Un grupo de productores rurales y vecinos de Rincón del Pino y Arazatí se han manifestado en los últimos meses en forma organizada contra el pólder que se propone dentro del proyecto Neptuno (también llamado Arazatí). Diego Bonino, productor lechero e integrante del movimiento, conversó con La Mañana acerca de los efectos que tendrá esta iniciativa sobre la productividad agrícola y ganadera de la zona, lo que impactará negativamente en el empleo y la economía local. También advirtió por el riesgo de contaminación que implicará al tener componentes perjudiciales e irreversibles.
¿Cuáles son las mayores preocupaciones de los productores rurales respecto al proyecto Neptuno?
Desde que este proyecto tomó conocimiento público, hemos manifestado a todas las autoridades que afectará muy negativamente la producción, los recursos naturales y a la gente de la zona. El impacto social tarde o temprano llegará, ya que se eliminarán fuentes genuinas de generación de trabajo. La primera consecuencia negativa será la eliminación en forma definitiva del mapa productivo del país, es decir, tierras agrícolas que son consideradas de las más fértiles del país, además de la disminución del potencial productivo de grandes áreas adyacentes al proyecto. Agregado a esto, en el mediano plazo el acuífero Raigón (principal acuífero del sur del país) verá afectada su calidad, comprometiendo su principal uso, que es el riego en horticultura, fruticultura y otros usos agropecuarios, además del uso doméstico de los vecinos de la zona.
Esa es, justamente, una de las principales advertencias que vienen realizando como movimiento desde que se lanzó esta iniciativa. En ese sentido, ¿qué elementos serían los más perjudiciales en cuanto al riesgo de contaminación del acuífero?
El uso del acuífero como fuente de agua de riego es una de las principales características productivas de la zona, permitiendo la intensificación de cualquiera de los rubros que aquí se llevan a cabo. El primer componente altamente perjudicial es la construcción de un pólder o reserva de agua bruta. La infiltración de aguas eutróficas del Río de la Plata, desde el pólder hacia las capas del acuífero, provocará cambios en las características químicas del agua del acuífero, principalmente en lo que concierne a los niveles de sodio, que aumentarán en forma considerable con el paso del tiempo. Ese incremento consistente comprometerá el desarrollo radicular de las plantas, por lo cual su uso en el riego se verá comprometido, por ende, también lo estará la productividad de la zona. El otro componente altamente perjudicial es el monorelleno sanitario, donde se pretenden depositar todos los residuos químicos generados en el proceso de potabilización del agua del Río de la Plata. El proyecto no prevé la impermeabilización de esta zona, con lo cual esos residuos irán lentamente ingresando al acuífero en forma silenciosa e irreversible. Ambos componentes se pretenden instalar en el corazón productivo de la zona, en una cuenca interna que, ante eventos de infiltración o fuga, no harán más que contaminar áreas adyacentes. Todo esto comprometerá el futuro productivo de la zona y de sus pobladores, poniendo en riesgo, en definitiva, el afincamiento de familias en el medio rural y la generación genuina de riqueza para el país.
Mencionaba que este proyecto impactará sobre la productividad agrícola y ganadera de la zona y que, por ende, podrá verse afectado el empleo de las familias que dependen de la producción local. ¿Cuáles son los riesgos en ese aspecto?
El hecho de inundar tierras agrícolas, colocar el monorelleno en pleno centro productivo de la zona y además afectar en el mediano plazo el acuífero definitivamente afectará en forma negativa la productividad de todos los rubros que aquí se desarrollan. A modo de ejemplo, la producción de papa en rotación con cultivos agrícolas y forrajeros con destino a ganadería, la lechería y la fruticultura hacen de esta zona un lugar privilegiado para producir y vivir. Son muchas las personas que vienen de otras zonas en busca de un sustento económico dada la altísima generación de puestos de trabajo al cabo de todo el año. El gran derrame social que esto genera se ve evidenciado por el desarrollo de cooperativas de viviendas y el aumento de la población de la zona, que son una clara evidencia del derrame genuino que se genera a partir de la producción agropecuaria de la zona.
¿Por qué cree que no han sido consideradas otras alternativas a esta iniciativa?
Nos preguntamos continuamente de qué sirve hacer un proyecto que enviará 200.000 metros cúbicos por día, si perdemos prácticamente la misma cantidad por no poder atender las roturas existentes. Este es un tema que debería ser atendido en forma urgente. Existen alternativas conocidas por las autoridades que permiten resolver los problemas de abastecimiento de agua a Montevideo y la zona metropolitana, que además no serían perjudiciales para el país. Nuevos resultados recientemente conocidos de estudios contratados por OSE al Imfia [Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería Ambiental, de la Facultad de Ingeniería], ahora con períodos de cobertura mayores, advierten que los episodios de salinidad y cianobacterias en el punto de extracción o toma de agua bruta son mayores a los aportados por el consorcio Aguas de Montevideo. A partir de estos últimos estudios, nos cuestionamos si realmente Arazatí es el lugar indicado para colocar la toma de agua. Se deben, además, considerar fuentes alternativas como la nueva toma en el río San José y la existencia del acuífero aluvial en el río Santa Lucía. Nos preguntamos, entonces, por qué seguimos con este proyecto que, además de estar desafiado en cuanto a la calidad de la fuente, pretende instalar una pésima solución como lo es el pólder, que terminará contaminando al acuífero Raigón y haciendo que desaparezcan tierras productivas.
¿Cómo ha sido en estos meses la comunicación con las autoridades y qué respuesta han obtenido?
Debemos reconocer que durante todo este tiempo hemos sido escuchados por las autoridades, pero también debemos aclarar que ninguno de nuestros reclamos ha sido tenido en cuenta. Nuestros aportes se han basado en estudios de técnicos de alto prestigio, con documentación de gran sustento científico y técnico. Además de lo que hemos presentado los productores de la zona, durante la audiencia pública, un importante número de científicos y técnicos hicieron pública una gran cantidad de información con el objetivo de que el Ministerio de Ambiente reflexione sobre la conveniencia de implantar este proyecto tal cual está hoy planteado.
¿Qué mensaje le gustaría enviar al gobierno y a la sociedad en general sobre las implicancias de este proyecto?
Solicitamos a las autoridades que reflexionen y pongan un parate a este proyecto. Confiamos en que el bien de todos debe ser considerado prioridad y no deberíamos resolver un problema generando otros. Las alternativas son conocidas, como también los grandes perjuicios económico-ambientales y en definitiva sociales que este proyecto generará. Solamente solicitamos que se reconsideren las opciones buscando el bienestar de todos los habitantes de este país. Somos orgullosos pobladores de esta zona del país y pretendemos que así sigan siendo las futuras generaciones.
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