En un país que tiene el índice de envejecimiento más alto de la región, donde una de cada tres personas tiene hipertensión arterial y 10% tiene diabetes, es necesario tomar las precauciones adecuadas y conocer los riesgos que implica la enfermedad por el coronavirus COVID-19.
El Dr. Daniel Mallo, director y jefe de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista en el Instituto de Cardiología Intervencionista de Casa de Galicia, explicó los riesgos específicos en las personas que tienen enfermedades cardiovasculares.
“El COVID-19 genera una sobrecarga para el corazón. Si un paciente tiene una enfermedad cardiovascular previa, el corazón empeorará más fácilmente su funcionamiento y puede presentar arritmias o insuficiencia cardíaca”, indicó el especialista.
Hay una preocupación creciente por esta pandemia, especialmente entre las personas consideradas de riesgo. ¿Cómo afecta el COVID-19 a quienes tienen problemas en el corazón?
Las personas mayores y las que padecen hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más riesgo de contraer la enfermedad, y cuando se infectan por coronavirus tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave, más grave que el común de la población.
Esto es importante que se sepa, no para generar alarma entre estos pacientes, sino para que puedan tomar las precauciones adecuadas y necesarias ante esta pandemia.
El COVID-19 genera una sobrecarga para el corazón. Si un paciente tiene una enfermedad cardiovascular previa, el corazón empeorará más fácilmente su funcionamiento y puede presentar arritmias o insuficiencia cardíaca.
Esto es porque la infección por COVID-19 puede puede producir un daño directo infeccioso e inflamatorio sobre el músculo cardiaco, que se llama miocarditis. Dependiendo de la afectación, puede empeorar la función de bomba del corazón. Si es grave, el cuerpo no recibe suficiente sangre, generándose lo que se llama shock cardiogénico: la presión cae a niveles muy bajos y se produce mala irrigación de todo el organismo, entonces empiezan a sufrir otros órganos, como el cerebro, el hígado o los riñones. Es un cuadro muy grave que puede evolucionar a la muerte.
Además, se pueden formar coágulos en el corazón que podrían provocar un accidente cerebrovascular o un infarto.
La afectación del corazón por el coronavirus, ¿tiene algún efecto sobre los pulmones?
Esta miocarditis puede provocar que se acumule líquido en los pulmones -que se llama edema pulmonar-, lo que afecta la función respiratoria. Esto se suma al propio agravio que provoca el coronavirus sobre los pulmones. Por lo tanto, la función respiratoria puede verse dificultada tan gravemente, que incluso el ventilador puede no ser suficiente para mantener con vida al paciente.
Según informes recientes de 138 pacientes hospitalizados con COVID-19, el 16,7% de los pacientes desarrolló arritmia y el 7,2% experimentó daño cardíaco agudo, además de otras complicaciones relacionadas con COVID- 19. Se describen casos de insuficiencia cardíaca de inicio agudo, infarto de miocardio, miocarditis y paro cardíaco.
¿Cómo incide la edad en estos pacientes?
Si bien se ha observado un peor pronóstico en las personas que sufren hipertensión, diabetes o cardiopatía isquémica, la edad avanzada es el factor de riesgo más importante, cuando hablamos de enfermedad grave por coronavirus.
Fíjense que la mortalidad global por coronavirus varía -según distintos países- entre 0,5% y 3,4%. Pero es de 9% entre las personas de 70 a 79 años y de 17% en los pacientes mayores de 80.
Los adultos mayores están inmunodeprimidos debido a su edad lo que, junto a la existencia de una enfermedad crónica cardiaca, hace que tengan más riesgo de desarrollar complicaciones a nivel pulmonar como neumonia y, por tanto, mayor riesgo de muerte.
Y recordemos que Uruguay tiene una población envejecida. Tiene el índice de envejecimiento más alto de la región: uno de cada cinco uruguayos son mayores de 60 años; es decir, son 600.000 personas con riesgo aumentado de complicaciones sólo por su edad. Además, uno de cada tres uruguayos tiene hipertensión arterial y el 10% tiene diabetes. Lógicamente, en la medida que se suman estos factores, el riesgo es mayor.
En estos días ha circulado mucha información sobre el uso de medicamentos. ¿Hay alguno que esté contraindicado?
Se han difundido por redes sociales noticias relacionadas con el posible efecto perjudicial de determinados fármacos usados en el tratamiento de la hipertensión arterial y de la insuficiencia cardiaca, como el enalapril y muchos similares, en personas infectadas por el COVID-19. La realidad es que no existe evidencia sobre un posible efecto perjudicial de estos fármacos y los pacientes deben continuar tomándolos, ya que han demostrado numerosos beneficios cardiovasculares.
Por otra parte, también referido a información que circuló en medios y redes: en caso de infección respiratoria (sea por coronavirus o por una gripe estacional), si se requiere el uso de analgésicos o antipiréticos, se prefiere el paracetamol. Como decíamos, si aparecen síntomas se debe consultar su médico tratante, que le indicará cómo aliviar su malestar. Pero el paracetamol sería la primera opción en las infecciones respiratorias.
¿Cuáles son las recomendaciones para prevenir el coronavirus, especialmente importante para las personas que tienen enfermedades cardiovasculares?
Estos pacientes tienen que seguir de forma estricta las recomendaciones de higiene y distanciamiento social indicadas por el MSP:
-Lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
-Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable.
-Mantener una distancia de 1 metro con otras personas
-Evitar las salidas del domicilio y limitar la actividad social.
-Evitar acudir a consultas o pruebas médicas en centros hospitalarios. Ante cualquier síntoma (fiebre, tos y dificultad para respirar), quedarse en casa y contactar telefónicamente con los servicios de salud. Ha llegado el momento de fortalecer y utilizar efectivamente la Telemedicina.
Además, quienes sufren enfermedades cardiovasculares deben tomar la medicación tal cual indicó su cardiólogo, sin excepciones, y estar al día con todas las vacunas; y, cuando esté disponible, aplicarse la antigripal.