanto en tercero como en sexto año. Las escuelas de tiempo completo y las escuelas urbanas comunes presentan los mayores porcentajes de alumnos de esta nacionalidad.
En alumnos cubanos se observa una diferencia notable en la presencia entre escuelas públicas y privadas. Las escuelas públicas tienen un porcentaje significativamente mayor que las privadas. La incidencia de alumnos argentinos en tercero y sexto año es relativamente mayor en las escuelas privadas en comparación con las públicas. Mientras que en el interior del país se registra una mayor presencia de alumnos brasileños, la prevalencia de alumnos venezolanos es mayor en la capital que en el interior y la incidencia de alumnos de Argentina es similar entre Montevideo e interior.