La Confederación Empresarial del Uruguay (CEDU) nuclea a veinticinco centros comerciales de todo el país. Su presidenta, contadora Vera Facchín, dijo a La Mañana que la problemática de cada región es muy diferente, aunque existen temas que son transversales y afectan a todas las empresas en el interior.
En un relevamiento realizado por la comisión directiva que asumió este año, se detectó que en algunos lugares la falta de infraestructura es un desafío importante, mientras que en otros la informalidad y los altos costos empresariales son el tema de mayor impacto.
A nivel general, las pymes se ven afectadas por los aranceles que cobran las tarjetas de crédito y débito por las operaciones y los Consejos de Salarios que no distinguen la situación de si una empresa es del interior o Montevideo. Para Facchín los Consejos de Salarios “están diseñados para empresas del sur”, pero los incrementos salariales son aplicados a pequeñas y medianas empresas en el interior “y esto crea desafíos adicionales”.
Dentro de zonas más industriales del país, para la CEDU los desafíos que enfrentan las empresas son la competencia internacional y la necesidad de flexibilización del Mercosur.
Vera Facchín señala que se debe de partir del concepto de que la dinámica comercial en el interior es diferente a la capital y las oportunidades también son diferentes en cuanto a la concreción de los proyectos de desarrollo, ya que en el interior del país esa dinámica es más lenta que en la capital. Al respecto, explica que “lo que estamos haciendo es conectar los veinticinco centros comerciales de todo el país para comprender a fondo todas estas realidades y haciendo giras por el interior. Buscamos organizar al sector en comisiones para poder abordar todos estos desafíos”. Si bien se puede pensar que existe un solo interior, la realidad es que hay varios. Existen algunas zonas que son más industriales, como Paysandú, y otras dedicadas al turismo, como toda la zona este.
Pero “hoy hay una problemática que ha sido un poco transversal a todos”. Con excepción de Colonia, Montevideo y Canelones, “que son los departamentos que han crecido en ventas, en prácticamente todo el resto del país ha descendido; Paysandú, Río Negro y Salto son los más afectados”.
Un problema que se extiende
Sobre la situación argentina, la presidenta de CEDU señala que el impacto por la diferencia cambiaria comenzó en el litoral, pero se ha extendido a todo el territorio nacional. Un caso especial es en los departamentos fronterizos con Brasil. Estos han convivido todo el tiempo con la diferencia de precios, pero ahora la situación de Argentina ha llevado a que el comercio también sume este otro problema.
Al ser consultada sobre si los productos de Argentina están llegando a todo el país, más allá del litoral, sostiene que hay varias realidades. Una es la mercadería de contrabando, que cada vez se ve más en las diferentes ferias tanto de Montevideo y del interior; y otra, desde lo legal, es el turismo de compras hacia Argentina, que está sucediendo desde todo el territorio nacional, no solo Montevideo. “Esto ya no es una problemática del litoral” dijo Facchín.
Una nueva esperanza
El registro único nacional de bromatología, que comenzará a funcionar en 2024, es una de las iniciativas aprobadas por el Congreso de Intendentes que genera en las pymes del interior mayor expectativa. De esta manera, un productor alimenticio no tendrá que pasar por cada control bromatológico en cada departamento. Con la autorización de la intendencia donde la empresa esté radicada ya podrá vender sus productos en todo el país.
Al comentar esta medida, Facchín indica que tal sistema “ha sido una larga lucha de los centros comerciales de todo el país. El tener que registrar cada producto en cada departamento traía grandes costos a las empresas. No les permitía ser competitivas, porque si querían vender sus productos fuera de los límites departamentales les implicaba pagar las autorizaciones de manera reiterada. De esta manera se pone en marcha la competencia y va a permitir también que las empresas puedan tener una mirada más nacional a la hora de poder vender y unificar al país con las mismas reglas o en las mismas condiciones empresariales. Termina favoreciendo al desarrollo del interior”.
La denominada L de desarrollo, que abarca el litoral y el sur, cada vez se acorta más y disminuyen los departamentos que crecen, por lo cual se espera que con los cambios en las normas bromatológicas se pueda lograr un comercio más fluido, no solo desde el interior a Montevideo, sino entre el propio interior.
La formación de precios
Vera Facchín, no solo es presidenta de CEDU, también lo es del Centro Comercial e Industrial de Salto. Consultada sobre la realidad del litoral y ese departamento, señaló que el comercio está enfrentando desafíos muy complejos. Los economistas tampoco proyectan cambios a corto plazo en Argentina que puedan este repercutir en Uruguay, “por lo cual las empresas en Salto y en el litoral, van a seguir enfrentando estos desafíos, lo cual cada vez se les hace más difícil de sobrellevar”.
Para esa región, el Gobierno ha tomado medidas, como un descuento de cuarenta por ciento en el Imesi a las naftas y exoneraciones tributarias para las empresas. Nuestra entrevistada destacó al BROU, quien “es un aliado muy importante y crucial con descuentos directos a los consumidores, especialmente en autoservicios, supermercados y farmacias”.
Facchín agregó que más allá de la situación coyuntural, “se debe analizar la formación del precio y por qué Uruguay es un país caro, con baja competitividad y altos costos para las empresas”. También bregó por la aprobación en el Poder Legislativo de iniciativas que están a estudio y buscan un sistema simplificado de importaciones y una tarjeta de frontera que permita comprar con una baja en el IVA.
“Una tarjeta de frontera con rebaja del IVA tiene efectos más allá de la situación actual, ya que la diferencia cambiaria con Argentina ha sido histórica. Por esto podría ser muy efectiva y directa. Por otra parte, la importación simplificada permite abrir un poco la competencia. Hemos tenido noticias de que se podría empezar a avanzar, quizás en un plan piloto, para probar algunos productos para la importación simplificada y ver cómo se comporta el mercado” dijo Facchín.
El objetivo de estos planes piloto es comprobar si existe un efecto sobre el consumo con una tarjeta que permita una menor tasa de IVA o que los comerciantes puedan efectuar las importaciones de manera simplificada y directa.
“Se han hecho más de veinte medidas desde el Gobierno nacional para el litoral, pero eso es una manera de contener una situación y ahora se debe ir a lo estructural”, agregó Facchín.
El Banco Central está trabajando en un documento sobre la formación de precios, el cual intentará desentrañar por qué Uruguay sigue siendo un país muy caro.
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