No hay fórmulas mágicas para evitar siniestros de tránsito, dijo el SOM Belso Rodríguez, vocero de Policía Caminera. Estamos en una época del año en el que se incrementa la movilidad y eso nos expone.
Los accidentes de tránsito que tanto conmueven a la sociedad pero que igualmente siguen ocurriendo de manera cada vez más violenta, no son temas del presente, sino que con vehículos de tecnología limitada también ocurrían y llamaban la atención de la población de ese momento. La creación de la Policía Caminera es una prueba de esa situación, y respuesta a la misma.
En 1953 los graves accidentes de tránsito llevaron a que el ministro del Interior del momento, Dr. Gustavo Fusco, impulsara una comisión asesora para analizar el tema y manejar posibles opciones de solución, pocos meses después se eleva un informe aconsejando la creación de una policía especializada en la materia, y al año siguiente, en setiembre de 1954, se crea por decreto la Policía Nacional de Tránsito que luego se denominará Dirección Nacional de Policía Caminera (DNPC).
A pesar de que en su origen tenía una presencia muy limitada por la falta de personal y vehículos, la nueva dependencia logró resultados positivos que impulsó su crecimiento lográndose la actual Policía Caminera con presencia en todo el país y desempeñando un papel imprescindible en el ordenamiento del tránsito y el cuidado de la salud integral de los ciudadanos que transitan por las rutas nacionales.
Su vocero, Sub Oficial Mayor Belso Rodríguez, dijo a La Mañana que Caminera fue creada como una policía de tránsito, pero con el tiempo a ese cometido se le agregó el de la seguridad pública, y en el área metropolitana -Montevideo y Canelones- un móvil puede ser derivado a un hecho delictivo cercano a su posición, aunque la tarea más visible continúe siendo la prevención y atención de siniestros, controles, la sistematización del tránsito, etc.
Los destacamentos de la DNPC se encuentran en todo el país: “Se fueron estableciendo estratégicamente”, por ejemplo “en los ejes de las principales vías de circulación”. Si vamos de Montevideo hacia el este el primer destacamento se encuentra en Empalme Olmos sobre ruta 8, el segundo está en Pan de Azúcar, sobre ruta 9 donde se abre la Interbalnearia, además de otros destacamentos y subdestacamentos posicionados en todo el país en puntos claves.
Lo mismo ocurre con la distribución del personal, con “mayor presencia en el área metropolitana porque es donde el tránsito es mayor, sin descuidar el resto del país”.
Consultado sobre el papel que la DNPC desempeña en la frontera, considerando que para todos los países del mundo, las líneas divisorias son un punto vulnerable, principalmente las fronteras secas, Rodríguez dijo que no hay destacamentos posicionados sobre la frontera, pero sí hay subdestacamentos próximos a la línea fronteriza. “Podemos decir que las fronteras secas tienen una cultura propia que ya está instalada en la gente, con gran cantidad de vehículos brasileños circulando de este lado, fenómeno que no se da en el límite con Argentina que para cruzar hay que hacerlo por un puente internacional y los controles son otros”.
Fiestas tradicionales
Policía Caminera tiene una vasta experiencia en situaciones de mayor estrés, que suelen darse en algunas fechas especiales como las fiestas tradicionales de Navidad y Año Nuevo.
Los datos estadísticos revelan “mayor preocupación” porque hay un incremento del movimiento en las rutas nacionales que “actúa como un disparador en lo que es la siniestralidad”.
A la “gran cantidad de vehículos que se suman” hay que agregar que “tenemos un ritmo de vida muy ajetreado. Parece que al finalizar el año ingresamos en una locura y queremos hacer lo que no se hizo durante los meses anteriores, y eso en la circulación diaria juega un papel negativo. Si al aumento del parque vehicular le sumamos ese nerviosismo y un mayor desplazamiento por las fiestas tradicionales, agregando a eso que muchos empiezan sus vacaciones, el resultado es un importante incremento del desplazamiento en todo el país”.
Otra arista de la situación es que “aumenta el consumo de alcohol porque hay mayor disponibilidad a juntarse y reunirse, y todos esos son disparadores negativos, llevando a que haya, por lo general, un aumento de los siniestros”.
Sin embargo, sobre en la pasada Navidad, particularmente los días 24 y 25 de diciembre, Rodríguez dijo que “tuvimos números acordes a los esperados y sin hechos de relevancia ni víctimas fatales que lamentar, como sí sucedió otros años. Ahora aguardamos con mucha cautela lo que pueda suceder los días 30 y 31 de diciembre, y el 1° de enero de 2025. Tenemos la expectativa de que en esas fechas la gente maneje con precaución, considerando que vamos a tener grandes volúmenes de tránsito y que en general el 31 de diciembre se da la mayor salida” de la zona metropolitana con destino Maldonado y Rocha.
“Hay tramos de rutas que ya sabemos que en determinados días y picos horarios se congestionan y saturan. La prudencia y la paciencia es lo que hay que tener, no hay una fórmula mágica ni otra manera. Perder la paciencia puede llevar a maniobras imprudentes”, reflexionó.
Policía Caminera dispuso “mayor refuerzo y personal de móviles” con el fin de cubrir la operativa desde ahora hasta que termine la temporada.
Incorporar la educación vial en las escuelas
Rodríguez comentó que no pone en tela de juicio la educación que reciben los conductores a través de las academias de choferes, sin embargo Uruguay “está en un debe” porque “la educación vial debería comenzar en los centros de enseñanza como una materia más”. La experiencia internacional muestra que “los países que han revertido su siniestralidad trabajan con sus niños y adolescentes como una materia más y esos alumnos son educados desde muy temprano”, agregó.
A diferencia de eso “en Uruguay estamos más expuesto a la voluntad o concientización que tengan los maestros y docentes, pero no es una materia establecida”, aunque “no se necesita una carga horaria extensa, pero sí la posibilidad de que los niños reciban una base, y cuando concurran a una academia para aprender a manejar tengan esa base previa y los conocimientos básico de las principales reglamentaciones”.
Tarea educativa
Una de las acciones complementarias que realiza la DNPC y que merece ser destacada es el de la educación a distintos niveles.
“Tenemos un Departamento de Educación Vial que trabaja en todo el país” con “personal que capacita en el interior, pero el trabajo más fuerte se realiza en Montevideo”, expresó el SOM Rodríguez.
También “desde hace mucho tiempo se hacen campañas de instalación y chequeo del sistema de retención infantil, se ha recorrido el país enseñando, educando, asesorando, controlando que las sillas estén correctamente instaladas”.
Asimismo, los instructores “recorren escuelas y liceos educando a niños y jóvenes de diferentes edades y dando charlas de educación vial, esto es algo que se hace desde hace muchos años y no se ha perdido, sino que complementa la labor de los cuerpos inspectivos, es una pequeña ayuda que siempre es insuficiente porque siempre son más los pedidos de dar charlas que la capacidad de respuesta que podemos dar, nuestros docentes no dan abasto para atender todos los llamados del país, pero siempre se está trabajando”.
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