En ocasión de una entrevista realizada al extinto exministro del Interior Eduardo Bonomi, consultado sobre este tema había manifestado: “Es un problema que no hemos podido resolver”. En las oportunidades en que las autoridades propusieron la instalación de inhibidores de señal en los centros de detención, hubo amenaza de motín.
En las requisas realizadas en diferentes oportunidades, es común ver la incautación de drogas y celulares, lo que evidencia además errores u omisiones en los controles.
De acuerdo a información proporcionada, existen en algunas cárceles verdaderos centros de poder desde donde se controlan los negocios vinculados al narcotráfico, además de decidir quién vive y quién muere.
En los últimos días se tomó conocimiento de la denuncia realizada por el delincuente apodado “Ricardito”, quien afirmó haber recibido 26 celulares entregados por funcionarios del centro donde está alojado a cambio de importantes sumas de dinero.
Brasil dando ejemplo
El delincuente Carlos Eduardo Silva de Mello, uruguayo de 28 años, alias “El Piojo” con pedido de extradición desde Uruguay por muchos hechos de sangre en la frontera norte, se lo considera como el jefe de la facción conocida como “Os Manos”, la más importante red del tráfico de drogas en la frontera. El hombre estaba detenido en un presidio de Caxias donde las autoridades detectaron que mediante el uso de celulares continuaba monitoreando las actividades de la banda. El sábado fue trasladado a una prisión federal, afuera de la ciudad de Canoas, y como hecho importante de destacar, ese presidio de seguridad máxima cuenta con una antena de inhibidor de señal de celulares.
En el pasado corrió la misma suerte Luan Barcelona, alias “Gui”, quien fue trasladado a un presidio con similares características. La situación de los dos delincuentes tiene un punto en común, y es el hecho de que ambos se disputaban el poder del grupo “Os Manos”, lo que determinó que cada uno por su lado y a través de comunicación telefónica dispusieran una serie de homicidios perpetrados en el departamento de Rivera contra aquellos que no respetaban su liderazgo. Ahora están los dos incomunicados.
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