La Policía Nacional celebró su 192 aniversario el pasado 18 de diciembre. La Mañana charló con Andrea Suárez, agente de Ciudad del Plata quien, con el desafío de brindar aún un mejor servicio a la ciudadanía, aprendió el lenguaje de señas. De esta forma busca comunicarse de forma adecuada con quienes necesiten asistencia y bajar las barreras de comunicación a una población que abarca a casi 30 mil personas en nuestro país.
El pasado 18 de diciembre la Policía Nacional celebró su Día Nacional en conmemoración al 192 aniversario de su creación, cuando fue instruida a través de la Asamblea General Constituyente y Legislativa del Estado Oriental.
Hoy el rol que desarrolla la policía es fundamental para mantener la “libertad en el orden” tal cual reza el lema de su escudo y se extiende en todas las ramas de la sociedad. Pero para poder brindar respuesta a todos los ciudadanos, los efectivos deben enfrentarse a diversos desafíos, entre ellos, atender a una persona sordomuda.
Según los datos del último censo realizado en el año 2011, en Uruguay hay aproximadamente 30 mil personas sordas o con problemas de audición. En nuestro país, la ley N° 17378 reconoce a la Lengua de Señas Uruguayas como la lengua natural de las personas sordas y de sus comunidades en todo el territorio de la República.
Cuando una persona sordomuda debe comunicarse con la policía, lo que ocurre frecuentemente es que algún vecino o familiar interceden por ellos, por lo que pierden total independencia. La otra opción es solicitar un intérprete, para lo cual se debe atener a los tiempos de espera que demande la asignación del mismo.
Semanas atrás se difundió en redes el video de una agente que atendía el llamado de un ciudadano a través del lenguaje de señas. Para conocer más sobre su labor, La Mañana dialogó con la protagonista de este video, la agente de respuesta rápida, Andrea Suárez, quien actualmente realiza el curso de Lenguaje de Señas, habiendo aprobado ya dos de los tres años que demanda la formación.
Suárez desarrolla su trabajo en Ciudad del Plata, en el departamento de San José. Ingresó a la Policía Nacional en el año 2013. “Ser policía fue algo que siempre quise ser. Vengo de familia policía y para mí lograrlo era un sueño. Me llamaba el ayudar a la sociedad. En ese entonces, veía que la policía estaba mejorando en todo aspecto y eso me impulsó más”, contó a nuestro medio.
Con mucho esfuerzo y tesón logró finalizar la carrera y comenzar a vivir lo que ella entendía como su misión. Pero al responder un llamado de respuesta rápida debió ir a ayudar a unos ciudadanos que eran sordos.
“Cuando llegamos al lugar y no podíamos hablar me sentí muy mal. Es desesperante para la persona que necesita ayuda no poder comunicarse. Entonces entendí que debía formarme en lenguaje de señas y me prometí que en algún momento lo iba a hacer, ya que era fundamental para el trabajo que desempeño”, expresó.
Fue así que comenzó a averiguar cómo lograr esta meta, hasta que dio con un curso impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Programa Nacional de Discapacidad (Pronadis), quienes en ese momento dictaban un curso gratuito. “Aproveché la oportunidad y me inscribí. Al año siguiente había que pagar pero lo hice, y hasta el momento ya llevo segundo año aprobado”, dijo la agente.
A esta altura del curso, agregó, se siente “feliz” pues es una herramienta de real importancia para incluir a las personas que, en ocasiones, quedan a un lado de la sociedad al encontrar barreras para comunicarse. “Todos necesitamos ayuda y si no nos entendemos, es imposible prestarla. Pero por otro lado es gratificante ver cómo se sienten las personas cuando se les entiende su lengua natural. Es un trofeo del alma, entre tantas cosas”, admitió Suárez.
La primera vez que Suárez puso en práctica este lenguaje fue en el Juzgado de Familia en Montevideo. Sobre esto, la entrevistada recordó el hecho: “Se trataba de una audiencia con un chico el cual era sordomudo. Todos estaban un poco nerviosos porque no había un intérprete en sala. El más cercano, en ese momento, estaba en Florida. Yo recién estaba en primer año, sabía lo básico, pero me arriesgué y le dije a la Jueza que capaz podía ayudarlos. Me lo permitieron y fue muy gratificante, porque logramos comunicarnos. Realizamos la audiencia y luego me felicitaron por escrito”, evocó.
Además, mencionó que en la zona en la cual trabaja ya ha respondido al llamado de varios ciudadanos. “Yo trato siempre de ir averiguando para que ellos puedan saber que hay alguien que los pueda entender, porque es muy complicado el tema”, indicó.
Consultada sobre si otros compañeros de su área también lo manejan, señaló que en términos generales “hay muy pocos efectivos que lo manejan” y que en su área es la única, por lo que señaló que es fundamental que se pueda incluir a más efectivos en esta formación. En esta línea, la agende indicó: “Me gustaría que se pueda implementar cada vez más la formación en lenguaje de señas, pero incluso desde el primer nivel, como en las escuelas y los liceos, ver la posibilidad de que sea una materia obligatoria más. Muchas veces los dejamos en el olvido y no los incluimos. Para utilizar la palabra empatía debemos ponernos realmente en el lugar del otro y colocar un granito de arena para que estas personas sean oídas”.
Además, manifestó que cuando el video se difundió, recibió “muchos mensajes”. “El agradecimiento de la gente es una de las cosas que más se valoran, porque a veces no se muestran todas las cosas que realiza la policía, detrás del cual hay mucho sacrificio”, sinceró.
Ser policía: un compromiso de humanidad
La agente también se expresó sobre los desafíos que se enfrentan en el día a día en su labor, y en este sentido, subrayó la humanidad y el tesón en cada una de las instancias que asisten, donde cuando llegan se encuentran con una persona con necesidad y urgencia de ayuda. Asimismo, indicó: “La palabra policía abarca varias ramas, porque a veces tenemos que ser un poco de médicos, de psicólogos, de todo un poco. La gente quizá no lo sabe, pero te tiene que gustar mucho ser policía, tiene que ser una vocación, porque es algo hermoso. Cansa tanto como cualquier trabajo, pero es gratificante cuando uno logra cosas”.
Agregó que la labor que desarrollan “es complicado” por el tipo de instancias que deben atender, pero subrayó que en todos los casos “siempre se trata de brindar una ayuda”. Mencionó a título personal que la respuesta que tiene de la sociedad es con respeto y que la gente “siempre agradece”. “Puede haber otra parte que no lo haga, pero es la más pequeña. La gente tiene muy buena respuesta y eso es lo que a uno le dan ganas de seguir y de hacer las cosas lo mejor posible”, apuntó. A la vez, resaltó que el trabajo en equipo es fundamental dentro de la policía.
Por último, expuso que no siente diferencias por ser mujer dentro de la policía. “Yo lo vivo como una más, acá somos todos iguales y somos todos trabajadores. El respeto está y la verdad es que no hay diferencias”, observó.
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