La presencia de cianobacterias en varias playas de Montevideo puso de nuevo una alerta sobre este tema. La capital del país junto a Colonia, San José, Canelones, Maldonado, Rocha, Salto y Río Negro se han visto afectados. Se trata de un fenómeno que cada vez se da más en las costas y cursos de agua.
Las cianobacterias se encuentran entre las formas de vida más antiguas de la Tierra, con una historia de más de 3500 millones de años. Son organismos unicelulares, microscópicos y solo visibles a simple vista cuando forman colonias extensas. Contienen clorofila, lo que les permite convertir la luz solar en energía química, liberando oxígeno en el proceso.
Riesgos para la salud
En condiciones favorables, como altas temperaturas y exceso de nutrientes (proceso conocido como eutrofización), las cianobacterias pueden proliferar rápidamente, formando floraciones que enturbian el agua, agotan el oxígeno y pueden producir toxinas perjudiciales para la salud humana y animal. Se estima que el 50% de las cianobacterias detectadas en Uruguay son tóxicas. Algunas especies producen cianotoxinas que pueden causar problemas de salud como irritación de la piel, problemas gastrointestinales, daño hepático y neurológico.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) señaló en un comunicado que los géneros de cianobacterias más encontrados en Uruguay, responsables del desarrollo de floraciones tóxicas y de la producción de cianotoxinas, son anabaena, microcystis y nodularia. La microcistina es producida por la comunidad planctónica anabaena. Los riesgos por contacto con aguas de recreación son mayores en los nadadores que en los bañistas, que pueden presentar irritación dérmica y síntomas gastrointestinales (náuseas y vómitos).
La Sociedad Uruguaya de Médicos Toxicólogos aclaró en 2024 que, si bien “no todas ni siempre las cianobacterias producen cianotoxinas”, existen diversas especies que sí lo hacen y que han sido identificadas en el país. Al respecto se aclara que los restos de cianobacterias y sus toxinas pueden ingresar al cuerpo como aerosol por vía respiratoria, directamente por ingesta del agua o restos en la arena por parte de los niños debido a su comportamiento mano-boca. Los efectos tóxicos se manifestarán según la dosis recibida, lo que depende de la presencia de toxinas, su concentración en el agua o restos en la arena y el tiempo de permanencia en área contaminada. Inclusive se señala que “se reportan casos graves y muertes asociadas a la exposición a altas dosis de cianotoxinas, incluyendo un caso de una niña en nuestro país”.
De las primeras formas de vida y causas de la proliferación
El meteorólogo Raúl Viñas, integrante del Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus), señaló que estas bacterias son las que de cierta manera dieron forma a la vida en el planeta, ya que produjeron el oxígeno que hoy tenemos en la atmósfera.
Pero el problema radica cuando se multiplican más de lo esperado. “Han existido siempre en nuestro territorio. El tema es que, en determinadas condiciones, cuando abundan los nutrientes, se reproducen de manera descontrolada”, indicó Viñas a La Mañana.
La proliferación descontrolada de cianobacterias genera un desequilibrio en los ecosistemas acuáticos. Al formar densas capas en la superficie del agua, impiden el paso de la luz solar, afectando a las especies que habitan en las profundidades. Además, pueden obstruir las branquias de los peces, provocando su muerte. La descomposición de las cianobacterias al final de su ciclo vital consume oxígeno del agua, generando eutrofización, un proceso de contaminación que se produce cuando un cuerpo de agua recibe una gran cantidad de nutrientes, principalmente nitrógeno y fósforo, lo que provoca un crecimiento excesivo de plantas simples.
Viñas también explicó que la potabilización de agua con cianobacterias implica el uso de sustancias a base de cloro, lo cual lleva a nuevos perjuicios para el medioambiente y quienes consumen esa agua.
“En verano es cuando más se pueden ver las cianobacterias, y están perjudicando ahora diversas playas. Ingresar al agua cuando hay estas bacterias puede generar problemas en la piel, y si se ingieren problemas digestivos. Además, pueden pasar al torrente sanguíneo”, señaló.
Situación descontrolada y fuentes de nutrientes
Las cianobacterias “son seres vivos con los cuales convivimos, pero cuando la cosa está descontrolada, entonces pueden complicar. El tema es por qué se descontrola”, planteó nuestro entrevistado.
Acotó que ese “descontrol” se debe al aumento en cursos de agua de nutrientes. Estos básicamente son sustancias que contienen nitrógeno y son la base de lo que estas bacterias necesitan para su reproducción.
Viñas señaló que las fuentes de nutrientes para nuestros ríos y arroyos han cambiado mucho en los últimos 30 años. Esto se debió al desarrollo agropecuario en general, “con una excesiva aplicación de agroquímicos en el campo, que generalmente terminan en los ríos y arroyos”. A esto agregó la pérdida del monte nativo al borde de los cursos de agua, “que era el filtro defensivo”. Otra fuente de nutrientes para las cianobacterias es la parte sanitaria. Se trata del vertido de materia orgánica y un uso excesivo de detergentes que tienen fósforo, lo cual favorece su desarrollo.
El integrante de Movus acotó que las industrias terminan también con sus vertidos “contribuyendo a la reproducción descontrolada de estas bacterias”.
Impacto de UPM 2 y el proyecto Arazatí
En los últimos años se han sumado otras industrias. Sobre este punto, Viñas destaca que la planta UPM 2 arroja diariamente al río Negro unas 120 mil toneladas de desechos contaminados con sustancias que llevan a la formación de cianobacterias. “Cuando analizamos que son 120 mil toneladas por día y lo llevamos a los 365 días del año, solamente UPM 2 supera la importación total de agroquímicos, para todo el proceso agropecuario”, explicó.
Cuando se lo consultó sobre cómo pueden afectar las cianobacterias el proyecto Arazatí para la potabilización de agua, recordó que estará en una ubicación del Río de la Plata donde muchas veces se ha detectado una fuerte presencia de estas bacterias, cuya eliminación encarece la potabilización “y la hace más insegura al tener que usarse mayor cantidad de productos químicos”. A esto suma que “el sitio de emplazamiento ya había sido rechazado por estudios efectuados en el año 2013. También en 1970 cuando el gobierno de la época proyectaba una nueva planta potabilizadora para Montevideo. Pero ahora se insiste a partir de la iniciativa privada en colocar la planta en ese lugar”.
Raúl Viñas está de acuerdo con la necesidad de una segunda unidad potabilizadora para Montevideo, aunque recuerda que “todas las demás ciudades de nuestro país necesitarían otra planta, ya que en general dependen de una sola fuente” menos Rivera y Artigas, que tienen fuentes de superficie, pero también pozos de extracción del acuífero Guaraní.
Perspectivas futuras
Al preguntarle cómo ve el futuro con respecto a la presencia de las cianobacterias en cursos de agua de Uruguay, manifestó: “Actualmente estamos muy complicados. La proliferación de embalses que no cuentan con filtros, o sea montes nativos alrededor, es un aliciente para la cianobacterias por el agua acumulada”. Y a esto agregó que “si no mejoramos los sistemas de saneamiento y entendemos que el agua es algo que no abunda en el mundo, estaremos dándole a estos seres que son muy oportunistas y que tienen muchísima experiencia de vida, más de 3500 millones de años, van a seguir proliferando y aumentando en cantidad”.
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