Desde hace algunos años, a través de la ley de viviendas de interés social, la zona ha crecido y los inversores comenzaron a ver un nicho de negocio. Sin embargo, muchos vecinos se niegan a un cambio de no tomarse en cuenta sus intereses y rol identitario. La construcción de un posible puerto en el dique Mauá, y las modificaciones urbanísticas que podría acarrear, genera opiniones encontradas entre empresarios, autoridades y locatarios.
En el año 2018, el exministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Víctor Rossi, envió un proyecto para instalar un puerto para Buquebus en el dique Mauá de Barrio Sur, y fue aprobado por la Cámara de Senadores, con votos del Partido Nacional y el Frente Amplio, pero al llegar a Diputados fue cuestionado. En ese entonces la Mesa Política de la coalición de izquierda decidió que no estaban dadas las condiciones de aprobación del proyecto.
Recientemente, unos días atrás, el nuevo ministro del MTOP, Luis Alberto Heber, aseguró que este año enviará un proyecto de ley al Parlamento con la propuesta de crear en el dique Mauá un puerto para la empresa Buquebus y los cruceros. Este hecho se amalgama con las modificaciones que se están realizando en la zona del Puerto de Montevideo de manera de separar el transporte de pasajeros del transporte de carga y, de este modo, facilitar la circulación y la estética del sitio.
El plan del nuevo ministro implica la realización de un dragado y una escollera más amplia. Las inversiones podrían correr por cuenta estatal o por agentes privados dispuestos a invertir. Justificó su plan indicando que el dique Mauá, si bien es un símbolo histórico, está abandonado, y que los puertos son características fundamentales de Montevideo.
Un vecindario con arraigo
La Mañana dialogó con David Moraes, vecino de la zona de Barrio Sur que vive allí hace más de 40 años. “No me parece bueno que se haga algo en el dique Mauá sin antes consultar con los vecinos, porque no se trata solo de una construcción. Para nosotros es un punto de referencia del barrio y un patrimonio”, planteó el vecino.
Moraes entiende que la riqueza de su barrio son las personas y su sentido de pertenencia, así como el patrimonio cultural que es el candombe. Aseguró, además, que el hecho de siempre resistir y ser la cuna de la cultura afro en Uruguay, ha sido fundamental para que el barrio siempre se mantenga unido. “Es por esto que cuando vienen a hablar de implementar modificaciones en nuestro lugar, queremos que se nos consulte. Sabemos que vivimos en un sitio histórico y turístico pero nosotros también somos quienes forjamos esa situación”.
Pareciera que Barrio Sur siempre ha procurado tener una matriz heterogénea de población, con los conjuntos del Banco Hipotecario de 1970, el CH20, proyecto del Instituto Nacional de Viviendas Económicas, las cooperativas de Covisur, las que están en los ex-galpones de lavado de la División Limpieza de la IM, entre otras. Esto ha permitido, con el paso de los años, un acceso al suelo de familias que no podrían permitirse el costo de estas zonas.
Moraes indicó que gran parte del vecindario entiende que una mejora barrial podría ser buena, pero que si la instalación de un puerto en el dique Mauá implica suba de costos de los suelos, eso podría perjudicar a las nuevas generaciones que quisieran continuar viviendo en la zona ya que no podrían hacerse cargo de un costo elevado y terminarían migrando del barrio. “Nosotros queremos solucionar ciertos problemas, pero que esto no implique excluirnos”.
Desde 2009, la Unesco considera al candombe Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, de manera que el flujo turístico de la zona se abrió mucho. En esa época, hace unos 10 años atrás, varias agrupaciones vecinales, con la ayuda de las asociaciones turísticas, se unieron y pensaron cómo podrían proteger el barrio y el patrimonio cultural que posee.
“Entendimos que el candombe es un patrimonio vivo, no un sitio, y esto implica que, si los habitantes son expulsados y desaparecen de estos barrios, el candombe perderá una de sus más importantes características, que es la de ser una práctica de resistencia cultural de la población afro y una fiesta popular que viene de nuestras raíces”, sopesó el entrevistado.
Lo que plantearon los vecinos junto a organizaciones, fue que se proyecten planes que apunten a promover una economía concentrada en la zona, al tiempo que se defienda el patrimonio material e inmaterial, “pero todavía esto no se ha dado”, dijo Moraes. Añadió: “que se haga un puerto en el dique Mauá para mejorar la zona está bien, pero que eso nos involucre a los vecinos y se escuche lo que queremos decir y proponer. Que no se dañe nuestra identidad e historia”.
El desarrollo urbano y las inversiones
Consultado por La Mañana, el director de la empresa Saceem, Alejandro Ruibal, aseguró que algunas características del barrio van en contra de los intereses de los inversionistas. A esto se suma, además, el tema de la inseguridad que muchas veces se destaca en la zona. “De todas maneras considero que estos temas tienen solución, y la rehabilitación de Barrio Sur es posible, adaptándola a los nuevos intereses y generando que se unifique y haya menos dispersiones”.
Ruibal considera que los emprendedores que hacen desarrollo inmobiliario buscan zonas en las que a las personas les interesa más vivir o trabajar, “el mercado tiene su oferta y demanda y esta última es la que muchas veces guía, porque es difícil guiar la demanda solo con la oferta”, aseguró. Añadió que cree que Barrio Sur está llamado a tener un desarrollo mayor hasta la punta de Ciudad Vieja donde está ubicado el Club Neptuno “y si se llega a instalar Buquebus en el Dique Mauá –que sería muy buena cosa- el llamado se podría comenzar a concretar”.
Indicó también que se podrían crear algunas viviendas residenciales para que más gente pueda ir a vivir al lugar, pero, sobre todo, podrían generarse oficinas y que la zona concentre a más personas durante el día. “Si se mejorara el transporte colectivo de la ciudad de Montevideo, es decir, la movilidad urbana, que es un debe enorme que tiene la ciudad, creo que esa zona podría revitalizarse aún más”, añadió.
El director de Saceem comentó que se está trabajando en un desarrollo urbanístico para una zona de Ciudad Vieja. En las inmediaciones de la Estación Ferroviaria Artigas se está construyendo el nuevo acceso al Puerto de Montevideo que incluye un viaducto. “Es un lugar que va a mejorar mucho y cambiar la circulación de la rambla portuaria que está muy congestionada con la entrada de camiones al puerto y quienes pasaban por allí a diario lo sufrían demasiado”, relató.
Dijo que, a mediados del año 2021, cuando finalice esa obra, se ampliará 50% la capacidad de la rambla portuaria y, por otra parte, el tránsito pesado de los camiones circulará del otro lado del puerto, lo que revitalizará la zona. “Si sumado a esto, efectivamente se da la obra del dique Mauá y se instala una terminal de pasajeros, se ayudará mucho al desarrollo que implica el conjunto de zonas, mejorando la circulación por la rambla. Considero que sería una muy buena oportunidad”, opinó.
Ruibal entiende que hay que evitar que las ciudades sigan desparramándose y desconcentrando. Dijo que las ciudades compactas son más eficientes, más fáciles de limpiar, cuidar, entre otras cosas. “Si no, nos quedan barrios vacíos y eso es un problema. Además hoy en día se están viendo muchos edificios con monoambientes para personas jóvenes o familias monoparentales y creo que hay una oportunidad para renovar el público de la zona”, agregó.